
Una vez tengas el casco, regresa a Ciudad Gerudo y ve a hablar con Riju en la zona superior de su palacio. Hecho esto, entrégale el casco y automáticamente verás una nueva secuencia en la que recordarás a Urbosa, quien fue la elegida de las Gerudo para manejar a la Bestia Divina. Tras esto, te dirá que vayas al Puesto de Vigilancia, preferentemente en morsa del desierto. Dirígete hacia allí y prepárate para el enfrentemiento contra Naboris. Habla con Riju en lo alto del puesto y di que estás listo.
Este combate contará con una mecánica similar al que llevasteis a cabo con Sidon, sólo que esta vez tendréis que seguir a Riju para evitar que Naboris os fulmine con un rayo. Su campo de energía es limitado, por lo que máximo cuidado. El objetivo es disparar con flechas bombas a las patas de Naboris, a las cuatro, por lo que dirigid con cuidado a la morsa del desierto y apuntad una vez lleguéis hacia el lugar donde se halla la bestia.
El combate, pese a lo que pueda parecer, es bastante simple siempre y cuando tengamos cuidado. Bastará con que vayamos cerca de Riju para evitar cualquier daño. Asimismo, intentad tened siempre activado el volumen en la consola o televisor para calcular cuanto tiempo tardará en llegar el próximo rayo, momento en el que podéis aprovechar para salir o regresar al campo de protección de Riju. Una vez dejéis KO las cuatro patas, habréis ganado y tendréis acceso a la mazmorra.
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