Análisis Assassin's Creed III: Liberation

Las apariencias engañan

En términos de jugabilidad podemos decir que Liberation es realmente como tener un Assassin's Creed portátil con una experiencia casi idéntica a la que ofrecen las versiones de sobremesa. Lograr este objetivo ya merece un aplauso para Ubisoft, y es que por fin podemos recorrer una ciudad abierta de punta a punta sin cargas escalando, esquivando y asesinando con la misma habilidad que han lucido los "hermanos" de Aveline en Xbox 360, PlayStation 3 y PC.

La gran novedad que además hace de este juego algo único es la introducción de las identidades, tres apariencias que consiguen convertir a nuestra protagonista en tres personajes distintos que afrontan las misiones con un prisma diferente. La asesina cuenta con todo el arsenal disponible, es ágil, es poderosa y será nuestra elección más habitual, resulta muy similar a la esclava aunque siempre tiene el nivel de búsqueda más elevado y es más fácil que sea detectada y perseguida. La esclava no tiene tanta potencia de arsenal pero también es muy rápida y ágil y puede colarse y pasar desapercibida realizando trabajos propios de su condición como barrer o llevar cajas.

En las cuevas hay intensas zonas de saltos y buceo

La experiencia con la asesina y la esclava no cambian mucho, pero sí que lo hace llevando el traje de dama, ofreciendo un juego más pausado y visceral. La dama rara vez llama la atención entre los guardias, es capaz de atraer escolta con sus coqueteos y tiene que arreglárselas para salir de la escena del crímen con elegancia, pues no puede saltar - gran handicap - ni correr y si es descubierta será difícil escapar. 

Con cualquier traje podremos realizar acciones para reducir el nivel de notoriedad de cada apariencia: Arrancar carteles, eliminar testigos y sobornar jueces con dinero, monedas que también nos abrirán el paso ante guardias que se vendan por hacer la vista gorda (a más dinero ofrecido más posiblidades de aceptar el soborno), comprar sombreros, colores para los tres estilos de vestimenta, bolsas para llevar objetos, espadas, hachas, martillos o pistolas, para restaurar tiendas en las que poder comerciar o cambiar la apariencia... el dinero volverá a ser importante y como vemos la lista de acciones nos tendrá entretenidos un buen rato por la ciudad, y es que no todo va a ser ir por ahí quitando vidas.

Contaremos con un cuartel general en el que guardar nuestro arsenal y gestionar nuestra flota en un sistema estratégico de mercadeo en el que podremos comprar y vender barcos y materias primas y comerciar con distintos puertos enfrentándonos a saqueos de piratas, huracanes y tormentas, un entretenimiento que nos reportará un buen número de monedas si le dedicamos la atención necesaria.

Las misiones serán las habituales en la saga: Localizar y eliminar objetivos, investigar y robar material revelador y provocar alguna que otra revuelta para infiltrarse en zonas restringidas. También tendremos misiones secundarias que aportan poco o nada al guión principal como administrar una poción a unos enfermos, rescatar a un esclavo o seducir a varios caballeros, así como la posibilidad de recolectar setas, estatuillas mayas o huevos de caimán previo combate con quick time event.

Basta acercarse a una esquina para asomarse sin peligro de ser descubiertos

Además Ubisoft ha querido aprovechar las características de PS Vita y el resultado aporta más bien poco. Cuando encontremos una carta tenemos que abrirla deslizando dos dedos en los paneles táctiles delantero y trasero y . aquí viene lo peor - acercar la cámara trasera a una luz intensa para descubrir "su secreto". Ni siempre detecta la luz ni siempre tendremos una luz potente cerca, es lo que tiene jugar en una portátil, aunque el lado bueno es que agudizará nuestro ingenio a cambio de parecer locos a ojos de la gente.