Análisis The Legend of Zelda: The Wind Waker

Pero Link no estará solo en su ardua empresa, ya que le acompañará Mascarón Rojo, un barco parlante que le rescata en un momento dificil. El objeto más carácterístico de la historia, además de la espada maestra, será la Batuta de los Vientos, con la que se puede controlar el viento a placer.

La trama es uno de los puntos más positivos del juego, con grandes giros de guión, un cuidado detalle de las conversaciones y sobre todo mucha involucración del jugador.

El avance la historia es constante, sin pecar de mucha lentitud o repetición y dejando al jugador la opción de pensar en las acciones futuras del juego. Mucho cuidado vemos también en los personajes que nos encontramos durante el juego, con la inclusión genial del vendedor Terry (ooooooohhhh) o el divertido (y a la vez irritante) Tingle. Y no solo eso, el carisma de personajes como Makoke, Medly, la Abuela, Tetra o los piratas destaca por encima de lo normal, dando a entender lo importantes que son para darle sentido y sentimiento a la trama.

Un ejemplo de este sentimiento es el diseño de la Abuela (artístico y sonoro), que nos recuerda siempre que la vemos lo preocupada que está por Link, transmitiendo una sensación de ternura al jugador impecable. Destacar que la canción que escuchamos en casa de la Abuela es la favorita del compositor del juego (y de casi toda la saga) Koji Kondo.

Los sentimientos que transmite The Wind Waker no son fáciles de explicar, así que mejor jugadlo y punto.

El alzamiento del Toon Shading: Link contra el mundo

Podemos decir sin lugar a dudas que The Legend Of Zelda: The Wind Waker ha sido el título más criticado de la saga con respecto a su apartado gráfico.

Su potente presentación durante el E3 de 2002 provocó todo tipo de reacciones, contradictorias entre la prensa e incluso agresivas entre el público, que lo consideró una traición a los fans de la saga, una broma para niños y una decadencia "clara" de la saga.

A pesar de ello, tanto Eiji Aonuma como Miyamoto nunca renunciaron a los principios del juego, que consideraron este estilo gráfico la forma que mejor representaría a este título de la franquicia. Y no se equivocaban. The Wind Waker marcó junto a Twilight Princess el bellísimo estilo definido en Skyward Sword, combinando al Link adulto con el estilo de dibujo.

No fue hasta que la gente lo probó en sus propias GameCube's para que se dieran cuenta del potencial que existía, tanto en el juego como en el propio motor gráfico. Juegos como Dillon's Rolling Western, Red Steel 2 o The Darkness 2 optaron por este sistema haciendo que funcionen en condiciones óptimas en cuanto a reproducción en hardware, capacidad para reproducir efectos, tasa de frames estables... Un diamante en bruto que se puso de moda con The Wind Waker.