Análisis The Legend of Zelda: The Wind Waker

Pasando al juego en sí lo más destacable, dentro del curioso estilo, es la paleta de colores utilizada. Nintendo no solo se quedó en utilizar cell shaded si no que le aplicó una paleta de colores muy vivos y saturados, que no hacía más que potenciar el estilo cartoon. Esto no quiere decir que todo el juego sea un arcoíris multicolor. Tendremos también situaciones en las que el color se atenúe rebajando la saturación y el brillo dando un aspecto más lúgubre, perfecto para las mazmorras y las tormentas.

El apartado gráfico y artístico ayuda en gran manera a darle la ambientación que el juego necesita, mucho más de lo que a priori podría parecer. A pesar de tener zonas muy vivas y alegres otras son totalmente oscuras y terroríficas, y esto solo no hace más que reiterar la versatilidad del motor del juego.

La tasa de frames por segundo no sufre caídas al mostrarse mucho movimiento en pantalla, algo lógico si pensamos la potencia que tiene GameCube y lo bien tratado que está el juego. Dudas podríamos tener llegado ell momento de tener que mostrar el vasto océano del juego, con las olas en constante movimiento y elementos móviles por doquier, como gaviotas, enemigos, tesoros, peces...

Otro punto a favor de los desarrolladores es el hecho de no tener ningún punto de carga durante los viajes por mar y las llegadas a las islas, ya que al ser un espacio tan inmenso la consola puede procesar los datos a medida que nos acercarnos a las ciertos puntos.

Lejos de ser asunto baladí, tener tiempos de carga al entrar en distintos lugares del juego habría empañado gravemente la experiencia de juego, ya que el sentimiento de libertad se vería altamente menguado.

Como en la mayoría de títulos de la saga tendremos fases en bosques, en volcanes o en cuevas, cada uno de ellos representado de una manera excepcional mediante diferentes elementos. Por ejemplo, en la isla del volcán veremos la lava como característica más destacable, haciendo brillar el cell shaded con interesantes efectos de iluminación.

Como ocurría en Majora's Mask o Twiligh Princess el tiempo pasará de manera natural con transcurso día/noche, modificando el mundo alrededor de Link.

El diseño de los personajes es otra razón por la cual alabar el estilo gráfico. Aonuma aseguró en entrevistas posteriores al lanzamiento del juego que solo Link tenía más de 100 expresiones diferentes, y es que la cara de Link es plana pero totalmente expresiva.

La cara de pillo, la de terror, la de susto... el protagonista tiene salidas para todo como podemos ver en el video test que tenemos a continuación:

Los demás personajes y enemigos no tienen un nivel de trabajo tan alto como Link, pero no se quedan cortos en apariencia. Veremos a la Abuela de Abril casi siempre con cara de tristeza, o la mirada pícara y los guiños de Tetra con una media sonrisa en la cara. Como véis, una de las cosas que más podemos destacar de los personajes del juego, además de su diseño y personalidad, es su expresividad.