Análisis Warriors Orochi 3

Pero el campamento será algo más que el punto común entre batalla y batalla. Dispondremos de un armero donde podremos adquirir armas nuevas, fundir las que tenemos y mejorarlas. También podremos charlar con nuestros aliados. Aunque al principio estas acciones tendrán poco peso, una vez superado el primer tercio del juego, estas conversaciones nos serán de ayuda para mejorar las relaciones entre los distintos personajes. Algunos generales tienen afinidad con otros, cuanto más estrecha sea su relación más ayuda podremos recibir de los mismos en el campo de batalla. A priori puede parecer accesorio, pero una vez que te salvan en cuello durante un enfrentamiento con un jefe final descubres que todo este empeño social ha sido de utilidad. Este añadido además resulta interesante para no centrar todo el peso del juego en las batallas. Por último en el campamento también encontraremos el punto de reunión para las partidas online.

En un apartado jugable bastante correcto la sombra la pone la I.A. De los enemigos. Las tropas normales sufren en mayor o menor medida el mal del “saco de boxeo”, tanto las aliadas como las enemigas están ahí para que los generales las golpeen. Sin llegar a los niveles de dramatismo de otros juegos, las tropas se muestran poco agresivas (aunque por suerte no son inofensivas). No pocas veces en el campo de batalla tendrás que buscar al soldado enemigo que queda vivo, porque los 50 soldados aliados que lo rodean son incapaces de matarlo. Por suerte los generales si muestran una actividad constante. A parte de los 3 generales que diriges en todo momento, a lo largo del campo de batalla dispondrás de varios aliados, que serán los que principalmente te ayuden en el combate. El último problema de la jugabilidad, que seguramente ponga de los nervios a más de uno, se produce cuando un jefe enemigo consigue lanzarte al aire. En algunas ocasiones conseguirá encadenar varios golpes en el aire sin que tu personaje toque el suelo y sin que puedas defenderte. Estos combos, predefinidos por el sistema, suelen terminar con un personaje muy malherido o muerto, teniendo que volver a comenzar la batalla desde el principio. Por suerte no se produce muy a menudo.

Gráficos

Los gráficos son el auténtico punto negro de este juego. Omega Force parece seguir trabajando para PS2. Los gráficos del juego no han evolucionado prácticamente nada desde que abandonamos las generación anterior... y eso en este mundillo pesa mucho. Los personajes tienen una carga poligonal muy baja, las texturas son pobres, los escenarios están desiertos y vacíos de detalle, los enemigos son clónicos y muy poco detallados... En definitiva el apartado gráfico deja mucho que desear.

Además de la pobreza gráfica el motor del juego muestra sus limitaciones en áreas en las que el género te exige brillar, y es que el número de enemigos que puede mostrar simultáneamente en pantalla es limitado. No importa lo épico de la batalla y los miles de puntos que te aparezcan en el minimapa, en pantalla simultáneamente sólo verás un puñado de soldados. Esto empobrece bastante la sensación de estar en medio de una guerra. La limitación además conlleva un efecto muy molesto. Conforme avanzas por el escenario, aliados y enemigos aparecen y desaparecen por arte de magia para limitar el número de unidades simultáneas en pantalla. Si estás acostumbrado a encontrar hordas de enemigos (al más puro estilo Dead Rising) el resultado te decepcionará bastante.