Análisis Warriors Orochi 3

Las historia puede no parecer excesivamente consistente. De hecho en un principio parece una mera excusa para crear un juego de guerras. Pero es a partir de este inicio tan timorato cuando Orochi 3 comienza a despegar. A partir de esta introducción empezamos a ver interacciones con más personajes, mini historias entrecruzadas aquí y allá, el planteamiento de una gran guerra batalla a batalla... En definitiva el grueso del juego si desentraña una historia interesante, aunque sea escudándose en algo tan simple como “un enorme monstruo que amenaza la seguridad de todos”.

Además los fieles a la saga se verán recompensados con la aparición de todos sus personajes preferidos, caracterizados a la imagen y semejanza de sus correspondientes series, con el acento y los chascarrillos tan celebrados por el público (y aficionado) nipón. Dichos personajes también interactuarán entre ellos, y lo avanzado de sus relaciones sociales también tendrá un efecto directo en el campo de batalla.

Jugabilidad

La jugabilidad es sin duda el punto fuerte de este Warrior Orochi 3. El juego te ofrece cantidades industriales de todo lo que puedas buscar en un “Warriors”. Pero vayamos por partes.

El sistema de juego es relativamente simple. Esta aparente simpleza (con los controles típicos de este tipo de juegos) se ve aderezada por la posibilidad de manejar tres generales distintos en el campo de batalla. De esta forma los combates se vuelven mucho más variados y ricos en posibilidades. Durante la batalla podremos alternar entre cualquiera de nuestros tres generales con un simple golpe de botón. Si dicho cambio lo realizamos durante la realización de un combo el juego nos permitirá encadenar aún más golpes. En el apartado de golpes también contamos ahora con un golpe especial combinado, realizado por los tres generales a la vez y bastante poderoso (e imparable). El poder contar con un equipo y no con un único soldado nos permite plantear estrategias más avanzadas: un tanque para el cuerpo a cuerpo puro, un personaje rápido para intervenciones veloces, uno a distancia para correr el menor peligro posible, varios tanques para empujar desde el principio...

Para hacer más meritoria la selección de nuestro equipo el juego pondrá a nuestra disposición la nada despreciable cifra de 120 personajes. La única pega que hemos encontrado en el número de personajes es que no todos ellos estarán bien equilibrados. Hay verdaderas máquinas de matar que con suficiente nivel son un ejército ellos solos, mientras que algunos otros a penas nos serán de ayuda, quedando automáticamente en nuestro fondo de armario. También es más que probable que elijáis vuestros preferidos al principio, no llegando a probar la mayor parte de ellos. Para “solucionar” este problema el juego al principio de cada batalla nos propone un equipo recomendado como alternativa al que diseñemos nosotros. El problema de esta recomendación es que el equipo propuesto probablemente no haya subido tanto de nivel como el nuestro. Contar con un equipo con un nivel demasiado bajo puede suponer la diferencia entre la victoria y la derrota.

Y es que el nivel de los personajes es un punto bastante importante. Durante las batallas los personajes irán subiendo de nivel, así como encontrando nuevas armas, gemas para mejorar las armas posteriormente, etc. Evidentemente, los personajes de los que disponemos al principio subirán muy rápido de nivel, mientras que los que encontremos nuevos tendrán un nivel muy inferior. Para solventar esta diferencia podremos subir el nivel de nuestros personajes desde el campamento. Durante las batallas iremos acumulando puntos que posteriormente emplearemos para entrenar a nuestras trompas en el campamento. De esta forma podremos reconfigurar más o menos nuestro equipo siempre que queramos.