Análisis Total War: Rome II

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Un imperio bajo tus órdenes

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Plataforma analizada: PC
02/09/2013 15:00

Como podéis ver, son opciones que aumentan las posibilidades tácticas del juego con nuevas opciones, algo a lo que también ayudan los puntos de victoria que debemos conquistar en cada mapa, puntos estratégicos para dominar cada terreno. Todo unido a la nueva cámara capaz de hacer un potente zoom out y ofrecernos una vista más amplia del lugar, nos ofrece algunas opciones nuevas durante las batallas, aunque la sensación a los mandos de nuestro ejército es más o menos la misma que en anteriores entregas.

Total War: Rome II

Las bolas de fuego serán un elemento estratégico durante las batallas

Y es que a pesar de estos pequeños retoques, de estas novedades, a nivel jugable las batallas son más o menos iguales que siempre. Estas novedades son extensiones de lo que ya existía: las trampas son armas que asignar a alguna tropa de nuestro ejército, como los arietes antes. El campo de visión no es más que un retoque al uso ventajoso del terreno para emboscadas y ataques sorpresa. Novedades que obviamente se agradecen, pero que no dan la sensación de estar jugando a algo realmente nuevo o intensamente renovado. Es un 'Empire' con skin romano en ese sentido.

La gestión es la clave

Donde se han congregado el grueso de mejoras es en el apartado de gestión de nuestro imperio. Como bien sabéis, en 'Total War: Rome II' viviremos el periodo de guerras y conquistas del Imperio Romano y su expansión por el mundo conocido de occidente. Podremos tomar parte del ejército de los hijos de Roma o de sus enemigos, tratando de cambiar la historia del mundo para siempre. Pero en esta ocasión no controlaremos únicamente a una cultura, como los propios romanos o enemigos como los griegos y los cartagineses, sino a también a facciones dentro de esas culturas. En el caso de Roma, serán las casas de Cornelia, Junia y Julia.

Controlar a una u otra facción, o a las diferentes culturas, nos dará una dificultad más alta o más baja dependiendo de sus características y de los objetivos que tengamos que conseguir. La facción en cuestión tendrá como objetivo tener más poder dentro de la cultura elegida, con el objetivo superior de controlar a la cultura más poderosa de forma interna. Cada facción tiene sus intereses, su ejército y sus particularidades, y tendrá que conseguir unos objetivos diferentes en los turnos de la partida. Por ello, será mucho más fácil controlar a una facción romana, más poderosa, que a una pequeña tribu con la cual tendremos que ser más inteligentes en su gestión. De todas formas podremos elegir la dificultad de la partida antes de empezar.

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La interfaz para la gestión del imperio ha cambiado en algunos aspectos

Como sucede desde el primer 'Rome', una vez entramos en campaña no solo lucharemos en guerras, sino también gestionaremos nuestro imperio. Tendremos que entrenar soldados de distintos tipos para nuestro ejército, aunque en esta ocasión no tendremos que trasladarlos desde el lugar que los entrenemos hasta el puesto que debemos reforzar, sino que contaremos con reservas de combatientes desde cualquiera de los puntos que controlemos del mapa.

Además de hacer crecer nuestro ejército y mejorar nuestras tropas a través del entrenamiento, habrá que ocuparse de otros quehaceres para hacer crecer nuestra facción. El nuevo árbol tecnológico nos permite mejorar a nivel civil, militar y náutico nuestra civilización, de una forma mucho más ordenada y lógica que en anteriores entregas. A medida que construyamos edificios y mejoremos como facción, podremos avanzar en esos árboles, en lugar de ir adquiriendo de forma salteada las mejoras. Sin duda una simplificación que se agradece.

Pero controlar territorios será un tema más complicado que nunca. Ya no se divide el mapa en zonas concretas, sino en provincias, compuestas a su vez de regiones que deberemos controlar para hacernos con la provincia en cuestión. Nuestro objetivo será dominar toda la provincia entera, asediando y conquistando su capital o, por el contrario, defendiéndola de nuestros enemigos. En cualquier caso, ese será el último paso en la conquista o defensa de la provincia; la guerra se librará principalmente a campo abierto, en el resto de regiones, que pueden estar controladas por la misma facción que la capital o no.

Total War: Rome II

Los perros serán otra de las trampas que podremos utilizar

El caso es que necesitamos tener en nuestro poder la capital de la provincia para que ese territorio nos pertenezca, aunque no será hasta que no tengamos la totalidad de sus territorios que desbloquearemos todas sus tecnologías, edificios y unidades del ejército para mejorar. De este modo controlaremos un territorio más amplio que en anteriores entregas, preocupándonos menos de su gestión, aunque deberemos luchar por cada una de sus regiones. Mejoras que ayudan a ofrecer más opciones de gestión del imperio a la vez que se simplifica su manejo.

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8.5

Lo mejor

Es el mejor referente de la estrategia en tiempo real del mercado

Modos de juego muy variados y completos, con la Campaña como punta de lanza

Técnicamente sublime

Un multijugador que dará decenas de horas de diversión online

Lo peor

Su optimización no es tan buena como antaño

Su interfaz puede despistar incluso a los veteranos

No innova demasiado en las batallas, y el juego en general es continuista

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