Análisis Tomb Raider

Mucho se ha hablado y escrito sobre este nuevo episodio de una de las franquicias más afamadas del mundo del videojuego. Y es que Lara Croft era, para muchos, la heroína con mayúsculas del sector. Por lo que significó el personaje en cuanto a diseño y por lo que significaron sus juegos a los títulos de aventura y plataformas en 3D. No somos pocos quienes recordamos con cariño y nostalgia aquellas horas que debíamos dedicar a los primeros episodios de la saga, que eran a la vez un auténtico máster sobre diseño de niveles.

Por ello muchos mirábamos con preocupación a este proyecto. Por una parte, deseábamos que un icono como este volviera a estar al quite, como antes, y dejara de arrastrase penosamente por juegos que no le hacían justicia. Por la otra, quizás preferíamos mantener el espíritu de 'Tomb Raider' imperturbable, como un glorioso recuerdo cristalizado para siempre jamás en un mito del ocio electrónico. La decisión entre el clásico "renovarse o morir" nunca había sido tan difícil.

Pero 'Tomb Raider' ya está aquí. No hay tiempo para cambios en el guión ni en el planteamiento, para más lamentaciones, exageraciones o esperanzas excesivas. Este nuevo juego tiene varios ingredientes del éxito para los juegos actuales, un toque de lo clásico y mucha épica. Elementos que suelen gustar, pero como decimos, este es un juego muy, muy especial. La nostalgia rara vez juega a favor. En este caso, ¿Es acertado el nuevo giro? Pues lamentándolo mucho, vais a tener que leer el texto para saberlo...

Y así empieza todo...

El objetivo de este nuevo 'Tomb Raider' es presentarnos a esta "nueva" Lara Croft, una que probablemente vamos a ver muy a menudo a partir de ahora. Se define su pasado y su personalidad, el por qué de su forma de ser. Quienes han sido sus maestros, sus amigos, que ha perdido y cómo ha madurado. Todo esto lo tenemos aquí, y se ha reflejado de forma realista. Cinematográfica también, obviamente. Una mezcla madura y espectacular.

Todo el juego es cinematográfico de hecho. Pero si fuera una película, sería de las que tienen una mínima sensibilidad, por encima de esos otros juegos que se jactan de ser cinematográficos siento tan sólo un blockbuster rancio de acción. De hecho, hay algunas escenas tan bien dirigidas que podrían pasarse sin ningún problema a la versión cinematográfica que este juego va a tener. Vale la pena tomarse con calma el título y disfrutar de sus diálogos y sus cinemáticas.

Pero como buen 'Tomb Raider', no podía faltar su buena ración de arqueología, metida en pequeñas dosis de forma muy didáctica. No nos detendremos a recordar su historia, pues toda ella está bien explicada tanto en la web oficial del juego como en nuestro pre-análisis, el cuál os recomiendo leer para hacer de este análisis algo más ágil. El caso es que acabaremos en la isla de Yamatai en el Triángulo del Dragón, un misterioso lugar más peligroso aún que el famoso Triángulo de las Bermudas. Acabaremos allí por la obcecación de Lara en estudiar a una reina antigua, conocida como la Reina del Sol.

Nos enfrentaremos a animales, bandidos y enemigos algo más sobrenaturales

Dice la leyenda que esta reina podía dominar todo lo que sus rayos tocaran, pero su legado no es menos fantástico. Ahora, Yamatai está llena de bestias salvajes, bandidos, restos de naufragios y...otros no menos peligrosos enemigos que no desvelaremos aquí (ya lo hace el multijugador por nosotros). El caso es que esta historia y esta investigación tienen ya de por si la chicha suficiente para mantenernos enganchados al juego desde el inicio hasta el final. Ayudan también unos secundarios muy bien diseñados, aunque aparecen poco durante el juego.