Análisis The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

(Switch)

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Zelda Tears of the Kingdom: el mejor juego de la historia

Tras seis años desde la anterior gran entrega y con un spin-off entremedias, finalmente hemos podido jugar y completar The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, la secuela de Breath of the Wild.

11/05/2023 13:58
A modo de sorpresa, el que empezó siendo un nuevo DLC de The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha terminado convirtiéndose en la que puede ser la secuela más esperadas de toda la historia de Nintendo, dando pie con ello a que el equipo de desarrollo haya tenido la titánica tarea de hacer lo que muchos veían como un reto imposible: mejorar un juego casi perfecto. En ese sentido, el desafío con Tears of the Kingdom ha sido intentar volver a sorprender con un mundo que ya conocemos, algo que en cualquier otra mano habría podido acabar en desastre. No obstante, Nintendo nos ha vuelto a demostrar una vez más porque están en el lugar en el que se encuentran.

Artwork principal de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

Análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

No os voy a engañar: esta introducción no es la que tenía preparada. A los pocos días de recibir mi copia de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom preparé un breve prólogo que ya no podréis leer, pero que, en esencia, hacía un repaso de la trayectoria de la saga desde Ocarina of Time y planteaba la idea de si la nueva entrega de Nintendo Switch merecía o no la pena. Sin embargo, algo ha cambiado en  estos días en los que he decidido hacer borrón y cuenta nueva con ese texto introductorio. 

Todo esto se debe a que tras haber podido completar la historia principal de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom así como una buena parte de su contenido, ya sea coleccionablesmisiones secundarias o el simple hecho de recorrer el mundo, me ha hecho llegar a una conclusión bastante clara, ya que no puedo comenzar este análisis preguntando si merece la pena o no debido a que, desde mi punto de vista subjetivo, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es el mejor juego de la historia

Soy consciente de que es una terminología que rezuma cierta controversia y debate entre la comunidad por todo lo que implica, pero la realidad es que, tras más de dos décadas desde que tuve mi primera consola en mis manos, nunca he jugado a nada que se acerque a Zelda Tears of the Kingdom. Ni siquiera el propio Zelda Breath of the Wild, el cual, tras haber completado su secuela, ha quedado como un mero prototipo tras el enorme trabajo de Fujibayashi y todo el equipo creativo.

Imagen asociada al video 42678

Una secuela que supera con creces al título original

Con esta última afirmación no pretendo devaluar al videojuego de 2017, ya que a fin de cuentas, Zelda Breath of the Wild es el título que revolucionó su saga después de dos décadas en las que el nombre de Ocarina of Time salía en cada comparación y debate. Sin embargo, eso no quita que Nintendo haya hecho un trabajo increíble, siendo Tears of the Kingdom el ejemplo perfecto de lo que debe hacer toda secuela: superar al original en todo y corregir los errores para darnos la aventura definitiva

Y si bien se puede acusar al título de perder ese efecto novedad, lo cierto es que no lo necesita, ya que Zelda Tears of the Kingdom consigue brillar con su propia luz, identidad y personalidad para ofrecer una aventura que se siente única, diferente y que ofrece toda clase de contenido y épica que lo lleva a estar en el Olimpo ya no de su saga ni de su compañía, sino de la industria del videojuego en general.

Es por ello que la versión corta de este análisis es la siguiente: The Legend of Zelda Tears of the Kingdom es el mejor juego de la historia y el primer título en toda mi trayectoria dentro de la prensa de videojuegos que se lleva un 10 como una catedral de grande y porque es la nota más alta que me permiten ponerle. Por ello, si con estos cuatro párrafos os bastan, sabed que estáis ante la que puede ser una de las mejores aventuras de vuestra vida. Por el contrario, si queréis conocer los motivos que me han llevado a ser tan tajante, no tenéis más que seguir leyendo para  descubrir todo lo que tiene que ofrecer The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom con total libertad de spoilers. 

Ganondorf en Zelda Tears of the Kingdom

La mayor historia jamás contada de la saga Zelda

Por lo general en la mayoría de mis análisis sobre títulos de Nintendo estoy acostumbrado a decir que la historia de estos se limita a ser correcta sin más. No obstante, con Zelda Tears of the Kingdom no se da este caso, ya que podemos estar perfectamente ante uno de los mejores argumentos que jamás ha tenido un videojuego de la compañía nipona, siendo la única razón para no ponerlo en lo más alto mi desconocimiento en licencias como Mother, entre otras tantas.

Esto se puede ver desde la propia introducción del juego, la cual, si bien juega en cierto sentido con los conocimientos de los fans más veteranos, nos da uno de los prólogos más épicos al establecer rápidamente los roles que seguirán los grandes protagonistas de la saga a la par que juegan con el misterio detrás de estos acontecimientos alimentando así las ganas de querer conocer más.

Zelda Tears of the Kingdom es algo más lineal, pero sin lastrar la libertad en el proceso

En este sentido, no quiero contaros mucho más debido a que considero que la historia de Zelda Tears of the Kingdom debe ser vivida por cada uno a su propio ritmo, ya que si bien el título puede ser algo más lineal que su antecesor, el equipo de desarrollo ha conseguido dar con el equilibrio perfecto entre un hilo conductor y la libertad, logrando con ello que si bien podemos tener los objetivos claros, la forma en la que los vayamos completando o incluso el momento en el que decidamos hacerlo es algo que el título ofrece a sus jugadores

Por ello solo debéis saber en torno a la historia que es de las mejores que jamás se han hecho, que en varias escenas vais a acabar con la piel de gallina y que si bien una vieja mecánica del pasado a nivel argumental regresa, lo cierto es que ahora lo han hecho de una forma mucho más interesante, orgánica y dinámica

Los habitantes de Hyrule son conscientes del desastre en el reino

Hyrule es un nuevo y viejo conocido

Entrando ahora de lleno en el mundo de Hyrule, toca hablar de lo obvio, y es que si bien este es el mismo reino que vimos en Breath of the Wild, lo cierto es que Nintendo ha hecho los cambios necesarios para que todas las regiones se sientan completamente nuevas, dando paso con ello a que tengamos un mundo por recorrer que se siente completamente nuevo hasta el punto de que, al menos en mi caso, he tenido que hacer juegos de memoria para recordar si ciertos elementos vistos en Zelda Tears of the Kingdom ya estaban presentes en el anterior. 

De hecho, llegan a tal nivel todos los cambios que han permitido mostrar un mundo mucho más vivo que ahora podemos ver como se aprovecha mucho mejor los espacios a través de nuevas construcciones, edificios, NPCs que se pasean con mayor habitualidad por los caminos y dan paso a que podamos interactuar con ellos, ya que si algo hace bien Tears of the Kingdom es incentivar a mantener conversaciones, ya que ninguna es un desperdicio debido a que el masivo contenido del juego y las nulas señales de estos provocan que tengamos que ir descubriéndolos de una forma más orgánica

El mundo de Hyrule se ha expandido gracias a nuevas construcciones, cuevas y cambios físicos y geográficos

Y si con todo esto no teníamos suficiente, ahora podemos ver como el mundo se expande de diversas formas, ya que en el plano terrenal podemos observar que los diferentes accidentes geográficos no solo se extienden con su verticalidad, sino que también podemos acceder al interior de los mismos, descubriendo así que Hyrule tiene una gran cantidad de cuevas que guardan ya no solo toda clase de secretos en su interior, sino que también hay nuevos y amenazantes enemigos de los que hablaré más adelante. 

Ahora bien, no penséis que todo se limita únicamente a lo que vemos en tierra firme, ya que, a fin de cuenta, la forma en la que se ha promocionado Tears of the Kingdom es a través de un nuevo territorio nuevo y desconocido que explorar, dando pie con ello a que sea el turno de hablar de las Islas celestes y de otro elemento del que no se ha hablado tanto. 

Link observando su nuevo brazo derecho

El cielo se abre ante nosotros en Zelda Tears of the Kingdom

Lo primero de todo es que toca hablar de las Islas Celestes, siendo aquí donde tenemos que darle un pequeño tirón de orejas al título, ya que si bien la promoción del mismo parecía estar bastante enfocada en estas, la realidad es que, salvo contadas excepciones, la exploración en el cielo puede ser algo limitada

Esto se debe a que la mayoría de estas Islas Celestes son pequeñas, escondiendo en ellas algún que otro puzzle o desafío, pero careciendo de una correlación entre sí que las vuelve algo más anecdótico de lo que parecía en un principio, dando pie con ello a que llegar hasta ellas en muchos casos se vea más recompensada por la satisfacción personal que por lo que es en sí la isla concreta. De hecho, puestos a hacer una comparación con la saga, el mapa del cielo es similar al mar de Wind Waker

Un tercer plano está presente en el juego

Es aquí donde quizás Nintendo la podría haber pifiado, pero lo cierto es que en la compañía nipona han sabido jugar bien sus cartas, ya que lo que en un principio parecía ser lo obvio para más adelante quedar supuestamente descartado ha acabado siendo el gran aliciente de exploración del título. Y esto se debe a que, además del cielo y la tierra, hay un tercer plano de exploración

Esto es algo que sencillamente ha sido rompedor, ya que la saga Zelda siempre ha jugado con la dualidad de mundos (presentes y futuro, tierra y mar, luz y crepúsculo, tierra y cielo, luz y oscuridad), pero en este caso podemos ver como finalmente nos dan una triple vertiente siendo esta última la que cuenta con un mayor componente en la exploración así como en los peligros que ofrece, hasta el punto de que adentrase en él es todo un desafío de dificultad

No quiero dar el nombre concreto de esta parte del juego ni ofrecer más detalles debido a que es algo que se descubre a las pocas horas de iniciar la aventura, pero quedaos con que Nintendo nos ha metido un segundo Hyrule en Zelda Tears of the Kingdom. Por si no teníamos bastante con el original. 

Escalando las montañas de Kakariko con vistas a un Santuario

Unos santuarios mucho más elaborados y difíciles

Si bien no he querido mencionar nada de este tercer plano, algo por lo que no puedo pasar por alto es por el hecho de que una de las principales teorías de los fans se ha cumplido, ya que, pese a que no se hayan mostrado en ningún momento durante la campaña de marketing y promoción del título, regresan los santuarios.

En esta ocasión cuentan con otra estética, temática y demás elementos, pero en esencia consisten en desafíos que nos obligarán a usar la cabeza y las herramientas de las que disponemos en Zelda Tears of the Kingdom para poder salir airosos y conseguir las diferentes recompensas que nos ayudarán a mejorar en nuestra aventura

Los santuarios son mucho mejores y sin rellenos en Zelda Tears of the Kingdom

Ahora bien, el punto aquí está en que si bien alguno puede echarse las manos a la cabeza con el regreso de los Santuarios, la realidad es que la forma en lo que lo han hecho ha roto por completo todas las expectativas puestas en ellos, ya que ahora con mucho más elaborados y variados en cuanto a su contenido, lo que viene de la mano de un uso más inteligente de las mecánicas de las que dispone el juego para poder salir airosos. 

De hecho, la forma en la que han debido estar recogiendo el feedback y las críticas de Breath of the Wild parecen haber surtido efecto en estos santuarios y en muchos más aspectos del juego, ya que, a falta de completarlos todos, aún no he encontrado ninguno que implique luchar contra el mismo enemigo. De hecho, este tipo de Santuarios, que fueron en su día los más duramente criticados, han sido sustituidos por otros mucho más elaborados y que realmente sí implican un auténtico desafío en los que de nada nos servirá ir con las mejores armas y armaduras. 

Explorando el interior de la Montaña de la Muerte

Las nuevas mazmorras son increíbles

En este punto debo decir que en un inicio no tenía pensado hablar de las mazmorras del juego, pero a sabiendas de que estas ya son públicas debido a que la propia Nintendo las ha promocionado no puedo seguir guardando uno de los mayores secretos a voces de Zelda Tears of the Kingdom: las mazmorras han vuelto y lo han hecho por todo lo alto

Para empezar, vamos a señalar que la estructura de estas es una especie de fusión entre Bestias divinas y mazmorras clásicas, dando con ello pie a que si bien no vamos a tener que manipularlas para poder abrir nuevos caminos, sino que esto lo haremos a través de la resolución de diferentes puzles, lo cierto es que tampoco esa linealidad vista en otras entregas, por lo que los métodos para poder completarlas son variados y diversos acorde a la libertad del jugador. 

Esto se ve manifestado a que si bien las propias mazmorras cuentan con elementos suficientes para poder ser completadas de principio a fin sin necesidad de ningún agente externo, lo cierto es que si, por ejemplo, contamos con un cohete y lo equipamos, podremos atajar por caminos que de otra forma no serían tan fáciles. 

Y si con esto non teníamos suficientes hay que decir que los jefes de estas nuevas mazmorras son variados en cuanto a los métodos para poder derrotarles, dando con ello pie a que tengamos que usar las mecánicas que desbloqueemos en cada templo ya no solo para poder vencerles, sino también para poder avanzar en los mismo. 

Link combinando un arma con un artefacto Zonnan

Ahora bien, no estaríamos hablando de una secuela de Breath of the Wild sin la presencia de esos clásicos poderes que podemos obtener a través de un nuevo artefacto introduciendo en el título, siendo así que estos mismos ya fueron presentados en el gameplay de finales de marzo, por lo que ya podréis imaginar el uso que tienen en el juego. No obstante, van mucho más allá. 

Para empezar, la Ultramano es el que más usaremos, siendo esta una evolución y, en cierto sentido, fusión de casi todos los poderes vistos en el anterior título, de forma que podremos llevar a cabo diferentes acciones y construcciones de diversa índole, siendo así que la única limitación es nuestra imaginación y la física del juego, ya que por mucho que pongamos, por ejemplo, un objeto sobre otro, si este carece de equilibrio, no se mantendrá en pie. Eso sí, no quita que prácticamente todo lo que no esté anclado al suelo, se puede manipular.

De hecho va mucho más allá, ya que la magia de Zelda Tears of the Kingdom es que ya no solo nos da la libertad de ir hacia donde queramos, sino que ahora también podremos elegir cómo hacerlo, lo que va de la mano de la propia Ultramano (valga la redundancia). De hecho, si bien hay cuatro poderes básicos ya conocidos, lo cierto es que hay uno más que tendréis que desbloquear y que sirve como atajo a la hora de traer a la realidad nuestras creaciones.

Las flecha toman una gran importancia en Zelda Tears of the Kingdom

La combinación le da un gran peso a los arcos

Respecto a las otras habilidades, hay que decir que, en cierto sentido, no tienen tanto peso como la Ultramano, siendo así que el Retroceso y la Infiltración son algo más situacionales, ya que si bien son bastante útiles y permiten resolver toda clase de puzles de formas variadas, el hecho de que sean menos usadas que la Ultramano me ha llevado a que en varias ocasiones haya estado atascado en algunas zonas debido a que no recordaba que podía usar estos dos poderes. 

Por otro lado, lo que ha venido con la combinación es algo que pocos podíamos esperar, ya que la justificación narrativa que le han dado a esta es que ahora prácticamente todas las armas del juego están oxidadas, siendo, en cierto sentido, una jugaba maestra de Nintendo ante las críticas de que estas se rompían con mirarlas en Breath of the Wild, ya que ahora la combinación se convierte en el método para ponerle fin a esto, permitiendo en algunos casos la reutilización de armas a base de combinarlas con diferentes elementos. 

Las flechas y los recursos de enemigos cobran un mayor protagonismo

De hecho, esto también soluciona otros dos problemas presentes en Breath of the Wild, ya que por un lado se justifica que tengamos que luchar contra enemigos, ya que los materiales que sueltan los mismos se han convertido en piezas que podemos usar para mejorar nuestras armas, siendo incluso obligatorios en ciertos aspectos a fin de poder obtener mejores armas que las que estamos usando para poder vencer a esos mismos enemigos. 

Asimismo, no podemos pasar por alto que los arcos quizás estaban en un segundo plano en el anterior título, siendo aquí donde se les ha sacado un enorme potencial gracias a esta misma combinación que permite ya no solo hacer uso de flechas que provoquen daño, sino que las mismas se pueden usar para iluminar cuevas, resolver puzzles, acabar con enemigos inaccesibles de otras formas, entre muchos más usos. 

Regreso de los enemigos gracias a la Luna Carmesí

Los enemigos ahora son una amenaza real

Ya los he mencionado en un par de ocasiones, pero en este caso toca hablar de los diferentes enemigos que habitan en Hyrule, siendo así que el número de estos se ha ampliado de forma considerable, ya que si bien los Bokoblin, Moblin y Lizalfos siguen estando presentes, estos ahora son mucho más fuertes y duros hasta el punto de que incluso con las armaduras mejoradas y con más corazones de lo normal perfectamente pueden acabar con nosotros. 

No exagero cuando digo que en muchas ocasiones he tenido que embarcarme en una tarea sencillo como puede ser derrotar a varios Bokoblin y tener que completarlos en una no-hit con tal de evitar tener que ver la pantalla de Game Over. De hecho, esto es lo que hace mucho más necesario que obtengamos una gran cantidad de Contenedores de corazón

Los enemigos de Zelda Tears of the Kingdom ahora son mucho más duros de vencer

En cualquier caso, si bien uno podría pensar que ante semejante amenaza y con armas con una durabilidad limitada lo mejor es evitarlos a toda costa, lo cierto es que derrotar enemigos es lo mejor para salir reforzados, ya que, en primer lugar, nos ayudará a tener mejores reflejos, siendo los parrys fundamentales para salir airosos, a la par que, como ya he señalado, los materiales que obtenemos de estos nos pueden ayudar a que los siguientes encuentros no sean tan complicados. 

Asimismo, si en el anterior títulos los enemigos estaban contados, en este caso podemos ver como el número se ha ampliado de forma significativa, pudiendo destacar aquí algunos nombres como los Horroblin. Y si con todo esto no teníamos suficiente ¿recordáis los dragones de tres cabezas vistos en los últimos tráilers? Pues bien, solo os diré una cosa: suerte

Link en un planeador viajando por el cielo de Tears of the Kingdom

Un mundo lleno de misiones y contenido que explorar

En este punto os debo confesar algo, ya que si bien he jugado a Zelda Tears of the Kingdom durante varias decenas de hora (estando muy cerca de las tres cifras), lo cierto es que la sensación que me ha dado pese a haber hecho una buena parte de los Santuarios y completado la historia principal es que realmente no he hecho nada, ya que el juego es tan masivo que apenas me he podido concentrar en hacer una tarea concreta. 

Por poner un ejemplo de esto, en muchas situaciones me he visto yendo en dirección a el lugar X, pero entre medias he hecho tres cuevas, he completado un par de misiones secundarias, he buscado materiales, entre otras muchas actividades que han provocado que el que podría haber sido un viaje de diez minutos se haya terminado convirtiendo en una tarde entera procrastinando en mi misión de salvar Hyrule

Lo mejor de todo es que el juego es consciente de ello, llevando con esto a que ahora contemos con diferentes categorías para las misiones secundarias, diferenciándolas así dependiendo de la mayor o menor importancia que tuvieron en su momento. Y si con todo esto no teníamos suficiente, hay que destacar que en este caso cantidad viene de la mano de calidad, ya que de una forma u otra este contenido secundario nos permite o bien conseguir grandes recompensas o bien conocer más sobre el mundo de Hyrule

Link enfrentando a un Gólem supremo

Apartado técnico

Llegando ya a los últimos compases de este análisis no puedo más que empezar a hablar del apartado técnico de Zelda Tears of the Kingdom, siendo así que en lo que a gráficos se refiere el título es una auténtica gozada visual hasta el punto de que el estilo artístico no solo no ha envejecido, sino que se ha mejorado llevando la consola al límite. Y si bien presenta alguna que otra rascada en sus FPS de forma ocasional, la mayoría de estas es tan imperceptible que no lastara para nada la experiencia de juego.

Por otro lado, el apartado sonoro es heredado del de Breath of the Wild, contando con diferentes temas ambientales que hacen que el mundo que te rodea sea mucho más inmersivo, pero, como ya he mencionado en varias ocasiones, el equipo creativo ha tomado nota del feedback, ya que también han añadido diversos temas musicales que demuestran el enorme potencial sonoro con el que cuenta la saga

La música de Zelda Tears of the Kingdom es espectacular

En este sentido, no puedo pasar por alto tampoco el excelente doblaje al español con nuevas incorporaciones en sus actores de doblaje como las de Raul Llorens, mismo actor que da voz al Capitán América de Chris Evans y que cada vez que se deja oír se come toda la pantalla. Algunas de sus líneas me siguen poniendo la piel de gallina. 

Por otro lado, el juego es difícil, hasta el punto de ser de los más complicados que se han hecho en Nintendo en los últimos años, siendo así que incluso desafíos pasados que podríais pensar que ya estaban dominados ahora os pueden dar más de una sorpresa. Por otro lado, en cuanto a la duración esta es bastante indeterminada según como juegue cada uno. No obstante, voy a dejar una frase dicha por un compañero durante estos días: cuando salga el próximo Zelda y aún no tendremos el 100% de este

Zelda sosteniendo la Espada Maestra en Tears of the Kingdom

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom merece la pena

Podéis observar que en comparación a otros análisis, el título que tengo sobre estas mismas líneas no es una pregunta como en otras ocasiones, sino que en este caso se trata de una afirmación como una casa. Y es que, por si no había quedado claro con los primeros párrafos, The Legend of Zelda Tears of the Kingdom es un título que todo fan de Zelda en particular, de Nintendo en general y de los videojuegos de forma masiva debería jugar. 

La magia de Nintendo en este caso no ha venido sola, ya que han conseguido que un juego que en un inicio parecía perfecto haya acabado elevando su calidad de forma exponencial hasta estar en una categoría por encima del resto, siendo así que pese a que este sea el análisis más largo que jamás haya escrito, la sensación que tengo al estar ahora dándole los últimos esbozos es que apenas os he contado nada de la magia que desprende por todos sus poros. 

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom es el culmen de cómo se debe hacer una secuela que no esté a la altura, sino que supere cualquier expectativa por muy alta que esta sea. Es el ejemplo de la importancia que tiene escuchar el feedback de un juego para salir de esa visión de túnel y saber que corregir y mejorar en los futuros proyectos. Y sobre todo, es un título que da igual en que año hubiese salido, ya sea este 2018, 2020 o 2022, sería el gran ganador de todos los premios a mejor juego del año. Y sí, lo pongo incluso por encima de Elden Ring

Las palabras que me salen en este punto se limitan a ser simplemente alabanzas, ya que es todo lo que se merece este título, siendo un juego que el tiempo dirá donde se termina ubicando en la historia de los videojuegos, pero el cual, sin llegar a revolucionar el género como lo hizo en su día su antecesor, ha conseguido llevar a su punto más álgido a los mundos abiertos y provocando en mí que ahora veo el resto de mi colección y los títulos de mi estantería, sean de la consola que sean, ahora me saben a poco.

De hecho, incluso este análisis me sabe a poco, ya que la sensación que tengo en estos momentos que le estoy dando los últimos retoques es que apenas os he contado nada de la magnificencia que desprende este título. Por todo ello, solo puede concluir este análisis plasmando la siguiente declaración: el mejor juego de la historia existe. Se llama The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y está en Nintendo Switch.

10

Lo mejor

Su vasto mundo que no hace más que volverse interminable

Hyrule está irreconocible

La Ultramano solo tiene el límite de nuestra imaginación

La mejor historia de la saga Zelda

Lograr lo imposible: mejorar la fórmula de Breath of the Wild

Una increíble banda sonora que pone la piel de gallina

Lo peor

Las islas celestes no están tan bien aprovechadas

En algunas situaciones el título mete alguna rascada en los frames

¿Cómo analizamos?