Análisis The Last Door

No se trata únicamente de dotar al juego de una personalidad entrañable y a la vez evocar a los clásicos a los que homenajea, sino que además la falta de definición de los elementos en pantalla casa muy bien con la ambientación de intriga y desconcierto que se persigue. Y es que 'The Last Door' busca mantenernos siempre en cierta tensión, teniendo que ser nosotros los que imaginemos la escena al completo entre ese amasijo de cuadraditos de colores. Y se añaden además ligeros toques de terror clásico. No es que tengamos que preocuparnos ni mucho menos de sufrir un ataque mientras jugamos, pero sí que hace acto de presencia ese terror en su vertiente más antigua y menos explícita, en forma de entornos o elementos hostiles que generan cierta incomodidad.

En este sentido, tal y como sus propios creadores afirman con orgullo, 'The Last Door' bebe de clásicos de la literatura de terror como Lovecraft o Allan Poe, a los que además referencia a lo largo de la partida. No es en vano, por ejemplo, que los cuervos tengan una presencia bastante significativa en el primer episodio, aunque no serán éstos los únicos homenajes que encontremos. Guiños ingeniosos a grandes nombres como 'Maniac Mansion' harán también acto de presencia, recordándonos en todo momento que han sido fuente de inspiración para llevar a cabo el proyecto.

Todo ello se encuentra además apoyado, para terminar de redondear la experiencia, por una banda sonora de mucha calidad, compuesta para la ocasión y dotada de melodías que acompañan muy bien la atmósfera presente. No destacan tanto los efectos de sonido, pero claro... ¿Acaso no se supone que estamos ante una antigualla? Es por ello que sobra decir que toda la aventura se desarrolla únicamente mediante textos, disponibles ya tanto en inglés como en castellano.

Conclusiones

Una vez más, nos encontramos ante un juego que vuelve a demostrar que no es necesario un gran presupuesto para brindar una experiencia de calidad capaz de satisfacer a cualquier tipo de jugador. 'The Last Door' es una apuesta por el estilo clásico del género, bien pulida en todos sus aspectos y en la que merece la pena invertir el tiempo.

Su gran ambientación, trama y puesta en escena son sin duda alguna sus puntos más destacados, potenciando una jugabilidad sencilla destinada a encandilar a los amantes de los puzles clásicos basados en la combinación de objetos y elementos del entorno.

Algo más de ambición a la hora de jugar con los diálogos o alguna otra mecánica no estarían de más, y la experiencia resulta realmente corta, pero se hace inevitable caer rendido ante su atractiva estética y su declaración de amor al género. Que un videojuego nos deje con ganas de más es siempre buena señal, y 'The Last Door' cumple con ello con creces. ¿A qué esperáis para acompañar a Dewitt en su inquietante aventura?