Análisis Super Mario Party

Análisis Super Mario Party para Nintendo Switch

Uno de los fuertes de Nintendo siempre ha sido diseñar productos “family friendly”, unos juegos que tengas la edad que tengas te harán disfrutar de igual manera. Os contábamos en nuestro avance que el nuevo Mario Party tenía toda la pinta de buscar la esencia de los primeros títulos, para volver a brindar una experiencia de juego de mesa más clásica. Pues bien, con ya unas horas respetables registradas en nuestra Nintendo Switch podemos decir que este Super Mario Party gustará a mucha, pero que mucha gente.

Para empezar, el juego vuelve a los orígenes, el tablero con los dados y las estrellas. Es verdad que Nintendo en las últimas entregas de Mario Party ha optado por experimentar, por tratar de renovar la saga añadiendo nuevas formas de jugar. Pese a que innovar suele ser siempre bueno, las nuevas fórmulas no acabaron de cuajar entre la comunidad, y poco a poco Mario Party se fue escapando del punto de mira de muchos jugadores.

El juego nos suelta en Party Plaza, un lugar que funciona como lobby y que nos permite escoger al personaje Nintendo con el que queremos jugar y acceder a los diferentes modos de juego. Hablando de modos de juego, este sin duda es uno de los puntos fuertes del título, ya que permiten exprimir al máximo las características de Nintendo Switch, echémosles un vistazo.

Modo Mario Party, el clásico

El modo Mario Party es sin duda el sello identificativo de la saga. El modo simula un juego de mesa donde nos moveremos por un tablero en turnos de tirada de dados. Poco hay que contar para los que ya hayáis jugado a entregas anteriores con este formato, pero bueno, recapitulemos. A medida que avanzamos por el tablero nos encontramos con casillas de diferente categoría, algunas nos darán monedas, otras nos las quitaran, y algunas nos ofrecerán bonificaciones especiales como objetos y aliados. Al acabar cada ronda de turnos, los jugadores se enfrentan a un minijuego.

Gana el que más estrellas tenga al final de la partida. Estas estrellas se pueden conseguir comprándolas con monedas o a través de eventos especiales. Algo que está realmente bien hecho en este modo es la capacidad con la que la partida puede cambiar en cuestión de unos pocos turnos. Hay muchas maneras de escalar posiciones si vas en último lugar, y también de perderlas si vas en cabeza. La estrategia cuenta, si, pero cruza los dedos porque la suerte tiene un papel fundamental.

Al principio de la partida podemos escoger el número de rondas, que determinarán la duración de la partida (10 rondas equivalen a una partida de 60 minutos aproximadamente) y el tablero donde queremos jugar. Hay un total de cuatro tableros disponibles, y cada uno de ellos cuenta con una mecánica diferente, alrededor de la que gira toda la partida. Cada personaje tendrá un dado característico además del dado común ( del 1 al 6), con valores diferentes que nos ofrecerán la posibilidad de arriesgar o jugar de manera más conservadora.

Super Mario Party

A todo ritmo, prepárate para sudar

Un modo de juego más rápido y frenético, que centra la acción en ofrecer minijuegos adaptados al control de movimiento de los Joy Con de Switch. Prepárate porque en este modo te vas a tener que mover, y mucho. A todo ritmo nos sitúa en un gigantesco festival de música donde hasta cuatro jugadores deben demostrar sus dotes musicales y competir por ser el ganador.

En a todo ritmo, el ritmo (como era de esperar), lo es todo. El juego presenta una serie de partidas cortas donde tendremos que combinar el control de movimiento de los Joy Con a la vez que seguimos el ritmo de una canción para superar minijuegos. El juego pondrá a prueba nuestra coordinación presentándonos muchos minijuegos diferentes, cada uno con una temática distinta pero con un mismo objetivo: ¡Seguir el ritmo!

Dentro de “A todo ritmo” podemos jugar en tres modalidades diferentes: Normal, Remix o Difícil. La más peculiar es “Remix”, donde tendremos que superar en primera instancia tres minijuegos diferentes, donde tendremos que llevar a cabo varias actividades al compás de la música. Luego, sube la velocidad, ahora nos volveremos a plantar frente a los mismos minijuegos, pero esta vez, hay que seguir un ritmo mucho más rápido. En esencia, un modo de juego perfecto para cuando no tenemos demasiado tiempo y queremos, de paso, quemar algunas calorías.

Super Mario Party

Torrente de aventura, cooperar es clave

Quizá una de las novedades más sorprendentes del nuevo Super Mario Party. En el modo torrente de aventura pueden participar hasta cuatro jugadores, que se deben subir a bordo de una balsa y descender por la corriente de un río hasta llegar a aguas más calmadas. El camino no será seguro, estará lleno de diferentes desvíos que tomar, obstáculos, minijuegos y pruebas reales de cooperación. Y atención porque, ¡El tiempo corre!

Así como “A todo ritmo” exprimía el control de movimiento de los Joy Con, Torrente de aventura centra la acción en las mecánicas de juego cooperativo. Sin ir más lejos, cada miembro del equipo tiene un remo y es necesario coordinar cada palada para mantener un rumbo fijo y así adquirir bonificaciones. Si, efectivamente, la prueba es contrarreloj, y deberemos hacer lo posible para inflar el crono y lograr llegar al final dentro del tiempo establecido.

Para conseguir tiempo, nos iremos encontrando con globos en el mapa que deberemos explotar para acceder a un minijuego, donde se pondrá a prueba nuestra capacidad de cooperación. En general el modo de juego es una propuesta interesante dado que cada partida es diferente, llegará un momento donde el lago se bifurca y tendremos que escoger un camino. Hay varias decisiones de este tipo, así que harán falta varias partidas para ver al completo lo que ofrece el curso de este peculiar río.

Super Mario Party

Y eso no es todo

Además de los modos de juego nombrados, recordemos que por primera vez Mario Party tendrá soporte de multijugador online para los suscriptores de Nintendo Switch Online. Habrá que ver cómo se sostiene el “match making” una vez se publique el juego. También está disponible un modo cooperativo de tablero, donde en lugar de un personaje, jugamos como equipo. Las mecánicas son las mismas, pero los minijuegos se adaptan a estas características.

Como curiosidad, hemos podido probar también la habitación de juegos de Toad, un entorno donde podemos experimentar y probar alguno de los minijuegos más particulares. Recordemos que Super Mario Party tiene soporte para dos consolas, así que hay ciertos minijuegos que se podrán probar utilizando dos consolas al mismo tiempo.

Minijuegos

Bien, hemos hablado bastante de modos de juego, ahora lo que todos os estáis preguntando:¿Y los minijuegos? Pues bien, este Super Mario Party cuenta con hasta 80 minijuegos que podremos disfrutar dependiendo del modo de juego, y todos ellos tienen algo que los hace únicos. No hay dos minijuegos iguales, y aunque sí que es verdad que algunos son más divertidos que otros, todos tienen su gracia.

Podríamos agrupar los minijuegos en cuatro categorías:

Esos son los tipos que desafío que más frecuentan en los modos de juego clásicos, y donde se agrupan todos y cada uno de los minijuegos. Ya hemos dicho que son variados, pero si buscamos hacer una clasificación más o menos lógica podríamos agruparlos según estas temáticas

Basados en el movimiento del Joy Con

  Hay muchas maneras de integrar el control de movimiento en Switch, y Super Mario Party se aprovecha de ello. Muchos desafíos nos pedirán que movamos los Joy Con de una manera o hacia una dirección determinada, y también que nos fijemos en la vibración de los mismos. Aquí se agrupan la mayoría de minijuegos.

Agarre clásico

  Habrá minijuegos en los que adoptaremos un control horizontal más clásico y tengamos que apuntar usando el JoyStick. Este tipo de control aparece en minijuegos más complejos, cuando tenemos que usar más de un comando para completarlos.

Agudeza visual y memoria

  Otra categoría que agrupa a bastantes minijuegos, en un Super Mario Party no pueden faltar este tipo de pruebas de ingenio y memoria. El control podrá ser como lo decidas, pierde protagonismo dado que la mecánica base será la toma de decisiones ante una pregunta, unas decisiones que variarán dependiendo de lo observador/a que hayas estado.

Esas tres categorías engloban muchos de los minijuegos, pero no te confundas, cada uno es completamente diferente. Los basados en el movimiento de los Joy Con te presentarán tanto pruebas de reflejos como de precisión, velocidad y paciencia. Además, en la pantalla de carga del minijuego podremos probar las mecánicas antes de que empiece, así que no hay excusa para no darlo todo e ir directos a ganar.

Control por Joy Con

El juego recibió muchas críticas hace poco debido a que no estaría disponible el control en  modo portátil ni la posibilidad de jugar con mando pro. Habiéndolo jugado, las restricciones tienen sentido, ya que como os hemos dicho, muchos minijuegos requieren del control del movimiento de los Joy Con. Seguramente Nintendo no quiere que nuestras consolas salgan volando por los aires cuando nos enfrentemos en modo portátil a este tipo de juegos. El control está centrado totalmente en los Joy Con.

El mando Pro también sobra, para la gran mayoría de los minijuegos solo debemos pulsar un botón y para muchos, ni siquiera eso. El mando dispone de control de movimiento, si, pero afrontando este tipo de desafíos, se convierte más en un controlador aparatoso que en otra cosa. Si te quitaba el sueño el control por Joy Con, no te preocupes, porque no es necesaria tanta parafernalia, funciona bien en Joy Con y es fácil de entender.

Coleccionables y extras

No es que este sea uno de los puntos fuertes del juego, pero vale la pena dedicarle un apartado. A medida que vamos avanzando y completando diferentes tableros y desafíos, vamos ganando puntos “Party”, estos servirán para adquirir varios tipos de coleccionables y para conseguir completar las puntas de una estrella, que actúa como trofeo final. Las “joyas” que componen las puntas de esta estrella pueden ganarse completando los desafíos en los diferentes modos de juego.

Por otra parte tenemos las pegatinas. Este es otro tipo de coleccionable, que nos permitirá crear cuadros personalizados utilizando las pegatinas de los personajes Nintendo que vayamos consiguiendo. Es una forma de crear nuestras propias fotografías, que podremos guardar en el álbum de Nintendo Switch. Hay más desbloqueables dentro del juego, que estarán disponibles a medida que se vaya superando la aventura, si los queréis todos, va a tocar organizar muchas fiestas.

Conclusiones finales

Poco queda sin contar del nuevo Super Mario Party, es adictivo, divertido y el control es accesible para todo el mundo. Es un juego que animará sin duda esas reuniones de amigos o familia en días lluviosos, que no sabemos muy bien qué hacer. Super Mario Party es la excusa perfecta para ese momento y para cualquier otro, dado que la portabilidad de Nintendo Switch nos permite llevarnos la diversión con nosotros, desacoplad los Joy Con, y ¡a jugar!.

El juego refina la esencia que popularizó a la saga, y desde luego, gracias a los numerosos minijuegos, promete que va a tardar bastante en aburrirnos. Gracias a la tecnología de Switch, los minijuegos tienen mecánicas completamente diferentes, y tendremos que entrenar la memoria, la velocidad, la precisión y la paciencia para hacernos con la victoria. Y aún así, a pesar de todo un arrebato de mala suerte puede costarnos usa partida, pero ahí está la gracia, así es Super Mario Party.