Análisis Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm Generations

La historia de Generations. ¿Un paso adelante o hacia atrás?

Con esta nueva entrega de la subsaga Ultimate Ninja Storm, tercera en llegar a PlayStation 3 y segunda en Xbox 360, los chicos de CyberConnect2, aclamados padres de la misma, se han propuesto hacer el juego definitivo para todos los fieles de la serie, y lo han intentado partiendo de la idea de que, para conseguir dicha hazaña, deben representar en el título todos aquellos momentos con los que nos hemos emocionado a lo largo de estos 13 años, bien sean éstos de la serie original, bien de Shippuden.

Aunque éste podría verse como el único cambio hecho en el modo aventura, aumentar el contenido abarcado por el mismo, la verdad es que no es así, y los cambios se encuentran a flor de piel. En primer lugar, ya no encontraremos una historia unificada, en esta ocasión dispondremos de distintas ramas argumentales en las que encarnar a los personajes más emblemáticos, y vivir, de ese modo, gran parte de los sucesos desde distintos puntos de vista.

Dichos episodios se compondrán de una secuencia inicial y de otra final, a modo de opening y ending cada una, y extraídas directamente del anime, entre las cuales tendremos que completar una sucesión de combates contra distintas personalidades cuya dificultad irá in crescendo. También habrá un hilo conductor entre combate y combate que nos contará lo sucedido, solo que ya no por medio de secuencias, si no usando imágenes (capturadas una vez más del anime) con un toque sepia que intentará trasmitir un efecto flashback lo más logrado posible.

Distintas ramas argumentales componen ahora el modo historia

Lo más destacable es la calidad de las secuencias y lo gratificante que es encontrarse algunas inéditas hasta la fecha y realizadas en exclusiva para la ocasión por la gracia del Studio Pierrot. Un extra muy atractivo, y necesario, teniendo en cuenta que algunas de las aventuras que se nos cuenta no se han detallado con demasiada precisión en el anime.

A estas alturas es inevitable que exista cierta pesadez y cansancio acerca del eterno debate "¿Es un juego solo para fans?", pero nunca esta de más reavivarlo, y más cuando el guión lo exige. No pretendemos extendernos, nos encontramos ante un proyecto hecho por y para los seguidores del manga, y especialmente los del anime, y, aunque no es imposible que alguien ajeno al "universo Narutiano" disfrute y pase un buen rato con él, sí que es imposible que le saque el máximo partido.

Las historias que nos narran la historia son un claro ejemplo de ello, ya que sintetizan sin pudor alguno todo lo que pueden, omitiendo de ese modo multitud de detalles que se sobreentiende que el jugador a los mandos conoce y, por supuesto, sobra hablar del cariño que uno puede tener de serie a los personajes, elemento que permite emocionarse con algunas secuencias, aunque éstas sean el simple opening.

Sea como sea, aunque ésto distancia a la franquicia de grandes leyendas del género de lucha, a las que se puede aceceder con más facilidad, no debería ser un punto negativo como tal, o, al menos, no para todos los usuarios, y también tiene sus ventajas, como el poner una ambientación mucho más rica de lo normal de fondo, que puede atrapar y llamar la atención de más de un "snoob" en el tema.

Perdemos algunas de las opciones de anteriores Ultima Ninja Storm

Explicado el contenido del nuevo modo historia, y retornando a los cambios, que más bien podrían llamarse "elementos eliminados" del mismo, nos encontramos con una sensación de decepción muy pronunciada, sobretodo debido al hecho de que nos encantaba aquel compontente de exploración y, en cierta manera aventurero, que se ha perdido, un elemento que caracterizaba a las precuelas del juego. 

Tras la impresionante recreación en 3D de la Villa de la Hoja que nos ofreció la primera parte, y tras los preciosistas escenarios pregenerados de la segunda, en esta ocasión nos quedamos sin lugares por recorrer, visitanto así única y exclusivamente los escenarios de combate, y quedándonos sin un desarrollo con misiones secundarias o extras por recoger/encontrar.