Análisis Hitman - Capítulo 2 - Rumbo a Sapienza

Puedes consultar el análisis del primer episodio de Hitman

De vacaciones por Sapienza

En este segundo episodio de 'Hitman', el metódico y letal Agente 47 cambia el glamour de París y a la jet-set para adentrarse en una zona completamente diferente, tanto en estilo como status social. Atrás dejamos la fiesta de la moda para adentrarnos en un "encantador" pueblo de la costa amalfitana que bien podría servir como lugar de retiro y descanso para el Agente 47. Tanto asesinato debería cansar a cualquiera. De nombre Sapienza (pueblo ficticio), este pueblo costero es la antítesis de lo visto en la mansión parisina de la primera misión de la historia. No tiene nada qué ver un escenario con el otro. Sapienza es un pequeño pueblo marítimo bañado por las costas del mar Tirreno, formado por pequeñas casas y rodeado por el mar y la montaña. La jet-set deja paso a ciudadanos normales y corrientes cuyas vidas no son tan ajetreadas y cargadas de esnobismo como lo visto en París.

La calma parece haber llegado a 'Hitman' gracias a este paraje, o eso parece en un principio. Sapienza, a priori, es un pueblo normal y corriente dedicado a tareas que nada tienen que ver con la alta sociedad, lo cual hace de esta pequeña urbe un lugar perfecto para pasar desapercibido entre la gente local y poder mezclarse entre la multitud sin temor a que la gente sospeche de nosotros. En París todo el mundo nos miraba mal…, en este nuevo escenario eso cambia. La vida en Sapienza parece ser muy tranquila, sin nada que moleste a los aldeanos de este fantástico lugar. En Sapienza, el Agente 47 tiene camino más que de sobra para recorrerlo con total libertad y no desentonar durante su travesía. Cualquiera podría pensar que 47 es un turista más, con su calva al viento bañada por la luz del sol y que está disfrutando de las bondades que ofrece un apacible pueblo costero. Sí, jajajaja.

Por supuesto, esto es una ventaja para nosotros ya que nos ofrece la posibilidad de movernos por donde se nos antoje. En Sapienza hay mucho por hacer. Este segundo episodio de Hitman tiene como misión principal acabar con dos miembros de una empresa llamada Ether, quienes están trabajando en una toxina muy peligrosa y la cual podría diezmar a la humanidad en muy poco tiempo si cae en las manos equivocadas. Esta toxina, por si fuera poco, va cargada en una especie de bala indetectable y que podría atravesar a varios blancos sin que estos se diesen cuenta de qué está pasando, haciendo que la infección sea mucho más rápida. Sin perder el tiempo, el Agente 47 se pone en marcha para acabar con estos dos objetivos concretos y destruir esta peligrosa y mortal toxina. Puede que Sapienza sea un pueblo costero muy bonito, pero sus entrañas esconden un laboratorio de última generación muy peligroso.

Explorando el terreno

Uno de los principales puntos fuertes de este nuevo escenario de 'Hitman' es la disposición arquitectónica. Sapienza, nada más verlo, se antoja como un mapeado mucho más grande que la anterior misión y con una mayor libertad de movimiento. Este pueblo es lo más parecido a una ratonera que nos podemos encontrar, con calles estrechas, pisos antiguos, caminos en pendiente, plazoletas, callejones, zonas subterráneas como alcantarillas y una playa adornan un entorno perfecto para pasar completamente desapercibido. Gracias a esta disposición podemos  permitirnos manejar a nuestro antojo la situación en caso de que la cosa se tuerza. Sapienza es un escenario con muchas oportunidades para completar nuestro objetivo gracias al tamaño que ostenta. Parecen que Io Interactive se guardaba lo mejor para este segundo episodio, aunque tampoco hay que denostar al primer episodio ya que la oferta era también bastante buena. No obstante, en Sapienza es mucho mejor y eso es muy de agradecer. Esto mejora.

Para salir airosos en esta nueva misión de Hitman, el usuario debe tener en cuenta una cosa muy importante, la exploración. Al igual que con el escenario de la mansión París, el pueblo de Sapienza debe ser explorado en su totalidad para ver cómo podemos actuar de la mejor forma posible. De hecho, este mapa nos obligará a ser más incisivos en este aspecto, sobre todo si queremos encontrar el momento de actuación perfecto. El número de “oportunidades” se ha incrementado de forma exponencial y ahora tenemos un mayor número de formas de adentrarnos en la mansión objetivo. Sí, es otra mansión, pero esta será muy diferente y mucho más compleja que la anterior. Es primordial que en este mapeado os lo toméis con la mayor calma posible y recorráis hasta el último rincón de Sapienza y estudiéis las opciones que brinda. En resumen, disfrutad de la oferta de ocio que brinda el pueblo e id sin prisa.

Visitar la iglesia del pueblo, pasarse por algún bar, escuchar conversaciones ajenas para hacerse pasar por un personaje importante, ayudar en un accidente, pasear por la playa o hacerse pasar por cocinillas son algunas de las opciones que tenemos a nuestra disposición para poner los pies en la mansión/laboratorio. Por supuesto, no son las únicas. Una vez dentro, ¿qué hacemos? Volvemos a lo de antes, explorar y esta vez con más cuidado. La seguridad es mucho mayor conforme nos vamos acercando al emplazamiento, siendo especialmente alta una vez que nos encontramos dentro del recinto. Nuestros objetivos se encuentran bastante separados y eso nos obligará a movernos de un lado a otro buscando la mejor opción posible para liquidarlos. Forma de matarlos hay miles -a cada cual más rebuscada-, y aquí es donde entra nuestro talento a la hora del asesinato. Por cierto, es muy recomendable entrar sin equipo a la misión y buscarnos las castañas por nosotros mismos.

En total, esta segunda misión de Hitman ofrece 8 puntos francos para poder esconder equipamiento  y algunos de ellos están situados en zonas muy importantes. Además, esta segunda incursión del modo historia ofrece muchos objetos escondidos y perfectamente válidos para ejecutar nuestra misión. La única forma de encontrarlos será explorando Sapienza y las numerosas casas que forman este conjunto. Casas a las que podremos acceder con total libertad y así encontrar material del bueno. Eso sí, no todas las casas están disponibles, aunque sí un buen número de ellas. Como ya hemos comentado, no tengáis prisa alguna y no dejéis piedra sin remover de este bonito, completo y muy complejo escenario, donde IO Interactive ha realizado un estupendo trabajo a la hora de ofrecer numerosas opciones para ejecutar la misión. Es una auténtica pena que tengamos que esperar para disfrutar de escenarios de este corte, pero es lo que tiene el formato episódico.

Igual, pero diferente

Como es evidente, este segundo episodio de Hitman hace uso nuevamente del motor Glacier, especialmente diseñado por Io Interactive para esta generación de consolas. El motor gráfico sigue mostrando un juego muy vistoso (versión PlayStation 4) en cuanto a diseño y modelado respecta. Io Interactive le ha cogido bien el tono y ha conseguido presentar un juego digno de la presente generación, aunque con algunos matices. Esperábamos que con este segundo episodio se corrigiesen la gran mayoría de errores visuales que vimos en el primer capítulo, como el inestable rendimiento en la tasa de frames, cierto pop-in y otros detallitos nimios que no enturbian la experiencia jugable. En relación a la tasa de frames, la mejor opción sigue siendo por bloquearla a 30 ya que desbloqueada sigue presentado ciertas caídas. Puede que no esté entre los planes de Io Interactive hacer que 'Hitman' –en consolas-, alcance y mantenga esa tasa. Seguiremos a la espera de una mejora en este aspecto.

'Hitman', por ende, no tiene cambios sustanciales en el aspecto técnico. Donde sí vemos grandes cambios es en el aspecto visual, gracias al cambio de escenario por supuesto. El pueblo de Sapienza destaca por ser colorido, muy iluminado y con una gran cantidad de detalles gracias a lo elaborado que está. La arquitectura de las casas, tiendas o iglesia dotan a este segundo episodio de un aspecto visual muy apacible y agradable para el usuario. En comparación con el escenario de París, este pequeño pueblo es todo un disfrute para los sentidos. Sapienza está rodeada por una ladera impregnada de árboles y el Mar Tirreno, lo cual dota al escenario de un aspecto vivo, algo que se potencia con el número de personas que vemos paseando por las calles y disfrutando de la vida. En el cómputo global, el diseño de Sapienza está muy bien llevado y ofrece la suficiente variedad para no acabar aburrido.

Esto mejora

Con el lanzamiento de este segundo episodio –El mundo del mañana-, Hitman da un salto en calidad y cantidad bastante evidente. Además de la misión principal, también se incluyen más desafíos para superar y contratos independientes para mantenernos bien pegado al mando o al teclado durante unas cuantas horas. El pueblo de Sapienza ofrece al jugador un entorno único con el que interactuar, mucho mayor a lo visto en la misión de París y más trabajado. En este segundo episodio hay que currarse bien la forma de actuar porque no será nada sencillo movernos por el pueblo costero y la mansión objetivo. Esperamos que los siguientes episodios de Hitman sigan la misma tónica que este y apuesten por algo igual de complejo y llamativo a nivel visual. Este segundo episodio es altamente recomendable, sobre todo si os gustan los retos.

Por desgracia, no es todo perfecto. Si bien la oferta es realmente notable,  Io Interactive y Square Enix siguen empecinadas en obligarnos a mantener Hitman conectado a internet para poder acceder a contenido que no tiene ninguna relación con el aspecto en línea. También es criticable las nulas mejoras realizadas en el aspecto técnico del juego, con cargas de pantalla todavía exasperantes y una tasa de frames [en modo desbloqueo] igual de inestable que en sus inicios. Hablo, por supuesto, de la versión destinada a consolas ya que en PC seguro que no pasa esto, por lo menos en equipos capacitados. En el aspecto técnico, Io Interactive todavía tiene mucho por pulir, así como otros aspectos. Eso sí, la experiencia jugable que ofrece el Episodio 2 de Hitman es estupenda en todos los sentidos. Poco se le puede reprochar al estudio en este sentido.