Análisis Final Fantasy XIV: A Realm Reborn

Una experiencia de juego a medida

La interfaz de 'Final Fantasy XIV: A Realm Reborn' es una de las mejores que hemos visto hasta la fecha en materia MMO. Solo con echarle un vistazo se nota que se ha trabajado y pulido hasta el más mínimo detalle para que, además de cómoda y ordenada, sea agradable a la vista y muy intuitiva de usar. Abajo a la izquierda tenemos el chat con los clásicos canales para filtrar los mensajes que recibimos, donde los que vienen por defecto son "general", "batallas" y "eventos". Éstos son totalmente editables, pudiendo crear nuevos o modificar los ya hechos a medida para que leamos solo la información que nos interesa. El chat también nos permite comunicarnos con nuestro grupo de héroes si estamos en party o introducir los clásicos comandos de /sentarse, /reverencia, /saludo, etc.

Abajo en el centro encontramos la información del héroe: Puntos de vida, de magia y tácticos, éstos últimos utilizados para ciertas habilidades especiales como hacer un sprint. Un poco más abajo se sitúa la barra de experiencia, donde se observa el progreso en el nivel y si hay alguna bonificación para ganar más puntos en combate, y arriba las barras de habilidades a modo de acceso directo. En la esquina inferior derecha de la pantalla es donde se sitúa el menú con las opciones para abrir inventario, mapa, acciones, misiones, etc., pero la ventaja es que se puede acceder a absolutamente todo mediante accesos directos desde la barra de habilidades, tan solo arrastrando la opción que queramos hasta ésta.

Las tierras áridas de Gridania son espectaculares

Justo encima del menú encontramos uno de los mayores aciertos de este 'A Realm Reborn': Las cajas de inventario. A diferencia de la mayoría de MMO, este 'Final Fantasy XIV' separa automáticamente los objetos equipables del resto y los clasifica por categorías (cabeza, pecho, piernas, armas, colgantes, etc.), lo cual resulta comodísimo a la hora de acceder a ellos y ponérselos al personaje. El resto de cosas las ordena en cajas de inventario que pueden abrirse con solo un clic. Afortunadamente, no vamos a tener problemas de espacio porque tenemos capacidad para llevar cien objetos en nuestra aventura.

Por último, en la parte derecha se encuentran los accesos directos a las misiones que tenemos activas, ya sean primarias, secundarias o de nivel, y al minimapa.  Siempre que pinchamos sobre una tarea pendiente, se nos abre un segundo mapa con la localización a la que tenemos que ir para cumplirla. Pero precisamente ahí es donde se encuentra uno de los puntos flacos y a mejorar del juego: El mapa resulta lioso y poco preciso cuando el objetivo de la misión no se encuentra en la misma región que tú. Esto ocurre porque 'Final Fantasy XIV: A Realm Reborn', a diferencia de títulos más clásicos como 'Lineage II' o 'World of Warcraft', no tiene un mundo unificado, sino que está dividido por zonas en las que para pasar de una a otra hay un pequeño periodo de carga. El mapa no muestra el mundo completo, muestra la zona en la que nos encontramos, por eso hay veces que si tenemos que ir hacia otra podemos liarnos un poco porque no se indica cómo llegar a ella.

Hay zonas que por la noche lucen mucho más

Pero volviendo a los elementos en pantalla, la gran ventaja de esta interfaz es que es completamente personalizable y podemos situar cada elemento, e incluso algunos extras que no vienen por defecto, en la parte que queramos. No solo eso, también pueden modificarse los controles del personaje para hacer que la experiencia de juego sea a medida de cada usuario. Square Enix ha hecho un gran trabajo en este apartado y ofrece así un menú que, si has jugado anteriormente a algún otro MMO, entenderás y dominarás en segundos.