Análisis Dragon Quest Builders

Dragon Quest Builders: Un nuevo concepto en la saga de Square Enix

El éxito de la saga Dragon Quest es una realidad en Japón desde hace muchos años. La saga propiedad de Square Enix se expande continuamente y en Europa recibimos sus títulos en menor medida. Un caso reciente lo protagoniza Nintendo Switch, una plataforma que en territorio nipón goza de propuestas como Dragon Quest Heroes I-II y Dragon Quest X. Sin embargo, el caso de Dragon Quest Builders es distinto, posiblemente ante su éxito en Occidente gracias a las versiones de PlayStation 4 y PS Vita. Este spin-off conseguirá ser a partir del próximo viernes 9 de febrero, su día de lanzamiento, el primer juego de la saga Dragon Quest en llegar a Nintendo Switch en países como España.

Dragon Quest Builders para Nintendo Switch no es más que una adaptación del título original del año 2016 en la consola híbrida de la gran N. Tras sus grandes resultados, su éxito le ha asegurado una secuela que ya se encuentra en desarrollo para PlayStation 4 y Nintendo Switch. Por tanto, esta nueva versión del debut del spin-off se convierte en una oportunidad de oro para iniciarse en este nuevo género adaptado a la saga. Desde luego, tal y como os contamos en nuestras impresiones, Nintendo Switch ha conseguido convertirse en la plataforma perfecta para disfrutar de esta aventura, sobre todo por su comodidad en lo jugable tal y como os explicaremos a continuación.

La "continuación" del Dragon Quest de NES

Dragon Quest Builders es una propuesta que mantiene la esencia de la saga, aunque la traslada a un mundo de bloques al más puro estilo Minecraft para ofrecer toda una aventura RPG. Con una historia original, el título nos sitúa en el reino de Alefgardo con el malvado Draconarius consiguiendo ser el líder supremo, situando al juego en la línea temporal del final más malo del primer Dragon Quest de la consola NES. Este mundo está repleto de peligrosos monstruos y una oscuridad extendida por todos los lugares, que son ahora los hogares de los súbditos del villano, quienes no piensan compartir con humanos ningún territorio.

Con una población prácticamente extinguida, la humanidad ya no posee creatividad y los pocos supervivientes son ahora nómadas pertenecientes a una arruinada civilización sin recursos médicos y con alimentos escasos, pues ya no saben ni crear ni construir. La buena noticia es que el jugador aterriza en esta aventura para convertirse en un constructor tras ser elegido por la diosa, por lo que podremos solucionar cualquier problema mediante un martillo en mano capaz de construir y restructurar todo lo que nos propongamos, siempre y cuando consigamos los materiales necesarios. 

Centrándonos en el modo historia, pues también hay un modo en el que el jugador es libre de construir cómo y por donde quiera, Dragon Quest Builders presenta un argumento sin una trama potente. El principal objetivo es avanzar gracias al incremento de nuestras capacidades constructivas, siendo indispensable seguir los objetivos que se nos fijan por los ciudadanos que tenemos en cada ciudad, que va variando a lo largo de diferentes capítulos.

En cuanto a los combates, a pesar de contar con ellos cuando salimos al exterior o cuando nos toca defender nuestra base, no se le da demasiada importancia a lo largo del juego. No hay un sistema de progresión para subir de nivel o para hacernos más fuertes. Simplemente hay armas y escudos que son más difíciles de construir, aunque su única diferencia es su nivel de ataque o defensa. De hecho, la manera de atacar o defender es siempre la misma manejando los mismos botones, por lo que, una vez más, lo importante será saber progresar en cuanto a la recogida de materiales se refiere.

Mucho que hacer en un juego repleto de horas de duración

Si lo que buscas en Nintendo Switch es un juego repleto de horas de duración, Dragon Quest Builders es una opción perfecta. Su mundo recrea el enorme escenario visto en el original Dragon Quest de NES, lanzado en el año 1986. Todos sus personajes guardan un grán número misiones, que incluyen hasta la necesidad de defender nuestra base de ordas de enemigos o de jefes finales. Levantar toda una serie de edificios en un terreno que solo era tierra es posible y como recompensa obtendremos toda una vencidad de personas que vuelven a creer en la vida. 

Aunque haya límites, las posibilidades de qué hacer son realmente altas. La misiones son variadas: desde buscar a antiguos ciudanos perdidos por el mapa, entrar en una misteriosa cueva al final de una isla, construir un edificio siguiendo las indicaciones de un plano o buscar la cura para una misteriosa gripe, son acciones cotidianas que llevaremos jugando a Dragon Quest Builders, un título con un clico día/noche en el que se nos recomienda dormir en casa si queremos evitar los mayores y terroríficos peligros de la oscuridad. Dicho esto, siguiendo o no cada una de las indicaciones del juego, la libertad de la primera propuesta de la saga en Occidente para Nintendo Switch es toda una satisfacción.

La adaptación a Nintendo Switch

Tal y como mencionamos al comienzo del análisis, Dragon Quest Builders para Nintendo Switch no es más que una adaptación. No existen novedades mayores para justificar una segunda compra para aquellos que ya disfrutaron del título en su momento. La mayor inclusión la protagoniza el Dientes de Sable, un querido animal en la saga que ahora acudará a nosotros como montura para que podemos al aumentar nuestra velocidad al recorrer el enorme mundo del juego a la misma vez que conseguimos objetos de construcción con temática retro tras derrotar enemigos.

Dicho esto, cabe destacar que Dragon Quest Heroes se ha adaptado a la perfección a Nintendo Switch, con unos controles tanto como para construir como para desarrollar combates satisfactorios, no del todo precisos, aunque esto algo que ya sucedía en la obra original, que también contaba con una cámara algo imprecesa en lugares reducidos. El mayor atractivo de esta versión es desde luego disfrutarlo en el modo portátil de la consola, pues hablamos de un juego que llega a ser adictivo, por lo que aquellos que inviertan horas y horas sin darse cuenta tendrán una gran ciudad protegida de los malvados ataques de enemigos y salvarán a las decenas de moribundos sueltos en las islas del reino de Alefgardo. 

De esta manera, el juego, que cuenta con una duración excelente que podríamos situar alrededor de 50 horas, se hace más ameno en Nintendo Switch, que se convierte en la consola perfecta para disfrutar de esta propuesta original de Square Enix. 

Un estilo visual encantador

Centrándonos en los gráficos, Nintendo Switch no alcanza el resultado que ofrecía PlayStation 4, aunque simplemente hablamos de unos niveles algo más bajos de nitidez o texturas algo menos cuidadas que tampoco restan tanto en el resultado final. En el modo portátil sí nos llegaremos a encontrar algunos dientes de sierra visibles, aunque el juego luce nítido y sin problemas de rendimiento importantes a lo largo de la aventura. El estilo visual sigue siendo encantador y coherente con el planteamiento del juego, que trata de ser lo más fiel posible a los orígenes de la franquicia con una música notable que solo peca de repetitiva en algunas ocasiones.

En conclusión, Dragon Quest Builders es el spin-off de la saga adaptada al concepto de Minecraft pero sin perder un gran componente RPG en su ADN. Cuenta con numerosos aspectos que lo diferencian del resto de propuestas similares, convirtiéndolo en una opción más viable para los detractores de otros títulos del mismo estilo. A pesar de contar con un modo historia más que notorio, los jugadores puedes disfrutar del modo libre en el que se permite construir con recursos ilimitados. Las bondades de Nintendo Switch harán que la repititividad que pecó en el título original sean más llevables por los jugadores, quienen encontrarán en esta plataforma el clavo perfecto para disfrutar de esta propuesta que cuenta con grandes dosis de adicción y duración.