Análisis Donkey Kong Country: Tropical Freeze

Una más y lo dejo

Una de las preocupaciones que pueden surgir cuando leemos que ‘Tropical Freeze’ dispone de sólo seis islas (los mundos del mapeado de todo juego de plataformas), es la de si estamos ante un juego corto, pero descubriremos que no es así tan sólo superando las primeras fases.

Las fases han crecido en longitud, de una manera muy notable, del mismo modo que tendremos más checkpoints, por lo que cada fase vale por unas cuantas de otros juegos de plataformas.

El factor rejugable es, como en toda la saga, muy alto, además de todo lo que se nos va quedando en el tintero. En cada fase tendremos que encontrar las piezas de puzle para desbloquear bellas galerías musicales y visuales, además los mapeados tienen caminos alternativos por lo que en la primera partida nos dejaremos fases que ni siquiera tienen el camino abierto, para llegar, tendremos que descubrir el camino oculto de la fase anterior, y suelen estar bien escondidos.

Además, estamos ante un título que supone un reto, algo que no todos los videojuegos de la actualidad pueden decir, una vez más llegaremos a desesperarnos en determinadas ocasiones, con esos picos de dificultad que a Retro le encanta añadir. Aunque lo que es verdaderamente difícil es hacerse con todos los coleccionables sin ayuda.

Pero si eres de los que prefieres una experiencia más suave, Funky Kong es tu amigo, en su tienda encontrarás ítems (que te venderá a cambio de monedas plátano), similares a los ya vistos en Nintendo 3DS, globos que evitan una caída, corazones extra… y una simpática máquina de huevos sorpresa que se convertirá en un nuevo coleccionable, en el que dependeremos de la suerte y las veces que juguemos.

Toda una experiencia audiovisual

Nuestro protagonista ha perdido la habilidad para soplar, que vimos en el anterior juego, pero aparecen a lo largo de las fases unas agarraderas de las que puede tirar, pudiendo ocurrir dos cosas, que aparece un ítem o que el escenario de transforma para poder seguir avanzando, algunas resultan muy espectaculares.

Si va acompañado por otro simio, pulsando L y R a la vez (y siempre que la barra que se rellena recogiendo plátanos esté llena), los dos personajes pasarán a primerísimo plano, harán un gesto de amistad (como un saludo) y provocará efectos diversos para los desdichados enemigos que se encuentren en pantalla en ese momento.

¡A por ellos Cranky!

Así, si hacemos este movimiento especial con Diddy los enemigos se transformarán en globos de vida, Dixie transforma a los enemigos en corazones dorados que proporcionan salud extra y Cranky convierte a los enemigos en monedas plátano. Úsalo en el momento justo y sacarán mucha ventaja.

La música vuelve a estar a cargo del mítico David Wise, el hombre que los hermanos Stamper contrataron para Rare al verlo tocar en una demostración en su tienda de música. Wise ha retomado temas clásicos e introducido grandes canciones nuevas que harán subamos el volumen del televisor. Posiblemente se trate de uno de los juegos del simio con mejor banda sonora.

Regresan los niveles acuáticos, con una gran ambientación (Vuelve el tema favorito de Wise “Aquatic Ambiance”), , y donde los protagonistas tendrán un nuevo movimiento de ataque. No podremos movernos libremente ya que el aire se les va acabando, así que tendremos que buscar burbujas u otros medios para mantenernos con vida.

¡Al abordaje!

Todo ello, para llegar al lugar donde reside nuestro gran enemigo, el cabecilla de todo este circo, que está en un enorme barco vikingo que no ha dudado en situar en lo alto de la isla más peligrosa.

Por fortuna, el rinoceronte Rambi también vuelve a la carga, su manejo es como de costumbre muy satisfactorio: avanzar y destrozar lo que encontramos a nuestro paso, a lomos de este animal nos sentiremos poderosos, una lástima que no dispongamos de más monturas.

No querremos bajarnos de Rambi

El sobresaliente trabajo de Retro no nos impide ver algunos defectos, las fases de bonus, muy abundantes, son algo repetitivas, nos proponen recoger unos plátanos en un tiempo determinado que se encuentran entre unas plataformas que varían; se echa en falta una mayor diversidad de objetivos en un juego como éste.

También se podría decir que es muy fácil conseguir vidas: cada cien plátanos, en la tienda de Funky, realizando el movimiento especial de Diddy… pero cuando llegamos a las últimas islas vemos que está justificado, en un momento dado podremos perder buena parte de ellas.

Pese a que los enemigos finales son absolutamente geniales, y nos proporcionan momentos de batalla duraderos, el hecho de poseer seis islas provoca que sólo nos enfrentemos a este número de enemigos finales, habrá a quien le gustaría ver más y habrá quien lo agradezca, debido a que algunos no son precisamente fáciles.

Un nuevo imprescindible exclusivo para Wii U

Creo que el título de esta sección define muy bien lo que voy a expresar, si tienes Wii U, ‘Tropical Freeze’ es una parada obligatoria. Con sus homenajes a la serie, sus gráficos de incuestionable belleza y un diseño de niveles que se acopla como anillo al dedo a las habilidades de los Kong, obtenemos una nueva obra maestra por parte de Retro Studios.