Análisis Batman: Arkham Knight

La última oportunidad para Gotham

Uno de los puntos más criticados en los títulos del Caballero Oscuro a cargo de Rocksteady fue la trama. Aunque entretenida, en especial para los que somos fans de Batman por el constante desfile de enemigos y guiños a los cómics, ofrecía un desarrollo algo difuso. El estudio ha aprendido la lección y nos ofrece no solo un cierre por todo lo alto a la trilogía, sino también el capítulo más violento, dramático y con tintes de auténtico cine negro, como dictan las buenas obras del personaje.

Gotham vive las que podrían ser sus últimas horas. El Espantapájaros tiene diezmada a la población de la urbe, tanto es así que tiene preparada la aniquilación de los ciudadanos con un mortífero gas que ha dejado como únicos habitantes a Batman, parte del departamento de policía con Gordon a la cabeza y como no, todo tipo de enemigos del Caballero Oscuro. Se hace difícil adelantaros mínimamente los acontecimientos que encontraréis en ‘Arkham Knight’; no solo porque el arco argumental guarda todo tipo de sorpresas, sino también por las continuas referencias a los cómics y que hacen del título de Rocksteady un auténtico tributo al personaje.

Sobre si hace falta haber jugado a los anteriores ‘Arkham’, la respuesta es no. Obviamente los usuarios que hayan pasado por los dos primeros capítulos comprenderán mejor el contexto del título; pero los jugadores que lleguen nuevos a la marca pueden respirar tranquilos. Al principio del juego se nos mete de lleno en los acontecimientos sucedidos con anterioridad, enlazando con el final de ‘Arkham City’.

En referencia a su duración, ‘Batman Arkham Knight’ promete un buen puñado de horas. Siguiendo la estela de los juegos ya publicados, la campaña principal se alargará unas 10-12 horas; mientras que si repartimos el tiempo entre misiones secundarias y principales tendremos un título que ampliará perfectamente hasta las casi 25 o 30 horas.

Por desgracia, y aun considerando a ‘Batman Arkham Knight’ como el claro cierre de la trilogía, no todo es perfecto en lo referente a lo narrativo. La trama tarda bastante en arrancar, y aunque lo hace con fuerza y sabe tenernos pegados a la pantalla, hacia la mitad de la aventura veremos venir más de un giro de guión, no dejando espacio para la sorpresa. Por otra parte, los combates con jefes finales, siempre presentes en forma del amplio abanico de enemigos de Batman, no están a la altura de lo esperado en una aventura que pone punto y final a una magnífica saga. En este sentido ‘Arkham Origins’ supo acertar en lo que a la presentación y enfrentamientos con jefes se refiere, memorable la batalla por ejemplo contra DeathStroke.

El nuevo juguete de Batman

No os vamos a engañar, ‘Arkham Knight’ es un título que mantiene la misma esencia continuista que conocemos desde ‘Asylum’. Esto por supuesto no implica que sea un problema; de hecho mecánicas como el sigilo se han mejorado, también los contraataques; por lo que aunque tengamos la sensación de encontrarnos ante “más de lo mismo”, la fórmula engancha, es divertida y funciona.

Los combates por ejemplo ofrecen esas mecánicas de hack-slash en las que pulsar el botón en el momento adecuado nos ofrece una bonificación extra, ahora adornada con los contraataques dirigidos. Gracias a ellos, y llevando el stick hacia la dirección del enemigo, conseguiremos realizar un contragolpe más potente. El sigilo, protagonista durante no pocas fases de la aventura, también ha incluido suculentos cambios. El más destacable sin lugar a dudas es la posibilidad de realizar un derribo múltiple. Acercándonos en silencio a varios rivales eliminaremos al primero, momento en el que la acción dará paso a una secuencia a cámara lenta para, en un breve periodo de tiempo, eliminar al resto de adversarios. De esta forma, Rocksteady nos incita a querer actuar usando la fórmula del sigilo más a menudo gracias a los espectaculares “takedowns” y no optar por el combate directo. Enlazando con los enfrentamientos no hay que dejar pasar por alto la cooperación en ellos de otros compañeros del Murciélago. Catwoman, Robin o Nightwing no dudarán en unirse a la trifulca llegado el momento. Escenas que aportan tintes de epicidad, más enemigos en pantalla con los que enlazar combos y por supuesto la posibilidad de intercambiar roles.

Más allá de las sutiles características introducidas por Rocksteady en el plano jugable que ya conocíamos desde hace seis años; sin lugar a dudas uno de los grandes protagonistas de ‘Arkham Knight’ es el Batmóvil. El nuevo “juguete” del Caballero Oscuro cambia en cierta manera el concepto y mecánicas de la saga ‘Arkham’, haciéndolo casi un personaje más. Desde su espectacular entrada en escena, pasando por el monumental espectacular visual y sonoro que supone ponerlo en marcha, el vehículo – y que casi podríamos definir como un tanque – es una de las apuestas más divertidas del producto. La utilización del Batmóvil tiene la peculiaridad, y acierto, de ofrecer al usuario justamente lo que se ve reflejado en películas y cómics del Caballero Oscuro: sensación de poder, y por qué no decirlo también, destrucción.

En su modo estándar, el Batmóvil será un auténtico bólido con el que recorrer las calles de Gotham a toda velocidad, usando el propulsor para realizar enormes saltos o embestir al coche enemigo de turno. Por otro lado, y aquí entra ya en acción la faceta más bestia del vehículo, la modalidad combate permite que el Batmóvil realice movimientos más rápidos, sea capaz de abrir fuego con la torreta, disparar misiones (tanto de forma manual como guiados), minas… en definitiva, nos sentiremos como críos una vez estemos a los mandos de semejante máquina.