Análisis Two Worlds 2

Sonido

Sin duda, lo mejor del juego. La banda sonora que nos acompaña tiene una calidad francamente buena, con melodías orquestrales de corte épico y medieval. En general, todo el aspecto sonoro es estupendo, variado y bien realizado, y sin duda ha sido la apuesta con mejor resultado de todas las que se han llevado a cabo en el desarrollo.

Toda la música que suena en la aventura está muy bien optimizada con lo que ocurre en pantalla. Para nuestros largos paseos entre villas medievales, bosques y desiertos, sonarán de fondo melodías calmadas, muy bien ejecutadas y dignas de una superproducción cinematográfica. A la hora de los combates, o cuando nos acerquemos a zonas conflictivas, la banda sonora cambiará radicalmente. Será el momento de los compases más animados, recreados también de manera excelente.

El trabajo en este punto ha sido muy bueno, con una score que realmente te transmite lo mismo que la ambientación en sí, te sitúa en ese territorio desconocido que es Antaloor. Pocas veces nos encontramos ante una banda sonora tan sobria y a la vez tan buena, digna incluso de desarrollos de mucho más prestigio.

Los efectos sonoros están a la altura del resto de este apartado. Variados y bien hechos, van desde las voces de los personajes, decentemente interpretadas, hasta los choques de las espadas contra los escudos. Hay una gran variedad de sonidos que ponen una excelente guinda final a un apartado sonoro francamente bueno, recalcamos, lo mejor del juego sin duda.

Diversión

El usuario que quiera acercase a Two Worlds II debe de tener clara una cosa: es un juego del rol al uso, sin más. No veremos atrevidos intentos por mezclar géneros o por añadir conceptos nuevos a este género tan usado ya. Los típicos menús de inventario, las clásicas mejoras de habilidades, los más que vistos tipos de enemigos...todo lo que nos ofrece dará una sensación de dejà vú a todo fanático del género o buen seguidor de videojuegos.

Una vez teniendo en cuenta esto, lo que sí que logra Two Worlds II es conseguir, dentro de ese clásico modo de juego, un estilo personal e inconfundible. Aunque a simple vista puede confundirse con "uno de tantos", cuando jugamos en profundidad nos damos cuenta de la personalidad del título, presente en casi todos los apartados. Esta personalidad da un cierto interés a nuestro avance, pues los roleros se encontrarán ante un buen juego del género y los no tan seguidores del tema disfrutarán de una buena experiencia jugable, mejorable, pero muy entretenida.

Destaca también la opción de crear pociones y mejorar armas, muy entretenida y creativa. Sin duda, será una vertiente en la que muchos no se fijarán durante el juego, pero que es realmente interesante y para los más roleros seguro que es una auténtica delicia. No hay nada más satisfactorio que hacer un buen brebaje y poder ponerle nuestro nombre.

Todas las opciones que nos ofrece el juego resultan complejas en un inicio, pero en un par de horas nos haremos con todo y resultará muy fluido. El transcurso del juego y los retos que se nos proponen son divertidos y nos empujarán, si lo deseamos, a pasarnos horas y horas con Two Worlds II. Si es cierto que el tutorial es demasiado largo, al igual que sus cinemáticas, una vez lo hemos pasado tendremos total libertad para hacer lo que queramos y, realmente, es una aventura que vale la pena jugar. Lo que si se echa en falta es una mayor profundidad, mayor duración (como mucho nos durará unas 25 horas) y quizás, una dificultad más para veteranos, pues se trata de un título muy sencillo.

Multijugador

Desde que soy analista de videojuegos, nunca me he encontrado con un caso tan evidente de multijugador por decreto. Porque, francamente, Two Worlds II no es un título que se preste en absoluto a un modo online para varios jugadores, pero Reality Pump ha creído conveniente, imaginamos que de cara a la promoción del mismo, incluir con calzador un tipo de juego de este estilo. Al menos, el resultado no ha sido del todo malo, todo al contrario. Un añadido nada desdeñable que alarga la vida del juego y que nos entretendrá un poco al margen de la campaña principal.

Los modos de juego multijugador son bastante originales. El primero es el deathmatch, el más clásico de todos, donde dos equipos luchan por sobrevivir en una batalla campal. En el modo duelo nos enfrentaremos a un rival en una lucha a muerte, mientras que en el modo aventura protagonizaremos una campaña adicional cooperativa a través de la red. El más curioso de todos es el modo Aldea, en el que dominaremos un pueblo y tendremos que combatir a otras poblaciones que nos quieren conquistar. Por último encontramos el modo Captura de Cristales, una suerte de Capturar la bandera al estilo Two Worlds II.

Son modos entretenidos para un rato, cuando nos pasemos el juego y cuando nos cansemos de él, pero para nada suplen al modo para un jugador. Son más bien un añadido, bien hecho y con un rendimiento muy bueno, pero que no pueden ser bajo ningún concepto una excusa para la compra del juego, pues no nos ocuparán demasiado rato.

Conclusión

No se puede negar el mérito de Two Worlds II de conseguir aquel reto implícito en cualquier secuela: superar a su predecesor. Sin duda, es un título mucho mejor que la primera parte, que ha subsanado gran parte de sus errores aunque no por ello está exento de ellos. Pero ha conseguido pasar de un intento de juego de rol a un título digno y muy divertido, que poco a poco se va haciendo un nombre acorde con su calidad.

Y es que Two Worlds II no pasará a la historia, pero tiene calidad detrás como para gustar a muchos y asentarse en la Europa League del rol, ya que no es un grande, pero sería una de las alternativas de más calidad en el mercado. Poco arriesgado, pero completo y entretenido, se trata de una buena opción de la que difícilmente te arrepentirás.