Análisis Tom Clancy's: The Division

Unidad de élite en la Gran Manzana

La ambientación post-apocalíptica siempre ha resultado atractiva. Recorrer ciudades que antaño estuvieran atestadas de coches o abarrotadas de gente, siendo sustituidas por calles desérticas y plagadas de peligros impredecibles convierten al género en una idea cuanto menos llamativa y que da lugar a todo tipo de posibilidades jugables, ya sea dentro del campo de la acción o la supervivencia.

'The Division' nos sitúa precisamente ahí, en una grandísima urbe – Nueva York – la cual se ha visto asolada por un virus en un día de sobra conocidos por todos, el Black Friday. Con la población sobreviviendo como buenamente puede ya sea en sus ahora casi inhabitables hogares o recibiendo acogida en los refugios de turno, entra en acción el grupo de élite que da nombre al juego. Unidad destinada no solo a ofrecer ayuda a los pocos ciudadanos que pueden quedar en Nueva York, sino también en defender a la Gran Manzana de aquellas bandas que intentan aprovecharse de los más débiles.

Como miembro y parte de The Division deberemos de completar todo tipo de tareas para proteger a los habitantes de la ciudad. Un punto de partida que como decíamos en el pre-análisis de hace unos días se rige por el recurso 'in media res'. De forma breve se nos pondrá en situación para conocer lo justo y necesario sobre la catástrofe que ha llevado a Nueva York a la actual situación, además poder crear al protagonista. A ello hay que sumar también la cuantiosa información que recibiremos a medida que progresamos en la aventura sobre el virus, además de los datos que ampliarán dicha información mediante cintas o grabaciones. Por desgracia, The Division no cuenta con un editor de personajes trabajado, tirón de orejas para Ubisoft y que aunque no pueda suponer un gran inconveniente, nos hubiera gustado ver una creación del agente algo más elaborada, acentuando así la personalidad de éste.

La Campaña de The Division es extensa. Si bien puede que la historia no sorprenda tanto como en otras obras de mundo abierto, la trama se sigue con interés. La personalización, y de la cual hablaremos más adelante, está inclusive presente a lo largo del argumento, teniendo en cierta manera total libertad para decidir como y cuándo queremos adentrarnos en una u otra sección de la misma. Además de contar con misiones principal correspondientes a cada una de las ramas de habilidades a mejorar, los encargos secundarios y otros de índole dinámica estarán muy presentes durante toda la aventura, siendo muy difícil que nos aburramos o estar libres de cualquier tipo de tarea para nuestro agente.

Divertido en solitario, adictivo en compañía

Unas las cosas que mejor hace 'The Division' es el aunar no solo elementos acción y RPG de forma más que notable, sino también directamente relacionar apartados como la historia con el sistema de habilidades o la vertiente PvP. La tela de araña que ha tejido Ubisoft en torno al juego da como resultado un empaque que tiene sentido, lógica y por qué no decirlo, transmitir esa sensación de encontrarnos ante un mundo peligroso y en el que la muerte puede esperar en cualquier esquina.

Cierto es que algunos elementos como la escasa variedad de enemigos podría haberse aprovechado mucho mejor, o que las misiones en lo que a sus mecánicas se refiere no han terminado de convencernos – casi siempre acabando en oleadas de bandidos que vienen acompañados del jefe de turno - , pero no cabe duda de que la ambientación junto al componente de looteo de todo RPG que se precie cumplen su función: engancharnos sin remedio.

'The Division' es un título que perfectamente podremos disfrutar en solitario. A nuestra disposición tenemos un amplísimo compendio de misiones repartidas por la ciudad, pisos francos/bases a modo de centros neurálgicos en los que agenciarnos nuevo equipo, el sistema de crafteo – sencilllo pero profundo al mismo tiempo – o la siempre atractiva idea de dedicarnos a explorar la ciudad a nuestro antojo . No obstante, y donde gana importancia 'The Division' es en la vertiente cooperativa. Es ahí donde realmente la obra de Ubisoft saca pecho.

La Zona Oscura sin ir más lejos, se convertirá en nuestro habitual punto de encuentro con otros jugadores para hacernos con el mejor equipo. Lo que pasa dentro de esta localización os aseguramos que es totalmente impredecible. Como ya os podréis imaginar, el solo hecho de encontrar el mejor equipo abre la puerta a que seamos el foco de atención del resto de jugadores, dando pie a situaciones de lo más inverosímil. Estarán aquellos que ayudarán a usuarios que necesiten ayudan, pero también aparecerán los que quieran hacerse con vuestro preciado botín a toda costa.

Con acción táctica y RPG a partes iguales, 'The Division' nos encandilará como pocos juegos en su estilo han sabido hacer. Es obvio que puede que no tenga el atractivo visual y el trasfondo de 'Destiny', pero en cierta manera Ubisoft ha sabido elaborar una obra que sin llegar a contar con un gunplay tan preciso como el del shooter de Bungie, nos atrapará desde el minuto uno. Cada tipo de arma se siente diferente a la anterior. Coleccionar todo tipo de elementos visuales para nuestro personaje se convertirá en una tarea enfermiza – en el buen sentido de la palabra -, no podemos olvidarnos tampoco de la adquisición de niveles y los correspondientes puntos de habilidad. Divididos en tres ramas, 'The Division' nos dará total libertad para elaborar un personaje único, centrándonos en labores de recuperación de salud o bien crear un auténtico soldado preparado para el campo de batalla.

Eso sí, poco aguantaréis en pie si optáis por afrontar los choques de forma directa. Sin llegar a tener una dificultad frustante, los combates serán duros, teniendo que tener constancia en todo momento si la nueva zona a visitar es apta para el nivel de nuestro personaje y vamos equipados a la última en términos de piezas o mods para las armas y contamos con una variedad notable de éstas. Más allá de estos breves consejos, parapetarnos como mandan los cánones e intentar buscar la espalda del rival será fundamental para lograr superar los desafíos sin el menor de los esfuerzos. Lástima que la IA no esté a la altura. Tras varias horas frente al juego – y con algún que otro bug de por medio – los enemigos se exponían demasiado a menudo en coberturas ridículas, mismo caso para los aliados y que inclusive llegaron a meternos en más de un apuro.

Buen comienzo para una nueva IP

Aunque es cierto que 'The Division' puede que no ofrezca el prometedor apartado visual de 2013, que podríamos contar con una ciudad algo más llena de vida o variedad de enemigos, lo nuevo de Ubisoft garantiza que, como mínimo, nos mantendrá atrapados más 50 horas.

La cantidad de tareas a realizar es cuantiosa si afrontamos la obra en solitario; algo que ya mencionamos con anterioridad, pero es que la longevidad del producto crece de forma exponencial con amigos. A la receta hay que añadir además un sistema jugable que engancha tanto en lo referente al combate como más allá de lo que encontramos en este: personalización visual, mejora de armas y equipo, habilidades...

¿Podríamos habernos encontrado ante un título mucho más redondo? Por supuesto, pero no cabe duda de que 'The Division' sabrá cómo tenernos ocupados con una propuesta sencilla, directa y que no se anda por las ramas a la hora de, y con accesibles mecánicas, mantener enganchados a los usuarios hardcore como aquellos que busquen una experiencia de calidad pero que no requiera de largos periodos de aprendizaje.

Independientemente de cuáles sean nuestros propósitos para con 'The Division': Dedicarnos por entero a la Campaña o hacernos un nombre en la Zona Oscura junto a nuestros compañeros, Ubisoft ha sabido encarrilar con acierto un título que logra un notable en cada uno de sus apartados. Gráficamente, aunque no sorprende, tiene momentos que nos dejarán con la boca abierta gracias a su espectacular iluminación. El sonido, también importante, mantendrá el nivel gracias a sus potentes FX, aderezado con un doblaje al castellano más que correcto. Sumad a la ecuación una jugabilidad adictiva y una imponente recreación de la ciudad de Nueva York y tendréis el que posiblemente sea el primer gran lanzamiento de 2016 para Xbox One, PlayStation 4 y PC.