Análisis The Evil Within 2

The Evil Within 2

Fuego, camina conmigo

Uno de los grandes defectos de la primera entrega de la saga de Shinji Mikami fue la narrativa. A pesar de que el título se mostraba en todo momento dispuesto a sorprendernos con el argumento y sus personajes, la trama quedaba demasiado difusa por el camino entre episodio y episodio. Detalles que quedaron ligeramente subsanados con los DLC posteriores protagonizados por Kidman, la detective que acompañaba desde el principio a Castellanos. 

The Evil Within 2, como buena secuela, ha hecho los deberes no sólo en el terreno jugable sino también en el argumental y narrativo. El jugador puede respirar tranquilo al saber que esta vez no perderá el hilo con lo que suceda en pantalla, sino que además se darán respuesta a muchas de las preguntas que quedaron en el aire con la obra original. Por supuesto y como ya estaréis imaginando, es imprescindible haber jugado a The Evil Within. No sólo para poner en contexto su universo y trasfondo, sino también para dar un mayor empaque a los personajes que en esta secuela vuelven a tener su pedacito de historia. 

Sebastián Castellanos vuelve a ser el protagonista. Han pasado 3 años desde los acontecimientos de Bacon. A pesar de los momentos vividos con su equipo, Mobius y los horrores presenciados, el exdetective sigue lamentándose por la pérdida de su hija, fallecida en un trágico incendio. De la noche a la mañana, y con las pesadillas todavía acudiendo a Castellanos día sí y día también, la que fuera compañera del departamento - Kidman - tiene buenas noticias para Sebastián: Su hija sigue viva. 

Este será el punto de partida para el argumento de The Evil Within 2. Me niego en rotundo a avanzaros algo más sobre la trama, algunos de los personajes que encontraremos durante los primeros momentos de la aventura. La secuela se apoya de forma exponencial en su argumento y narrativa para mantener al jugador atrapado en todo momento frente a la pantalla. 

Mobius, Castellanos, la hija de éste, Kidman y un misterio aterrador que ha convertido un tranquilo pueblo en la peor de las pesadillas serán parte esencial de una trama que se cocina a fuego lento en los primeros episodios del juego; y que llegados al ecuador del mismo nos dejará sin aliento gracias a su espectacular ritmo. Tango Gameworks ha identificado el foco del problema en la obra original, y con The Evil Within 2 han sabido elaborar una historia en la que las palabras thriller, terror psicológico y gore tienen cabida.

Todo en su justa medida

Dicen que quien mucho abarca, poco aprieta. Uno de los elementos en los que Tango Gameworks ha incidido de cara a The Evil Within 2 ha sido Union, el pueblo que podremos recorrer a lo largo de la aventura. Una zona de carácter mundo abierto disponible para el jugador y que éste explore a sus anchas. 

Mientras que la primera entrega apostaba de lleno por un diseño de niveles lineal y puramente narrativo, The Evil Within 2 da pie a dos formatos: el mundo abierto y el ya mencionado más guiado. Lo mejor de todo es que ambos casan a la perfección, no predomina uno sobre el otro. 

Gracias a esos momentos en los que la exploración de Union se convierte en protagonista, el juego gana en variedad. Tendremos misiones secundarias que ahondarán en los personajes que se mantienen con vida dentro de la pequeña localidad; coleccionables repartidos por el escenario y secretos que, una vez descubiertos, ampliarán considerablemente nuestra potencia de fuego. 

Explorar Union no será un paseo. Por el camino nos encontraremos con criaturas que nos pondrán las cosas francamente difíciles durante los primeros compases de la trama, sacando nuestra vena de auténticos supervivientes. Y es que en The Evil Within 2 la supervivencia estará más presente que nunca. 

Volverán elementos como el Gel Verde, plantas con las que crear objetos curativos, piezas para elaborar munición y mejorar las armas y llaves que nos darán acceso a útiles de gran importancia. Tatiana, la enfermera de la primera entrega será nuestra luz en mitad de la oscuridad para ampliar las posibilidades de supervivencia de Castellanos, ya sea mejorando su salud, resistencia o sigilo. El crafteo también tiene su importancia en el juego, y lejos de ser un elemento que incordie o denote una presencia metida con calzador, su función no desentona en ningún momento, incitándonos siempre a la mejora del arsenal gracias a los secretos que esconde Union.

The Evil Within 2

The Evil Within 2 nos sirve en bandeja pues dos tipos de juego. Los segmentos que tienen lugar en Union, generalmente más ligados a las misiones secundarias y exploración, nos recuerdan con acierto a los mejores momentos que podríamos recordar de un Silent Hill o incluso Alan Wake. Por otra parte, las secciones vinculadas a la trama principal optan por un estilo más “encorsetado”, concepto que no debe ser tomado como peyorativo, sino todo lo contrario. 

De hecho, cuando The Evil Within 2 mejor funciona como juego de terror puro, ya sea psicológico o con tintes de gore, además del impacto artístico en lo visual es en los momentos donde la historia de Sebastian Castellanos es la protagonista. Es aquí donde los artistas de Tango Gameworks han sacado a relucir toda la “mala-uva” que podría esperarse de un estudio que nos dejó boquiabiertos con la primera entrega y en esta ocasión no iba a ser menos: jefes terroríficos, escenarios claustrofóbicos y plagados de detalles escalofriantes y un tratamiento del sonido sobresaliente.

Cuando el terror no sólo es visual

The Evil Within 2 deja atrás las plataformas de generaciones pasadas para poder sacar provecho ahora sí de las bondades de PlayStation 4 y Xbox One. No obstante, y aunque las mejoras en el motor IdTech 5 saltan a la vista en términos de iluminación o detalles, el vetusto motor empleado deja algunas contrastes, en especial referente a ciertas texturas o problemas de rendimiento.

Mientras que en PlayStation 4 y Xbox One se desenvuelve a 30 fps, alcanzar los siempre bien recibidos 60 frames por segundo en PC se convierte en toda una odisea. Stuttering, problemas con el sonido, carga tardía de texturas… todo ello independientemente del equipo que tengamos o la configuración. Esperamos que Tango Gameworks trabaje en el parche de turno para la versión de ordenador. 

Continuando con lo visual, Tango Gameworks podría haber abogado también por algunos diseños más de cara a los enemigos; eso sí, éstos muestran un diseño terrorífico y que para nada desentonan con la propuesta de la obra. Como decíamos líneas atrás, en lo artístico el estudio de Shinji Mikami saca pecho en la zonas más lineales y directamente vinculadas a la trama principal con un diseño de niveles y jefes francamente imponente. 

The Evil Within 2

El apartado sonoro queda redondeado con unos efectos de disparos, quejidos, golpes - entre otros - que nos pondrán los pelos de punta. Mención especial para la banda sonora, ahora más presente que en la primera entrega, y que encaja a la perfección y como un guante con la trama. 

Posiblemente, el Sleeper del año

The Evil Within 2 sea, muy posiblemente, el sleeper de 2017. Nos encontramos ante un juego que con una duración estimada entre 15 y 20 horas, es capaz de darnos grandísimos momentos. Su oferta de supervivencia, exploración, aventura y sobretodo terror, mucho terror, lo hacen un candidato perfecto para tu colección en Xbox One, PlayStation 4 y PC. 

No abusa de un estilo u otro, ya sea las zonas de mundo abierto o bien las lineales, sino que se mantiene en su justa medida para que el jugador no quede ni abrumado pero tampoco aburrido a los pocos minutos. A esto ayuda no sólo el componente jugable de aventura con tintes de survival horror, sino también su trama principal. Con un escenario espectacular y unos personajes carismáticos, Tango Gameworks nos mantendrá en vilo desde el comienzo hasta el final. 

Puede que introducir algo más de variedad para los enemigos más comunes hubiera estado bien, optimizar algo más el motor gráfico o que la curva de dificultad desde el comienzo en Normal o Pesadilla sea un quebradero de cabeza; pero en líneas generales The Evil Within 2 es un ejemplo de todo lo que una buena secuela debe tener.