Análisis Tales of Symphonia

Pero al igual que los cuentos, una de las cosas más importantes que nos pueden enseñar los videojuegos son los valores, como la amistad, el amor, el respeto, el valor, dar importancia a nuestros sueños y deseos o luchar por lo que queremos entre otras cosas. El género de los RPG's es uno de los que más potencia esta enseñanza y Namco Bandai creó una saga para dar a conocer estos valores y predicarlos de una manera divertida, entretenida y probablemente inmejorable. Nació la saga Tales Of... y con ella, la imaginación y el espíritu aventurero de muchos se dio rienda suelta.

GameCube fue una consola para no dejar en el olvido, y muestra de ello son juegos de una calidad sobresaliente como Baten Kaitos o The Legend Of Zelda: Wind Waker. Uno de ellos rompió esquemas atravesando las fronteras de Japón y llegando a todo el mundo teniendo un éxito imparable en la consola menos vendida de la pasada generación. Tales Of Symphonia oxigenó GameCube como pocos juegos lo hicieron, ofreciendo una experiencia equiparable a la de los mejores RPG's de la historia, con una calidad increíble. Retomamos el cómodo mando de Nintendo GameCube para recordar la mágica historia de Lloyd, Collete y todos los demás.

Historia

La historia de Tales Of Symphonia comienza como muchos cuentos infantiles. Lloyd Irving, Colette Brunel y Genis Sage viven en la pequeña aldea Iselia, situada al noroeste del gigantesco mundo de Sylvarant. Son chicos jóvenes que estudian en las clases que imparte la profesora Sage, Raine, hermana de Genis. El mundo de Sylvarant funciona como un reloj de arena, en el que cada cierto tiempo sus habitantes deben hacer un ritual para que fluya el mana, material que hace que el mundo sea mundo. Ese ritual incluye un sacrificio... el del elegido por la diosa Martel, suprema de la religión vigente en su mundo.

En este caso, la elegida para dicha misión es nuestra Colette, que con una actitud extraordinariamente madura acepta su destino de convertirse en ángel siendo la martir de esta resurrección del mundo. Su misión será recorrer todo Sylvarant para abrir los sellos que servirán para completar su sacrificio y, por ende, restaurar el flujo de mana. Los encargados de escoltar a Colette durante tan largo peregrinaje serán la profesora Raine y un mercenario contratado llamado Kratos Aurion.

La amistad (y las circunstancias) que unen a Lloyd y Genis con Colette no les deja separarse y terminan enfrascados en la misma aventura. Como veis, el comienzo de esta historia deja un saber agridulce: agrio por el fatal destino que espera a la protagonista Colette, pero dulce por la esperanza de encontrar durante la aventura una solución que satisfaga a todas las partes. El sentimiento es solo una pequeña porción de lo que nos produce una historia tan compleja como retorcida y genial. Se trata un tema tan importante como es la discriminación racial.

En el mundo del juego conviven tres razas de personas: los humanos, los elfos y los semielfos. Estos últimos son considerados una aberración de la naturaleza y no tienen cabida en la sociedad, ya sea por su sangre mixta o por sus poderes especiales que los hacen diferentes. Nos encontraremos situaciones un tanto críticas que se daban con anterioridad en la vida cotidiana de corte racista, como abucheos públicos o ridiculizaciones por parte de poderosos. Por si eso fuera poco, unos desalmados conocidos como "Los Desianos" capturan a humanos y los ponen a trabajar en sus granjas (o cárceles), con el verdadero objetivo de crear unos artefactos llamados "esferas", que otorgan poderes especiales a quien las lleva implantadas. La historia general contiene tantos cambios de guión que resulta imposible predecir lo que ocurrirá próximamente.

Quizá esto sea por gozar de 2 finales muy diferentes, siendo solo uno de ellos el real confirmándose en la segunda parte del juego "Dawn of The New World".