Análisis Super Mario 3D Land

Goomba XXL "Tanooki Edition"

Los objetos y el resto de elementos, como no podía ser de otra forma, también estarán modelados en 3D y muchos de ellos "corretearan" de un lado para otro si no los cogemos a tiempo. Al igual que los enemigos, estarán de nuevo todos reunidos y personalizarán a nuestro héroe de una y mil formas para mimetizarlo con el ambiente en todas las ocasiones. Respecto a los elementos, contaremos con un gran repertorio de ellos. Desde el bloque "pow", pasando por las clásicas tuberías y terminando en los bloques voladores. Todo estará perfectamente integrado y muchas veces, tendremos que "jugar" con los elementos para obtener ciertas monedas-estrellas escondidas.

Por último, el juego cuenta con algunas cinemáticas entre fases, como al ir a determinadas zonas como los barcos voladores, al acabar con Bowser en los castillos o al finalizar un mundo. Estas animaciones están realizadas con el motor gráfico del juego, al igual que las escena del menú principal. Este detalle, pese a ser una cosa sin mucha importancia, facilita la armonía y la linealidad visual del título, evitando disonancias. Como curiosidad, el juego nos irá dando cartas que contendrán curiosas fotos en tres dimensiones, que podremos guardar en la memoria de la consola para enseñárselas a todos nuestros amigos.

Impresionante nivel gráfico

¿Qué es lo que tiene visualmente este Super Mario que no tiene otros? Simplemente, todo. Es un juego asentado sobre todos los anteriores. Una recopilación de elementos clásicos pasados por un proceso de modernización cuidadoso y deslumbrante. Entornos mágicos, enemigos modelados de tal forma que hasta da pena matarlos, y niveles que invitan a ser jugados una y otra vez debido a la belleza que transmiten. Si alguien se esperaba "lo de siempre", lo tendrá, pero elevado con un salto cualitativo tan grande que costará compararlo con sus orígenes en consolas.

Jugabilidad

Difícil tarea la de encontrar similitudes con un juego que juega con las tres dimensiones como elemento principal. Si algo caracteriza a este Mario es que se trata de un título prácticamente inviable en otra consola. Cuando decimos que las tres dimensiones están integradas y no añadidas como algo opcional o simplemente embellecedor, hablamos totalmente en consecuencia a los que nos ofrece Super Mario 3D Land.

Si en Nintendo 3DS no encontrábamos aún ningún juego que nos demostrara el porqué del 3D en la consola, ahora ya tenemos el ejemplo por excelencia. La jugabilidad y la simpleza clásica de la saga se aúnan con las tres dimensiones en una unidad perfecta. Las tres dimensiones son la base sobre la que se asienta el título. Basta con desactivarlas con el regulador para darnos cuenta de la viveza que aportan y lo complicado que resulta intentar superar las fases con el 3D deshabilitado.

La perspectiva juega un papel primordial

"¿Tres dimensiones? Si yo ya me liaba con dos botones en la Nintendo DS". Si algo hace más grande (si cabe) a este título, es que en Super Mario 3D Land, pese a ser un juego totalmente nuevo, seguiremos valiéndonos de "dos botones" para avanzar a través de él. Quizás este sea el apartado más brillante: cómo mantener una esencia intacta y ofrecer una experiencia revolucionaria. Cabe recalcar, que al principio hacerse con la profundidad puede ser algo difícil, ya que situar a los enemigos en pantalla y calcular las distancias es algo a lo que uno debe adaptarse.

Los niveles, además de dosificar la curva de aprendizaje, nos irán incorporando elementos de forma gradual, sin saturar al jugador y de forma intuitiva. Así, tendremos escenarios específicos en los que habrá que usar un ítem concreto para acabarlos. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en los niveles en el cielo, en el que el "bloque helicóptero" será nuestro mejor compañero de viaje. Y así se van intercalando las fases, entre guiños retro, enemigos cada vez más persistentes y saltos cada vez más ajustados. Un juego que empieza siendo una delicia jugable y tranquila y acaba convirtiéndose en un reto para los más habilidosos.