Análisis SteamWorld Dig

Estos elementos le dan al juego un pequeño y acertado toque RPG. Además este ofrece un fuerte componente estratégico, pues no solo tendremos que comprar las mejoras y objetos adecuados, si no que también habrá que pensar muy bien de qué manera queremos excavar las minas y por donde deseamos trazar el camino. Esto se debe a que si excavamos de forma inadecuada podríamos dificultar mucho nuestro ascenso al pueblo cuando necesitemos retornar, o incluso podríamos quedar atrapados en un punto de no-retorno, en cuyo caso tendríamos que autodestruirnos con la opción pertinente.

Morir en SteamWorld Dig se penaliza con la pérdida de todas las joyas que teníamos recolectadas en ese momento. Eso sí, lo bueno es que podremos recuperarlas si regresamos al punto donde hemos muerto, pues todo lo que se sucede dentro de las minas queda plasmado permanentemente durante todo el juego, tanto la ubicación de estas joyas como el camino que hemos trazado, lo que nos obligará a cavar con cautela.

A medida que avancemos iremos encontrando subsalas con ciertos puzles y acertijos donde podremos adquirir habilidades que no se pueden obtener en la tienda. Estas nos facilitarán la vida a la hora de avanzar. Hay bastantes, tales como esprintar, saltar más alto utilizando el agua como propulsor, o un taladro para romper rocas que son indestructibles para el pico normal, entre otras. Son muchos los objetos, mejoras y habilidades que podremos obtener durante la aventura, con lo cual nunca se hace monótono ni repetitivo.

Cuando ya hayamos avanzado un buen rato por las minas nos daremos cuenta de que hemos creado un laberinto de enormes proporciones, en el cual sería bastante sencillo perderse de no ser porque el mapa del lugar estará plasmado en la pantalla inferior en todo momento (además nos iremos topando con teletransportadores hacia el pueblo en ciertos puntos). En ella también se nos facilitarán otros datos, como el dinero que tenemos o las joyas que llevamos en el bolsillo (los espacios de los bolsillos son limitados, aunque pueden expandirse mediante mejoras). Carece de funciones táctiles, dicho sea de paso.

Desgraciadamente, aunque se trata de un juego redondo en casi todos los aspectos, su lacra es la duración. SteamWorld Dig es un viaje bastante cortito (unas 4 o 5 horas aproximadamente). Sin embargo no todo es malo, pues en cada nueva partida que comencemos la estructura de las minas será diferente, algo que le da muchísimo valor rejugable al título de Image & Form. Y creedme, es tan asombrosamente adictivo que le daréis una segunda vuelta. O una tercera, una cuarta o todas las que hagan falta.