
(Switch)
Splatoon 3: rumbo a Tintelia
La saga de Splatoon sorprende con una tercera entrega que perfecciona todo lo aprendido a lo largo de estos años y nos da el que puede ser el título definitivo de la saga.
Plataforma analizada: Nintendo SwitchNintendo ha sido desde siempre una empresa que se ha caracterizado por hacer las cosas a su manera, siendo así que a la hora de introducirse en el género de la lucha, caracterizado por barras de vida, lo hizo con Super Smash Bros y sus porcentajes de daño. Por otro lado, si bien no eran tan comunes en la época, un juego de carreras debía ser amigable y con karts en lugar de coches. Y con esto en mente, el género de los shooter vio su adaptación con la fórmula de Nintendo a través de Splatoon.
No es exagerado decir que ha podido ser una de las mejores ideas que han nacido en Nintendo, ya que, lejos de centrarse en disparar a otros, con la polémica que eso genera, Nintendo optó con Splatoon por hacer un título original y divertido en el que el paint-ball es la clave, siendo la eliminación de nuestros rivales un elemento secundario que facilita alcanzar nuestro objetivo.
Y ante esto, tengo que confesar que en un inicio no fui nada fan de Splatoon. Quizás por las circunstancias personales, por su necesidad de jugar online o por tener que ir con mi Wii U a rastras no pude aprovechar al máximo el título. Sin embargo, con la segunda entrega fue todo lo contrario, ya que no solo acabé enganchado con más de 80 horas de juego (que se quedan cortas en comparación a lo visto en amigos) y una Octoexpansión que me enamoró, sino que, pese a lo dicho, fue el título con el que estrené mi Nintendo Switch.
Es por ello que, en mi caso personal, Splatoon 3 ha tenido la difícil tarea de romper este desempate de la saga, siendo un título que he podido disfrutar en todos sus formatos durante estas semanas. Y a modo de haceros un spoiler bien rápido sobre el desarrollo de este texto, solo os puedo decir que Splatoon 3 es la entrega definitiva de la saga. Os cuento los motivos a continuación:
En primer lugar, pese a los más de 10 millones que acumula en ventas Splatoon 2, no puedo más que comenzar este texto haciendo una pequeña introducción para aquellos que seáis nuevos de lo que vais a encontrar en esta saga, ya que no se puede descartar que haya nuevos jugadores que se sumen a la batalla en Tintelia. En el caso de que ya sepáis de qué va, os podéis saltar los próximos tres párrafos.
Dicho esto, hay que señalar que Splatoon es una saga centrada en los disparos, pero desde una nueva variante, ya que en lugar de tener que acabar con nuestros enemigos, el objetivo será, en su modo básico, pintar la mayor cantidad de suelo posible, de forma que cuando se agote el tiempo el equipo que más superficie tenga cubierta de pintura, ganará.
Esto es lo que viene siendo conocido como Territorial, siendo este su modo de juego básico. No obstante, hay otros tantos que cuentan con diferentes objetivos. Ahora bien, más allá de servir como método para alcanzar la victoria, la tinta tiene más usos, ya que esta misma sirve para que los Inkling, unas especies de niños-calamares, puedan moverse a una mayor velocidad adoptando su forma animal.
Asimismo, también tendrá más usos como recargar nuestra munición, la cual toma la forma de un tanque de pintura, entre otras muchas funciones. Y todo esto teniendo en cuenta que el título cuenta con un amplio repertorio de armas para llevar a cabo esta tarea, a la par que los cosméticos también servirán como potenciadores de diferentes estadísticas.
Todo esto centrado, obviamente, en la vertiente multijugador con equipos de 4 Vs. 4, siendo así un título que no está tan pensado para aquellos que jueguen solos o no tengan online.
Aclarado lo anterior, aquellos que leáis mis análisis habitualmente sabréis que solo empezar por la historia principal del juego y luego dedicar un espacio a las mecánicas del mismo. No obstante, en el caso de Splatoon 3 haré una excepción debido a que la misma esencia del juego está en su jugabilidad, siendo su historia un añadido más que, a modo de adelanto, supera a los dos anteriores con creces.
Es justo por ello que toca hablar de los cambios que hemos podido ver en Splatoon 3 respecto a su antecesor, donde parece que el tiempo ha perfeccionado la habilidad de los Inkling con varias mejoras en sus movimientos que, pese a que son anecdóticas en apariencia, consiguen darle mucho más dinamismo al juego.
Por poner varios ejemplos de esto, tenemos las piruetas, que nos hacen más resistentes de forma temporal a la par que permite ejecutar movimientos más ágiles, lo que podrá ayudarnos especialmente a la hora de recorrer largas distancias por los mapas del juego, los cuales volverán a ser simétricos a fin de ofrecer batallas equilibradas.
Esto en la experiencia personal ha llevado a que haya tenido que estar más atentos, ya que si bien el funcionamiento del juego ya me lo conozco, esta mayor velocidad ha provocado que en cualquier momento los rivales se me hayan podido echar encima y viceversa, llegando así a ver partidas en las que mi equipo ha arrasado y en los que hemos acabado invadidos, aunque pudiendo cambiar las tornas al mínimo despiste. De hecho, puestos a presumir, he tenido la fortuna de no perder ni una sola partida durante el análisis.
A esto habría que sumarle el hecho de que las armas han sido perfeccionadas en base a la experiencia con las dos entregas anteriores, dando lugar con esto a que, al menos por lo que he podido jugar, no haya detectado ninguna demasiado rota como para dominar por completo la estructura del juego.
De hecho, las nuevas incorporaciones como los azotintadores cambian la dinámica del juego con nuevas formas para poder atacar y entintar, a lo que se suman también las armas especiales que añaden en esta ocasión un toque más estratégico y no tan ofensivo, siendo el ejemplo de esto el dispensador que mejora nuestras características o el radar que nos permite detectar a los rivales. Eso sí, todas ellas sin llegar a desbalancear el juego.
Por otro lado, no todo va a consistir en estar bien armado, sino que equiparse bien es fundamental, siendo aquí donde entra en juego los potenciadores en forma de prenda, calzado y demás. Y es en este punto cuando veo que es un buen momento para introducir a Tintelia la nueva gran ciudad que funcionará como base de operaciones para todas las modalidades de juego y donde podremos comprar estos mismo ítems entre otras cosas.
Y en ese sentido, hay que decir que la mejora es evidente, ya que, siendo claros, las dos entregas anteriores se sentían como la misma ubicación. Por el contrario, Tintelia cuenta con personalidad propia, ofreciendo así diferentes comercios que, si bien tienen la misma estructura, no se sienten como pasillos que recorrer.
De hecho, puestos a hablar de las mejoras de Tintelia, podemos ver que el Vestíbulo es ahora mucho más amplio, ofreciendo así una pantalla de carga en la que podremos practicar, siendo esto algo mucho más útil de cara a las partidas en comparación a los minijuegos de salto que pueden acabar en nada si nos lo cierran por llenarse la sala sin avisar.
Esto no solo se ve manifestado en un mejor aprovechamiento del tiempo sin importar las interrupciones, sino que además podremos hacer uso de las taquillas para decorarla a nuestro gusto con todos los elementos que vayamos consiguiendo, siendo algo que realmente no aporta nada a la jugabilidad, pero que, a fin de cuentas, sería todo un goce para los amantes de la personalización.
Por otro lado, no podemos pasar por alto el hecho de que las mejoras de calidad de vida vienen de la mano de unos sets personalizables desde el menú, lo que ayuda bastante a la hora de poder cambiar de arma y atuendo en cualquier momento, lo que ahorra bastante tiempo a fin de que podamos centrarnos en lo importante: en jugar.
Asimismo, no podemos pasar por alto el nuevo añadido del título, el cual toma la forma de Lucha Carterritorial, siendo este un minijuego en el que tendremos que rellenar un mapa de cuadros con cartas con determinados valores. Sobre este puede decir que está bien, siendo un momento de desconexión para las partidas online, aunque no tiene el mismo impacto y llega a ser incluso anecdótico en comparación.
Llegados a este punto, toca hablar del modo historia o equivalente, el cual en este caso nos llevará a encarnar al Agente 3, un Inkling u Octariano (podremos elegir qué raza ser desde un inicio) que tendrá que superar varios niveles que cumplen la función de ser un tutorial orgánico, tal y como hicieron las entregas anteriores.
No obstante, estamos hablando de no solo la tercera parte de Splatoon, sino que además se trata del juego que llega tras la Octoexpasión, reflejándose así como podemos encontrarnos ante el mejor modo historia de Splatoon, ya que, lejos de ser un mero tutorial (que lo sigue siendo), en este caso poemos ver como existen una serie de desafios que nos pondrán contra las cuerdas.
Obviamente no todos serán obligatorios, ya que con tener recursos suficientes para pasar de una fase a otra será bastante, pero eso no quita que Nintendo haya hecho una historia interesante a la par que divertida, provocando esto que tengamos que ir desbloqueando el mapa poco a poco y con una total libertad en torno al camino a elegir.
De por sí recomiendo encarecidamente dedicar las primeras horas de juego a este modo historia, ya que no solo sirve para familiarizados con los controles, sino que con lo cortito que es (en una tarde podéis acabarlo) os podéis ahorrar más de un spoiler de varias sorpresas que esconde.
Por otro lado, si bien Splatoon nació como una saga competitiva, lo cierto es que uno de los grandes añadidos con la segunda entrega y que llega con un aire renovado es Salmon Run, siendo este el modo cooperativo en el que tendremos que conseguir caviar rojo para poder ganar.
Quizás la diversión de este modo dependa más de los jugadores con los que estéis, siendo lo más recomendable ir con amigos, pero lo cierto es que no puede ser más divertido, sobre todo cuando la pantalla se llena de Salmónidos, formándose un espectáculo de colores que contará con toda clase de recompensas.
Asimismo, no mentiré cuando digo que he acabado frustrado en más de una partida a raíz de los compañeros que me han tocado y que han decidido que era mejor estar quietos o saltar al agua para combatir a los enemigos (un breve spoiler: los Inklings se evaporizan con el contacto con este líquido), pero esto último no le resta méritos a un modo de juego que, cuanto menos, tiene el potencial de mantenernos pegados a la pantalla durante horas.
Una vez he mencionado ya todo los modos de juegos disponibles en Splatoon 3, toca hablar de lo obvio, pero que veo necesario señalar por si las moscas y que no es un elemento que deba ser tratado como un punto negativo, ya que ni siquiera va a ir reflejado de esa forma en las conclusiones.
Por el contrario, esta parte está dedicada en concreto para aquellos que piensen que Splatoon 3 es un juego para un jugador sin online, siendo esto algo que no cumple ni de lejos por la propia concepción del juego, ya que el potencial del mismo se encuentra en modos online y multijugador sumamente entretenidos.
Si bien es cierto que ya está anunciado el desarrollo de un DLC que podría ser el equivalente a la Octoexpansión, el cual ha sido de lo mejor que ha hecho Nintendo en Switch, lo cierto es que no puedo especular respecto a este, por lo que al menos en su lanzamiento Splatoon 3 no merece la pena si no tenéis la suscripción a Nintendo Switch Online. Un detalle obvio, pero que he visto necesario mencionar para aquellos que anden más perdidos.
Pese a ello, tened claro que si sabéis a lo que vais y lo que podéis encontrar, el título cumplirá vuestras expectativas de forma sobresaliente y con creces.
Finalmente, toca hablar de todo lo relativo a los apartados técnicos, llevándonos esto a que podamos ver como Splatoon 3 se ve mejor que las anteriores entregas, notándose aquí la experiencia que tienen ya los estudios de Nintendo con el HD. No termina de ser algo puntero, pero todo encaja a la perfección dentro de su mundo.
Asimismo, como ya os podéis imaginar, uno de los mejores puntos del juego viene de la mano de su música y banda sonora, contando así con temas originales que no hacen más que ser una delicia auditiva que encandilará a más de uno. Es sumamente placentero estar horas y horas jugando con estos temas.
Dicho todo lo anterior, hay que señalar que si bien de entrada puede ser difícil de controlar, lo cierto es que Splatoon 3 se presta como un juego accesible para todo tipo de jugador que no impone demasiado. Sí que es cierto que dominarlo es un reto, pero esa es también parte de su encanto.
Por otro lado, en lo que se refiere a la duración, si bien el modo historia puede pasarse en una o dos tardes, lo cierto es que su potencial es infinito, ya que depende en todo caso de cada uno el tiempo que se le quiera dedicar. Y no exagero cuando digo que he visto perfiles con cuatro cifras en las horas jugadas.
Llegados a este punto, creo que las dudas en torno a la calidad de Splatoon 3 están más que resuelta, siendo así que, sin ser tampoco demasiado rompedor e innovador, se ha podido ver como Splatoon ha alcanzado un nuevo nivel en el que Nintendo ha sabido corregir los errores de las anteriores entregas, así como potenciar aquello que ya era de por sí bueno.
Obviamente esto es todo lo que puedo decir sobre el título que llegará a las tiendas el próximo 9 de septiembre, ya que, como ocurrió en anteriores ocasiones, no cabe la menor duda de que Splatoon 3 se irá ampliando con el paso del tiempo (probablemente para mejor), por lo que solo nos queda esperar para ver en qué resultará con el paso del tiempo, siendo esto algo que también le hace falta para poder desligarse de su anterior entrega.
Sea como fuere, todo lo mencionado en este análisis no le resta méritos al que creo que es el factor clave de Splatoon 3, ya que dejando a un lado las bondades y trabas que pueda presentar, solo hay una realidad en lo que se refiere a mi experiencia: cada vez que he acabado una partida, he querido jugar otra.
Es aquí donde reside la magia de Splatoon 3, ya que no se trata de un título al que haya que dedicarle una serie de horas predeterminadas, sino que cada uno es libre de estar una tarde entera o jugar una partida en un descanso. Sin embargo, sean cuales sean las circunstancias, y siempre hablando desde mi experiencia personal, en todo momento me he divertido. Y si esto último importa algo, puedo decir que Splatoon 3 es uno de los juegos que más merece la pena en Nintendo Switch.
Lo mejor
Su modo historia presenta grandes desafíos
Mejoras en la calidad de vida del jugador
Diversión a raudales
Lo peor
Las similitudes con anteriores entrega le restan impacto a las innovaciones
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