Análisis Rory McIlroy PGA Tour

PGA Tour vuelve adaptándose a la nueva generación

Seguro que los fans del golf echaban de menos la franquicia 'PGA Tour' en la nueva generación, tras unos años de ausencia y unos últimos títulos que parecían algo estancados. No es que sea el deporte más popular del mundo, pero tiene cierto seguimiento y es relativamente fácil de llevar al mundo del videojuego con cierto realismo. El intento de nueva generación llega bajo el sello del golfista norirlandés Rory McIlroy en un título con cosas buenas en su haber pero no digno todavía de llevar el nombre de tan diestro deportista. Electronic Arts se está poniendo las pilas con sus sagas deportivas, pero con esta queda trabajo que hacer aún.

Este 'Rory McIlroy PGA Tour' es el típico juego cargado de buen hacer y dosis de buenas intenciones, pero que finalmente ha resultado fallar demasiado en puntos importantes. Entre lo bueno debemos destacar, como podéis imaginar por las imágenes que acompañan al análisis, que nos encontramos ante un título gráficamente bastante bueno, sólido en líneas generales por sus texturas de calidad notable, a pesar de no destacar en ningún aspecto concreto. Eso no evita que el título sufra algún problema como popping, que podemos apreciar incluso en la pantalla de menú. Pero el juego cumple su cometido teniendo en cuenta que no es ni mucho menos punta de lanza para Electronic Arts.

El juego tiene un buen nivel gráfico, aunque sin explotar mucho el Frostbite

Tras una prometedora introducción, donde todo parece maravilloso y podemos llevarnos la impresión de que el juego va a ser más de lo que finalmente es, pasamos a unos tutoriales que podemos o no realizar, y que nos enseñan a jugar al título con indicaciones muy precisas. Más allá del control, que es muy apropiado para el juego y difícilmente mejorable, nos encontramos en este punto con otra gran lacra para el juego: solo está en inglés, tanto voces como texto. Con el vocabulario tan técnico utilizado en el juego, eso va a suponer sin duda un mazazo muy duro para muchos usuarios. No podemos negar que un juego como este, y además con su poco contenido del que hablaremos más adelante, necesita una traducción de textos como mínimo.

Pero por suerte, sus defectos (que son varios) pueden olvidarse una vez nos ponemos a los mandos y echamos nuestras primeras partidas. El control es preciso y completo para las necesidades de un título de estas características, y nos brinda la opción de elegir entre varios estilos de control para perfiles más o menos especializados. Con un botón cambiamos el tipo de tiro, mientras que con el pad derecho dirigimos el golpe y con el izquierdo realizamos el movimiento para lanzar con más o menos potencia. Poco a poco iremos descubriendo nuevas utilidades necesarias para superar los retos propuestos y conseguir las mejores puntuaciones. La experiencia a los mandos es muy fluida y directa, y poco puede evolucionar de cara a próximas entregas.

Además de niveles realistas, tenemos otros algo más alocados como el que se basa en Battlefield

Pocos hoyos para un campo tan grande

Queda claro, entonces, que 'Rory McIlroy PGA Tour', la jugabilidad es sin duda la mejor para un juego de este tipo. Divertida y funcional. Pero nos encontramos con un estilo de juego que funciona dentro de un juego extremadamente poco profundo. El título de EA Sports tiene una alarmante escasez tanto de modos de juego como de golfistas o campos de juego, siendo éstos últimos las faltas más dolientes. Muy pocos deportistas reales, condimentados con personajes curiosos como una pareja de abuelos. Y tampoco hay demasiados campos reales, aunque tanto estos como los más fantasiosos (como uno basado en 'Battlefield') tienen una buena representación.

A grandes rasgos nos encontramos con tres modos principales en 'Rory McIlroy PGA Tour'. El primero es 'Play Now', donde podemos echar una partida rápida ajustando todos los parámetros. 'Pro Career' es un modo carrera escuetísimo, especialmente si lo comparamos con otros títulos de la compañía que brindan muchísimas más posibilidades tanto de personalización como de juego en sí. El último de estos modos principales, y el más interesante además, es 'Night Club Challenge', retos cada vez más complicados y totalmente desenfadados. Tres estilos de juego con intenciones muy claras y diferentes, pero en conjunto escasos y poco profundos. Los retos del Night Club son interesantes pero insuficientes para mantener la experiencia, especialmente para los que busquen simulación pura y dura.

Los desafíos del Night Club son divertidos y son visualmente muy atractivos

En definitiva, 'Rory McIlroy PGA Tour' parece más una beta de lo que tendría que ser la experiencia de simulación de golf en nueva generación de la mano de EA Sports.  Con buenas ideas en lo jugable y un trabajo digno en lo técnico, se queda muy corto en contenido para un juego que debería ser de envergadura mayor para la compañía. De este modo, nos queda un título que prácticamente solo podrán disfrutar los muy fans del golf, siempre que tengan poco tiempo para jugar o sean muy condescendientes.