Análisis Puzzle & Dragons Z

Uno de ellos es 'Puzzle & Dragons Z', un título perfecto para dar a conocer la franquicia en Occidente, demostrando que aunque los puzles sean un elemento muy importante en este juego, el componente RPG clásico no lo es menos, presentando elementos que cualquier otro juego del género debe tener.

Un mundo de dragones

La historia tiene lugar principalmente en Ciudad Zed, situada en el continente de Dragomacia, una tierra en donde los humanos y los dragones viven juntos, en paz y tranquilidad. Sin embargo, no tardamos mucho en descubrir que no todo es tan idílico como pensamos, hay personas que parece no gustarles el sistema actual.

Entra en juego la organización Paradox, un grupo de supuestos delincuentes, con bastante misterio también, que buscan la destrucción del mundo, dividiendo este en piezas de puzzle que nosotros debemos unir. La historia tiene cierta similitud, desde el principio, con algunas franquicias como 'Pokémon'. La aventura comienza en nuestro cuarto, en casa de nuestra madre, que nos espera en el piso inferior para advertirnos que ¡hoy es el día!

Sí, es el día en que nuestro protagonista se puede convertir en domadragones. Y es que en este mundo de fantasía, algunas personas pueden comunicarse con los dragones mediante esferas de energía, pudiendo controlarlos. Para ello, debemos superar un último examen (a modo de tutorial) en el Cuartel Ranger. El Capitán Watari nos entregará el llamado Dispositivo-D, un invento del laboratorio que sólo los domadragones poseen, y que será de gran utilidad para conocer nuestras estadísticas, ver los diferentes dragones, etc.

Más tarde tendremos la oportunidad de obtener nuestros tres primeros huevos. Sí, son tres, pues el combate en 'Puzzle & Dragons Z' es de múltiples criaturas, así que con un solo dragón no vamos a ninguna parte. En el laboratorio tendremos la oportunidad de eclosionar nuestros primeros huevos de Melagon, Zabgon y Morigon. Estos dragones son de elemento agua, fuego y madera, tres de los elementos del juego. Tras esto, el mundo se divide por la acción de Paradox, controlados por un misterioso muchacho llamado Dogma. ¿Cuáles son los secretos que nos tiene reservados la historia de 'Puzzle & Dragons Z'?

Mazmorra tras mazmorra

El mundo de 'Puzzle & Dragons Z', Dragomacia, sin duda es muy extenso y variado, si bien nosotros no lo podremos ver en todo su esplendor. El jugador podrá mover su personaje por Ciudad Zed, sin embargo al salir de ella se encontrará con un mapa dividido en zonas, y dentro de esas zonas habrá etapas que poder visitar. Para superar el juego, el personaje deberá superar una o varias mazmorras en cada una de esas etapas. Cuando las etapas estén superadas, se liberará la zona de los malignos poderes de Paradox.

Cada una de las zonas tiene un escenario final dominado por la organización, normalmente templos controlados por uno de sus "generales". Al superar estos templos, conseguiremos una gema y recuperaremos una zona del mapa, que pasa a ser propiedad del Cuartel Ranger. Las mazmorras las superamos realizando varios combates seguidos contra diversas criaturas, miembros de Paradox, etc.

A medida que completamos estos templos y devolvemos a la normalidad zonas del mundo que se encuentra dividido en piezas de puzle, la Ciudad Zed va poco a poco recuperando su normalidad, desbloqueando zonas que al principio están desactivadas. En estas zonas podremos encontrar máquinas que mejorarán nuestras criaturas, desbloquearemos nuevas mazmorras, conseguiremos ventajas, etc. Una de estas zonas de la ciudad es el Templo, responsabilidad del padre de nuestro protagonista. En el templo, si conseguimos amuletos al ganar algunas batallas especiales o aleatoriamente en los combates, podremos canjearlos por nuevas mazmorras, en donde es posible encontrar nuevos tipos de dragones.

Otro de los elementos más importantes de Ciudad Zed es el Laboratorio Dragón, que también tendrá algunas partes bloqueadas al principio, que iremos desbloqueando con nuestro paso por las diferentes fases de la historia. Más tarde hablaremos un poco más sobre esto, pues la mayor parte de elementos desbloqueables del laboratorio sirven para potenciar o evolucionar a nuestras criaturas.

Las mazmorras del juego son una sucesión de combates, que irán desplegándose de forma continuada conforme superemos el anterior. Algunas mazmorras están ramificadas, pudiendo elegir el camino viendo el mapa, con el objetivo de abrir algunos cofres visibles, enfrentarnos a un determinado rival, conseguir potenciadores de habilidades o experiencia, etc. Cada camino, sobre todo en mazmorras avanzadas, será diferente y podremos elegir cuál tomar. Eso sí, todos los caminos terminan en un combate final con el que superar dicha mazmorra.

Todo centrado en las esferas de energía y en los dragones

Absolutamente todo el gameplay del juego está centrada en la energía que, como hemos visto, se basa en diferentes elementos. Fuego vence a madera, madera vence a agua y agua vence a fuego. Luz y oscuridad, los otros dos elementos, se anulan mutuamente. Cada uno de los monstruos del juego es de uno o varios de estos elementos, y con ello deducimos su fortalezas (es decir, el elemento de los ataques que realizará) y sus debilidades (el elemento de ataque que le hará mayor rango de daño).

En esta ocasión los dragones podremos conseguirlos siempre mediante huevos. Estos huevos de dragones que tendremos que eclosionar en una de las primeras máquinas que aprendemos a utilizar del Laboratorio Dragón, podremos conseguirlos en los diferentes combates de forma aleatoria de cualquier monstruo al que nos enfrentamos, aunque a veces también podrían regalárnoslos algunos personajes. Cuando conseguimos un huevo de un dragón que aun no hemos registrado, siempre veremos en el menú que se trata de un "huevo desconocido".