Análisis Ninja Gaiden 3: Razor's Edge

Este será el punto de partida a través del cual se desarrolle 'Ninja Gaiden 3'. A raíz de aquí el grupo LOA nos llevará alrededor de todo el mundo, en un juego del gato y el ratón en el que tenemos 7 días para salvar un planeta que parece estar destinado a la mayor de las catástrofes, o un "nuevo amanecer" como el antagonista nos quiere hacer creer.

Con la ayuda de Mizuki, miembro de las fuerzas de defensa o inclusive la propia Ayane; son varios los personajes que aparecerán en pantalla entre otra tanda de secundarios. No esperéis grandes alardes a nivel de trama, pues la historia se desarrolla de manera muy lineal y en la que los giros de guión son meramente anecdóticos. Eso sí, los fans de la saga agradecerán algunos guiños a los anteriores títulos como la visita al Clan de la Araña.

A grandes rasgos, la trama de 'Ninja Gaiden 3' solo supone la excusa para tenernos enganchados a lo que de verdad importa, su jugabilidad. Independientemente de que os atrape el guión, la duración de la obra de Tecmo puede llegar a las 5 o 6 horas a nada que tengáis soltura con este tipo de juegos. Terminar la aventura al completo incluidos coleccionables y en modo Difícil puede llevarnos cerca de las 9 horas; aun así algo corto para lo que la marca nos tiene acostumbrados.

Cabe reseñar que una de las principales novedades de esta versión con respecto a la de Xbox 360 y Playstation 3 es la posibilidad de jugar con Ayane; personaje que también podéis ver en 'Dead or Alive'. La también ninja tendrá su papel en la historia y por ende poder llegar a manejarla llegado el momento; sin duda un extra que es de agradecer y añade algo más de coherencia a la trama

Esto SI es Ninja Gaiden 3

Si por algo se ha caracterizado 'Ninja Gaiden' ha sido por llevar su dificultad hasta límites desquiciantes, requiriendo una habilidad casi sobrehumana por parte del jugador, siendo la marca insignia de la franquicia. Dicho aspecto fue uno de los puntos más criticados de las versiones que pudimos ver en marzo paras las consolas de Sony y Microsoft, donde acabarlo en modo Normal era algo al alcance de casi todo el mundo.