Análisis Lords of Arcana

Antes de enfrentarnos a un enemigo podemos atacar primero para obtener ventaja, pero también pueden sorprendernos a nosotros con una emboscada e incluso luchar contra varias oleadas a causa de un asalto. Al entrar en contacto con un enemigo el juego nos traslada a un terreno de combate circular para enfrentarnos a él. Con “cuadrado” se realiza un ataque normal, con “círculo” los hechizos, con “equis” esquivar y proteger y con “triángulo” las técnicas de batalla (mejorando el dominio del arma obtenemos nuevas habilidades). Al finalizar el enemigo te proporciona experiencia para subir de nivel, dominio de magia y dominio del arma. Además obtendrás materiales y dinero

Durante el combate podrás utilizar objetos de tu inventario ya sea de apoyo como una poción o de ataque como el item “grava ígnea” que permite lanzar varias bolas de fuego. Con “L” podemos fijar al objetivo y visualizar su nombre, aunque en ningún momento sabremos la vida de nuestros rivales, salvo cuando ya le hemos quitado la mayor parte de la vida y apenas nos queda un golpe para eliminarle, ya que en ese momento la cámara enfoca más al enemigo. Además cuando tenemos a un enemigo fijado y lo eliminamos en combate cuerpo a cuerpo, nos aparecerá el botón “círculo” acompañado de un temporizador, si lo pulsamos tendremos la opción de realizar un golpe de gracia para fulminar al enemigo y obtener materiales especiales. Si salimos de los límites del campo de batalla nuestro personaje huirá del combate.

El poder arcana tranformará la esencia de los jefazos y los enemigos en cristales de maná. Durante las misiones el poder arcana se manifestará en una zona del mapa, si quieres puedes dirigirte allí antes de que desaparezca, ya que si eliminas cualquier enemigo que este cerca de su ubicación tu poder arcana realizará la recolecta para obtener objetos a partir de la esencia del enemigo.

En el juego hay elementos que recuerdan muchísimo a la saga Final Fantasy, por ejemplo el nombre de objetos como “poción X” o incluso los conjuros definitivos que vienen a ser algo así como invocaciones, el nombre de uno de ellos es Bahamut, seguro que a más de uno le es familiar. Y si nos ponemos, incluso podemos comparar los veddels con los moguris.

Las misiones más importantes son las de “liberación arcana” y se acceden a ellas desde el monolito que hay en el templo llegado el momento oportuno. En ellas encontraremos siempre al final de la mazmorra un portal que nos traslada ante el maestro guardián. Estos enemigos suelen tener una zona del cuerpo donde son más vulnerables y nos permitirá reducir sus defensas o dejarles inconsciente.

Contra estos enemigos finales podemos entablar un “duelo de contra”, y así inflingirles grandes daños si se realiza correctamente pulsando repetidamente el botón indicado. Para finalizar los maestros guardianes serán eliminados mediante combos de “Quick time event” en los que tenemos que pulsar el botón indicado para que nuestro personaje haga una masacre con el enemigo.

Multijugador

El salón del gremio es exclusivamente para uso online en modo Ad hoc, desde ahí podemos crear un grupo para afrontar las misiones del juego junto a nuestros amigos, una buena forma de pasar un rato entretenido y superar los niveles difíciles de completar en solitario.

Al entrar en este apartado, aparece una lista de habitaciones y a la derecha el número de jugadores, hasta un máximo de 4. Cuando seleccionas uno de estos grupos, apareces en una sala de espera donde visualizarás a tus compañeros de grupo, mientras el líder selecciona la misión, los demás pueden acceder al almacén o comprar en la tienda. También hay un vendedor de botellas de la fortuna, donde puedes seleccionar una botella entre las cinco disponibles y así obtener una bonificación. Para comenzar la misión basta con salir por la puerta iluminada al fondo de la sala.

El modo de juego es básicamente el mismo que para un jugador, sin embargo se hace muchísimo más entretenido ir en compañía y eliminar a los enemigos en grupo. Obviamente el número de enemigos se incrementa en el modo online, ya que no sería lógico que cuatro jugadores se enfrentasen a dos simples enemigos.

Cuando un miembro del grupo entra en contacto con un enemigo, automáticamente los demás miembros también entran en combate, siempre que estén en la misma zona del mapa. Si un miembro pasa de una zona del mapa a otra, los demás deberán seguirle manualmente, ya que si uno entra en combate estando en diferentes lugares del mapa, no se podrá realizar una batalla en grupo. Si el líder muere los demás miembros pueden resucitarle a costa de su propia salud, pero si muere definitivamente entonces la partida se acaba.

A pesar de que el modo online es la parte más interesante del juego, hay ciertos aspectos que se podrían mejorar, por ejemplo se echa de menos un modo online infraestructura, también estaría bien una forma de contactar con tu grupo, algo así como mensajes preestablecidos y no vendría mal una opción de intercambio para compartir pociones o lo que surga.

Conclusión

Lord of Arcana ofrece una jugabilidad innovadora que contentará a los usuarios habituales de este género. Lamentablemente el juego aunque cumple su cometido no llega a destacar, de hecho hay varias aspectos que se podrían mejorar y así crear un juego mucho más completo.

Uno de los aspectos que personalmente menos me ha gustado es la historia, a pesar de que el trasfondo es el adecuado, todo ocurre muy rápido y sin un argumento sólido. Simplemente el jugador se limita a coger misiones una tras otra. Exceptuando eso, el juego está muy bien para pasar el rato, sobre todo si es con un par de amigos en modo Ad-hoc, ya que así se incrementa mucho más la diversión, de hecho el juego está enfocado para jugarlo en multijugador. Aunque reunirte con tres personas más con el mismo juego, es una situación un poco difícil, esto se podía haber solucionado con un modo online infraestructura.

En cuanto a los escenarios, la variedad brilla por su ausencia, distintas misiones acaban realizándose en mapas muy similares que lo único que cambias son un par de detalles. Y Por último los combates, que a pesar de ser innovadores se termina haciendo repetitivo luchar contra los enemigos comunes.

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