Análisis Lollipop Chainsaw

Made in Grasshopper

A estas alturas de generación ya solo quedan tres tipos de jugadores sobre la faz de las consolas de sobremesa: aquellos que conocen, valoran y aprecian las obras de Grasshopper Manufacture, los que no y, por último, los zombies.

Si perteneces al segundo grupo (o al tercero, que todo puede ser...) seguramente te convenga saber que estamos ante otro excéntrico e hilarante proyecto dedicado a la cultura underground, dotado de una personalidad desmesurada y elegido punto de reunión de elementos tan atractivos como escasos en los tiempos que corren, de cuyo encuentro solo pueden salir experiencias únicas.

Suda51 y Grasshopper vuelven a demostrar que “el genio está tocado por la locura” ofreciéndonos una aventura plagada de talento, caos y surrealismo.

Lollipop Chainsaw recoge el testigo de juegos como No More Heroes y Shadows of the Damned y aterriza en las consolas de sobremesa de Microsoft y Sony para ofrecernos una intensa aventura de acción que rompe con los esquemas del género una vez más y cuya premisa es la que el estudio progenitor ondea como estandarte: "No hay tabús".

Obviamente ésto hace que el título no sea recomendable para los menores de edad, y es que los tintes de juego mature llegan a unos extremos que han hecho perder la cabeza a los miembros de PEGI y cuya clasificación (+18) puede antojarse escasa ante determinados diálogos (¿alguien dijo zombies, zoofilia y gallinas por casualidad?).

Nos atreveríamos a decir que es el trabajo en el que Suda51 y el equipo a cargo han tenido menos pelos en la lengua, lo que, si habéis probado otras obras del estudio, os debería resultar tan halagador como estremecedor. 

No solo restringe edades, también paladares, y es que en Lollipop Chainsaw puede recoger miradas de admiración y de desprecio por igual. O lo amas, o lo odias. Hay que saber pillarle el punto, donde reside su magia y qué es lo que busca ofrecer.

El aire a película de serie B que rezuma y levita a su alrededor hace que la comparación más clara, sencilla y directa sea esa misma, la recepción de las películas de dicho corte, aunque nos vemos en la obligación de aclarar que con ese símil no lo hacemos referencia a una calidad inferior o nula a otros juegos, ni mucho menos.