La segunda edad de oro del software español

El pasado de los videojuegos, tal como los conocemos hoy en día, es muy reciente. Su historia es corta, pero emocionante, y seguro que nuestros lectores más jóvenes no saben que España escribió en su día una página muy importante de esa emocionante “novela”. Hablo, como muchos supondréis, de la llamada “Edad de oro del software español”.

Los más jóvenes no lo recordareis, pero existió una época, en los años 80 y principio de los 90, en la que España fue el segundo productor del mundo en videojuegos, solo por detrás de UK. Nuestros juegos eran también un ejemplo de calidad y originalidad, aclamados y exitosos allí en donde se lanzasen, pero lógicamente mucho más en España. Las máquinas y videojuegos de 8 bits fueron las que hicieron posible que nuestros programadores y diseñadores si hiciesen un hueco en el mundo del ocio interactivo, y empresas como Dinamic, Topo Soft, Made in Spain, Opera Soft o Zigurat son y seguirán siendo recordadas por numerosos jugones de España, y del mundo entero.

Pero, por desgracia para estos valientes pioneros, la era de los 8bits llegó a su fín, y llegaron las máquinas de 16bits. Las empresas de desarrollo españolas siguieron produciendo para los 8bits mientras en toda Europa las máquinas de 16 arrasaban en el mercado. Solo en España se mantenía la “fiebre de los 8”, gracias a medidas como la tomada por “Erbe Software” (distribuidora española), bajar el precio de los juegos a 895 pesetas, como medida para luchar contra la piratería. La piratería creciente en nuestro país, y el hecho de que el resto del mundo ya no demandase juegos de 8bits, hicieron que la mayoría de empresas cerrasen sus puertas. Solo Zigurat y Dinamic se mantuvieron un tiempo, pero con los años les llegó también su hora.

Si queremos sacar conclusiones, y culpables, tenemos dos frentes. Por un lado los usuarios, que descubrieron la piratería y se dedicaron a acabar con los sueños de muchos programadores y desarrolladores en España. Por otro, las empresas, que se estancaron en los 8bits en lugar de evolucionar… no supieron adaptarse a los nuevos tiempos. Como consecuencia, desde principios de los años 90, si alguien quería dedicarse al mundo de los videojuegos en España, la única solución que le quedaba era emigrar.

Buscarse la vida en el extranjero con la esperanza de que, tal vez un día, en España volviera a ser posible producir videojuegos. Esta realidad nos ha acompañado durante casi 20 años, en donde no solo no hemos producido videojuegos en cantidad, sino que hemos sido ninguneados por la industria. Juegos que no salían en nuestro país, títulos que no llegaban traducidos… Pero, a ojos de quien escribe estas líneas, esta situación puede estar llegando a su fin. Las empresas extranjeras podrán ningunearnos y tratarnos como quieran, pero en España están naciendo y triunfando un montón de grupos de desarrollo que pueden estar sentando las bases para que se produzca un hecho histórico:

“La segunda edad de oro del software español”