Análisis Illusion: A Tale of the Mind

Illusion: A Tale of the Mind

Illusion: A Tale of the Mind - En busca de respuestas

Frima Studio y Groupe PVP nos presentan Illusion: A Tale of the Mind, una aventura narrativa con toques de fantasía oscura en la que los enigmas se encuentran localizados en un un cabaret parisino de los años 20. Los jugadores nos ponemos en la piel de una niña llamada Emma, que despierta sin recuerdos dentro de la mente de un perturbado en la que se encuentra atrapada. De esta manera, los equipos nos invitan a recorrer un viaje a través de la mente de su captor, en la que se presenta un mundo fracturado de viejos recuerdos y heridas purulentas que paradójicamente se mostrará como un lugar de gran belleza e intriga.

La historia de Emma se ve envuelta en un triángulo amoroso compuesto por Euclide, Marion y Francis, aunque ella es incapaz de reconocer alguno de ellos. El Hombre Malo, que pretende acabar con Emma desde su mente, no dudará perseguirla a través de los tres episodios que componen este juego de unas cinco o seis horas de duración. En el primero, y quizás más llamativo, nos encontramos con un circo repleto de atracciones, mientras que el segundo nos teletransporta a la Primera Guerra Mundial y sus duros enfrentamientos. Por último, en el tercero, donde todo se resuelve, Emma se encamina hacia la victoria de su pesadilla.

Narrativa y puzles, unidos

Con unos controles sencillos, el jugador debe controlar a la joven Emma que está acompañada de su amigo Topsy, una especie de peluche viviente. Sin posibilidades de atacar ante los pocos enfrentamientos que tendremos de escapatoria o evitar que nos alcance el enemigo, la exploración es la clave en los escenarios, que también cuentan con una serie de puzles que nos invitarán a formar objetos con luz o moviendo una serie de vidrieras. Para poder avanzar en la historia, será necesario encontrar una serie de gramófonos con los que podremos escuchar confesiones de Euclide, así como fotografías que nos muestran su vida tras el paso del tiempo. 

Las plataformas es otro de los elementos clave de Illusion: A tale of the Mind existiendo varias situaciones diferentes. En algunas ocasiones deberemos volar a través de lugares que nos presentan problemas, aunque también existen caminos que solo podemos cruzar a través de unos bloqués géridos que no tardan en desaparecer. La exploración y las plataformas se fusionarán también en escenarios que presentan palancas que varían las posiciones de puertas u obstáculos que nos impiden alcanzar los coleccionables, que son siempre obligatorios para poder avanzar en la historia.

Dicho esto, el juego no presentan más mecánicas. Si Emma falla en algún momento y cae en combate o fuera del escenario, su amigo Topsy la vuelve a colocar en el escenario, por lo que con un poco de práctica podremos resolver los puzles sin problemas. Por su parte, los enfrentamientos encajan con la narrativa de la historia: mientras Emma es una joven indefensa y perdida, el Hombre Malo es un ser todopoderoso, por lo que la chica no tiene cómo defendese y debe buscar el coraje, a partir de su inteligencia, para salir victoriosa de su aventura.

Illusion: A Tale of the Mind

Un apartado artístico destacable

Explicada la mecánica jugable, no cabe mencionar mucho más debido a su sencillez así como su repititividad a lo largo de la historia, ya que si mencionamos las sorpresas que nos guardan los capítulos le robaríamos el factor sorpresa al título. Sin embargo, sí cabe destacar el apartado artístico de Illusion: A Tale of the Mind, demostrando que la animación puede representar a la perfección estécticas oscuras e incluso macabras. La belleza y la muerte se mezclan en un arte inspirado en el surrealismo. Si por un lado el circo y el cabaret nos muestran desde aspectos alegres como tristes, la Primera Guerra Mundial nos lleva a descubrir los horrores de la guerra y la fragilidad de la vida.

La oscuridad del Hombre Malo, la ilusión de Topsy, las incógnitas de Emma o la tristeza de Euclide nos muestran una variedad de situaciones notorias a través de una narrativa que destaca también junto al apartado artístico que la hace más rica. No faltan canciones de base de piano que destacan sobre todo en el primer capítulo del cabaret, pues en el segundo destacarán más los sonidos de las batallas de guerra. Los contrastes de los escenarios encajan además con las situaciones que viviremos. 

Breve pero intenso

No hubiera estado mal poder visualizar el mapa de cada capítulo o una mejor orientación de Topsy en algunos momentos de la aventura, existiendo el riesgo de que nos sintamos perdidos a la hora de encontrar algún coleccionable, pues todos son obligatorios para avanzar la historia. También se echa en falta atractivos para una segunda vuelta al juego, pues al hacer obligatorios los coleccionables se pierden ganas de repetir la historia a no ser que queramos conseguir algún trofeo o logro (dependiendo del sistema) si no hemos conseguido todos en la primera pasada.

Siendo un título digital, Illusion: A Tale of the Mind se encuentra disponible por 19,99 € para PlayStation 4, Xbox One y PC. Su rica narrativa potenciada por su estilo artístico nos invitará a recorrer sus escenarios y completar sus puzles a través de las cinco horas aproximadas de duración en las que deberemos recuperar la ilusión a través de una perturbada mente.