Análisis Forza Motorsport 6

Esto es algo que ‘Forza Motorsport 6’ sabe hacer muy bien y que siempre nos transmite la sensación de reto. Los niveles de dificultad para la conducción son variados y numerosos, yendo desde Fácil y Medio en los que tendremos ayudas a la frenada, trazada o tracción –  y con los que el vehículo irá prácticamente de forma automática - pasando por Difícil o Profesional donde seremos testigos de la verdadera sensación de simulación. Un servidor os recomienda encarecidamente que si queréis experimentar el realismo desde la primera carrera – sin dar lugar a frustraciones y con una experiencia mínima en juegos de conducción – comencéis el título en Difícil. Tan solo contando con ayuda de trazada en frenada, dirección normal, frenos ABS y TCS/STM como extras en la tracción serán más que suficientes para transmitiros el realismo que puede llegar a alcanzar el juego y en los que deberemos de tener en cuenta factores como frenar de forma paulatina en las curvas o salir de éstas dando pequeños “toques” al acelerador. Insistimos, Difícil supone sin lugar a dudas el mínimo requerido para disfrutar de ‘Forza Motorsport 6’ como se merece.

Si queremos una experiencia 100% realista, el nivel Veterano es nuestra opción directa, aunque eso sí, en este caso se requerirá de los complementos necesarios para poder sacar todo el partido a cada una de las virtudes del vehículo; y con ello hablamos del volante de turno. Si bien el realismo que puede llegar a transmitir ‘Forza 6’ es perfectamente compatible con el mando – más aún si atendemos a las vibraciones de los gatillos - , la experiencia gana enteros de forma exponencial si contamos con el volante Logitech G920, el mejor en su categoría. Por si esto no pudiera parecer suficiente, siempre estaremos abiertos a configurar hasta el último tornillo en el garaje. Desde la suspensión, el diferencial, la elevación y otras tantas características indispensables para lograr el mejor rendimiento del coche serán personalizables. Ideal para el usuario experto y con ciertos conocimientos de mecánica, pero en los que el jugador menos habituado no se sentirá perdido gracias a las “mejoras rápidas” implementadas para ellos. En cualquiera de los casos, 'Forza Motorsport 6' puede disfrutarse de igual manera con mando, siendo así lo que ya es 'Halo' o 'Destiny' en los shooters con pad: precisión y control. 

Es imposible entrar a valorar las sensaciones de inmersión que transmite ‘Forza Motorsport 6’ sin tener en cuenta el sistema Drivatar. Tras su estreno en la quinta entrega numerada de la marca, Turn 10 vuelve a la carga con la tecnología de IA que tan buen sabor de boca nos dejó. Para aquellos que no lo conozcan, el sistema drivatar consiste en memorizar los patrones de comportamiento de los usuarios sobre la pista, lo que se traduce que en lugar de encontrarnos ante IAs perfectas como casi siempre ocurre en el género, los vehículos rivales mostrarán actitudes que irán ligadas a la forma de conducir del resto de jugadores destacando su agresividad, cometiendo errores o presionándonos más de la cuenta para así sacar tajada si realizamos el más mínimo fallo. Al igual que ocurre con los niveles de dificultad de cara al comportamiento del vehículo sobre el asfalto, los niveles de Drivatar serán vitales a tener en cuenta si queremos un reto constante y que nos ponga a prueba. En este sentido no debéis preocuparos puesto que el programa os avisará – tras terminar varios campeonatos en la más alta posición – si os atrevéis con un nivel mayor. Un incentivo que durante nuestras sesiones con el juego en ningún momento hemos rechazado puesto que la experiencia que hemos recogido durante los diferentes torneos nos ha servido para confiar en nuestra pericia al volante y así enfrentarnos a rivales más duros.

Llegamos a uno de los puntos clave de todo juego de conducción que se precie, los circuitos. ‘Forza Motorsport 6’ incluye un total de 26 localizaciones repartidas por todo el mundo, lo que se traduce en circuitos que nos llevarán a diferentes trazados dentro de clásicos como Monza o Nürburgring, pero también a emplazamientos increíblemente vistosos como Los Alpes o Praga. La variedad de pistas es lo suficientemente variada como para que no nos cansemos de correr en ellas, aunque eso sí, nos gustaría haber disfrutado de más circuitos urbanos, más aún tras ver el grandísimo nivel de detalle en ciudades como Río de Janeiro y que nos dejan con la miel en los labios. En cualquiera de los casos, el nivel de detalle en ellos roza la perfección, destilan personalidad y suponen en todos y cada uno de los casos una prueba con la que demostrar nuestras habilidades.

Entre las grandes novedades que Turn 10 ha anunciado a bombo y platillo desde que se hiciera oficial la llegada de ‘Forza Motorsport 6’ destaca la posibilidad de correr en la vertiente nocturna de algunos de los circuitos. Puede que a estas alturas para muchos no se trate de una sorpresa, sino de una necesidad, pero en un juego como ‘Forza Motorsport 6’ el trabajo realizado a nivel de realismo e inmersión es más que loable. La temperatura ambiente afectará al agarre de los neumáticos, por no hablar de la visibilidad y en la que en varias ocasiones nos veremos corriendo a toda velocidad en la más completa oscuridad con únicamente los faros del vehículo como guía. Os podemos asegurar que recorrer Spa-Francorchamps en la noche a más de 250km/h es toda una experiencia que se os quedará grabada a fuego. Por desgracia,  hemos echado de menos características que a día sí están disponibles en otros títulos dentro del género. Hablamos de transiciones entre día, atardecer o noche y que hubieran ayudado a ampliar la propuesta visual/jugable, e igualmente la selección de cualquiera de ellos en los circuitos y que se ve tan solo reducido a unos cuantos.

La llegada de la lluvia a ‘Forza Motorsport’ es otra de las características a las que Turn 10 ha dado especial importancia y que aterriza en la franquicia por vez primera. Aunque el tiempo empleado por el estudio para introducirlo en la marca no está justificado, el resultado es francamente espectacular. El agua cuenta con un nivel de detalle realmente destacado, pero es el papel que juega una vez comienza la carrera lo que nos ha llamado poderosamente la atención. Si bien la distancia de frenado aumenta considerablemente, concepto clave para dominar la pista mojada, nuestro principal enemigo no serán los coches rivales, sino también los charcos que encontremos repartidos por el circuito. Pocos juegos hemos conocido hasta la fecha en los que el ‘aquaplaning’ esté tan sumamente bien recreado en lo que a interacción con el vehículo se refiere; un detalle que nos dejará pasmados la primera vez y que disparará nuestra concentración en eventos posteriores y que nos hará cambiar la trazada correcta en rectas y curvas. Al igual que ocurre con la posibilidad de correr en día o noche, por desgracia la lluvia tan solo queda relegada a unos circuitos concretos además de la total ausencia de clima dinámico, limitándose tan solo el contenido a pistas con o sin lluvia.