Análisis Fire Emblem Three Houses

Fire Emblem Three Houses.

Análisis Fire Emblem Three Houses para Nintendo Switch

Antes de iniciar con el análisis en sí, me gustaría hacer una pequeña mención a la trayectoria de Nintendo Switch, consola que desde su salida ha ido contando con algunas de las sagas más relevantes de Nintendo, las cuales, en la mayoría de los casos, han superado las expectativas de los fans, como fue hace unos meses 'Super Smash Bros Ultimate'. Dicho esto, toca hacer una declaración contundente: Three Houses es para Fire Emblem lo que Breath of the Wild y Odyssey fueron para Zelda y Mario. 

Cerrado este paréntesis, es ahora cuando me había preparado un extenso párrafo detallando la historia de 'Fire Emblem Three Houses', pero lo cierto es que he decidido declinar esta parte porque considero que es muy necesario que cada uno descubra por sí mismo las sopresas (con esto os animo a no ver ni hacer spoilers), ya que se puede decir que no sólo estamos ante el Fire Emblem más maduro y desarrollado de la saga, sino que podríamos decir que es el juego de Nintendo con la mejor trama en todos sus años en la industria. Y si no es el número 1, entra perfectamente en el top 3. 

Por ello, en lo que a trama se refiere, os basta con saber que ya desde el inicio, cuando apenas hayan pasado 20 minutos, tendréis que tomar una decisión que os llevará por 3 rutas argumentales similares en el primer acto del juego (aunque desde diferentes puntos de vista), mientras que durante el resto del juego viviréis aventuras completamente independientes entre sí  que os llevará a un final autoconclusivo, aunque para conocer absolutamente todos los detalles del juego, lo suyo es pasarse todas las rutas disponibles. 

Fire Emblem Three Houses

Fire Emblem Three Houses regresa a los orígenes en los tiempos modernos

Dejando a un lado la historia, la Santa Trinidad del título la completan el Monasterio y las Batallas, siendo así que estas últimas vuelven a estar presentes con un sistema similar al de anteriores entregas, pero presentando algún que otro cambio que ya dejamos entrever en nuestras impresiones de Fire Emblem Three Houses. Para empezar, el triángulo de armas desaparece definitivamente para traer en su lugar una serie de Habilidades que podremos equipar y personalizar a nuestro gusto, como en anteriores entregas, pero teniendo diferentes efectos en batalla, siendo llamadas Técnicas, que podrán ser activada bajo el coste de un mayor desgaste de las armas. 

Asimismo, otro de los cambios más relevantes lo encontramos con las Magias, las cuales dejan de ser objetos que se pueden comprar en tienda para convertirse en las Habilidades ya mencionadas, teniendo un limitado número de usos por batalla, incluida Cura y derivados, haciendo con ello que el jugador tenga que, por un lado, gestionar los usos que lleva a cabo de estas de la misma forma que debe entrenar a unidades específicamente para que adquieran el rango de Sanador. Sin ir más lejos, nos hemos obligado a ir con 2 o 3 por batalla para no tener demasiados problemas en los niveles avanzados. Y a veces eso ni siquiera ha bastado.

En cuanto a las Tácticas, es decir, los Batallones, realmente no es que aporten demasiado salvo contadas ocasiones, siendo más útiles por sus efectos secundarios, como paralizar al rival, que por el daño que pueden hacer, habiendo niveles en los que ni siquiera te acuerdas que están ahí.

Fire Emblem Three Houses

Ahora bien, dejando el aspecto práctico de las batallas, donde los críticos de 2% vuelven a estar presentes, tenemos que centrarnos en la parte teórica, es decir, la preparación de la batalla. Y como viene siendo tendencia en Nintendo desde hace varios títulos, la libertad se ha convertido en el pilar base de 'Fire Emblem Three Houses' al permitir al jugador poder modificar a las unidades como quiera. Para ello, todas parten de la categoría de Noble o Plebeyo, siendo este el punto de partida para que podamos promocionarlos en la clase que queramos sin más limitaciones que el género y algunas clases exclusivas de las rutas. 

Es por ello que 'Fire Emblem Three Houses' nos da la opción de poder crear un equipo exclusivamente de lanceros, arqueros o espadachines con la única limitación de que habrá algunas unidades que no le puedan sacar demasiado partido a una clase concreta debido a sus crecimientos. Un ejemplo de esto lo tenemos en Dedue, con una defensa tan alta y una magia tan baja que acabaría siendo un desperdicio no convertirlo en tanque para hacerlo mago. Por otro lado, tenemos que decir que esta libertad se ve ligeramente coartada por la diferencia de clase social, de tal forma que algunos personajes portarán unos emblemas que les darán acceso a armas especiales que aquellos sin emblemas no podrán usar. 

Fire Emblem Three Houses

El Monasterio de Garreg Mach, nuestra base de operaciones

Finalmente, para terminar con el aspecto bélico, tenemos que hacer mención a la nueva forma de promoción de clases, partiendo ahora por hacer diferentes exámenes (aunque seguimos requiriendo sellos) de tal forma que, dependiendo de como hayamos entrenado a nuestras unidades, será más fácil adquirir una clase u otra.

Por otro lado, hay que hacer mención al Pulso Divino, la nueva mecánica que permite retroceder turnos similar a la vista en 'Fire Emblem Echoes'. Y aquí quiero ser claro: en primer lugar es una mecánica completamente opcional, en ningún momento te obligan a usarla. Y por otro lado, una cosa es jugar a lo loco y dejar que te maten constantemente, pero si por el crítico de 2% que mencionaba antes me veo obligado a tener que repetir 1 hora de mi vida, pues prefiero que mi orgullo gamer quede en entredicho. El que no lo vea igual, tiene la opción de no usarlo.

Y respecto a lo anterior, gran parte de la culpa lo tienen los Monstruos, una especie de mini-jefes que hay en varios de los niveles y que cuentan como peculiaridad el hecho de ocupar varias casillas, tener ataques cargados, varias barras de vida, un rango de ataque mayor, resistencia a diversos ataques, barreras protectoras, entre otros aspectos que harán necesario un ataque coordinado y constante de nuestras unidades si queremos salir con vida tras sus encuentros. 

Fire Emblem Three Houses

Y dejando ahora sí que sí las batallas a un lado, toca hablar del Monasterio de Garreg Mach, la cual será nuestra base del juego y donde podremos interaccionar con diversos personajes. Para ello, empezamos con un calendario dividido en meses en el cual tendremos que distribuir la forma en la que daremos clase, exploraremos el monasterio, lucharemos en batallas optativas o, por el contrario, daremos descanso a nuestras unidades para que aumente su motivación de cara a las semanas venideras.

De por sí, podríamos decir que esta libertad y personalización le da un nuevo enfoque a la saga, pero al mismo tiempo se nota un aire anticlimático e inorgánico en la historia principal debido a que, en la segunda parte, vemos como nuestro ejército conquista un territorio para inmediatamente volver al Monasterio y avanzar pasados 31 días.

Y respecto a esta segunda parte, hay que decir que no le hace un gran favor al Monasterio, perdiendo este gran parte de su encanto debido a la reducción de personajes con los que interactuar, actividad que hacer, entre otros aspectos que se ven así debido a que lo exige la propia historia. Y puestos a mencionar otro punto negativo del título, este lo encontramos en el avatar, soso como él solo y cuyas interacciones con el resto de personajes se limitan a elegir dos opciones de diálogo (la mayoría de las veces con el mismo resultado salvo dos o tres palabras) e incluso a tener una única opción de diálogo en la que realmente no estamos interaccionando.

Fire Emblem Three Houses

Las rutas ofrecen diferentes puntos de vista de un mismo conflicto con un desarrollo independiente

No obstante, los personajes que sí están más trabajados son el resto de unidades en sí, cuyos diálogos se sienten en todo momento más maduros y siendo de lo mejor que nos ha dado Nintendo en este aspecto, siendo personajes redondos que no se limitan a uno o dos aspectos para definir su plana personalidad, sino que en todo momento puedes notar las tragedias de sus pasados, sus ambiciones para el futuro y el temor por el presente, mereciendo una mención especial el arco de Dimitri. Eso sí, todo esto lo hemos podido vivir en las ruta de los Leones Azules, por lo que no podemos decir que ocurra lo mismo en las otras dos, aunque es de suponer que sí. Y por si alguno estaba interesado en esto: no hay ni matrimonios ni hijos.

En cuanto al apartado técnico, en lo que se refiere a gráficos, el juego luce de por sí un claro estilo anime, aunque sin dejarse llevar por lo barato, estando todos los detalles cuidado con mimo y sin ningún tipo de defecto. Eso sí, salvo que una actualización lo arregle, tenemos que hacer mención a ciertas caídas de frames que están presentes durante los trayectos del Monasterio, sobre todo al correr y cambiar de zonas, habiendo ocasiones en las que incluso atravesemos puertas que aún están por abrirse. 

Finalmente, la banda sonora vuelve a destacar por tener un acabado espectacular, aunque se llega a notar cierto abuso del tema principal del juego en gran parte de los niveles. Por otro lado, la dificultad también se nota tanto en el diseño de los mapas (con diferentes trampas y tipo de terrenos), así como por los propios enemigos, que cuentan con un mayor rango de alcance en comparación a nuestras unidades.

Fire Emblem Three Houses

No obstante, no se puede pasar por alto que volvemos a contar con un selector de dificultad, por lo que ponerlo en Modo Clásico o Normal será elección de cada una. Asimismo, en cuanto a la duración, completar una de las rutas en las que hemos intentado hacer de todo, pero sin explorar constantemente el Monasterio nos ha llevado un total de 50 horas, por lo que esas 200 horas para el 100% no son tan descabelladas.

En conclusión, pese a que los múltiples cambios podrían haber lastrado la experiencia, 'Fire Emblem Three Houses' termina siendo un acierto por parte de Intelligent Systems, quienes ofrecen su mayor esfuerzo en darnos una aventura que se siente fresca y a la vez familiar para que tantos veteranos como novatos puedan introducirse en esta saga, a lo que hay que sumar el hecho de que, argumentalmente hablando, pocas veces hemos visto que Nintendo ofrezca algo que esté al nivel de otras compañías dejando a un lado lo family friendly para mostrar la crudeza que trae consigo la guerra. Y es que, con todo lo dicho, puedo afirmar que si 'Fire Emblem Three Houses' no es el mejor juego de la saga, entra perfectamente en el top 3 del mismo.