Análisis Fable III

(360)

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Página 3

Plataforma analizada: Xbox 360
05/11/2010 11:18

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Varias puertas más nos llevan a distintas salas para las Armas, el Vestuario, los Trofeos o las opciones en línea, incluyendo la tienda donde Lionhead procurará distintos packs a modo de DLC (eso sí, el primero gratuito para que nadie se mosquee). La sala de Armas las presenta expuestas para que podamos seleccionar la que queramos, ver su descripción, su daño y sus mejoras. Existen dos maneras de mejorar el armamento: Subir de nivel en la Senda del Gremio gastando los sellos (para las armas heróicas) o logrando los objetivos propios de las mismas si son del tipo legendario (un ejemplo, la escopeta para los huecos - esqueletos - sólo marcará las diferencias una vez nos hayamos llevado a 300 por delante). También podremos seleccionar el tipo de magia que portar en nuestro guantelete (que serán dos tipos a la vez cuando desbloqueemos ese poder). Aquí viene el primer peaje para tal simplificación: No podemos subir de nivel un arma o una magia en concreto con los cofres, sino todas a la vez, con lo que la especialización del héroe en un poder concreto se pierde, de igual forma la mejora de las armas ya no es tan personal, aunque no esta mal la idea de mejorar aquellas armas que más utilicemos, pero nos obliga a usarlas desde cero, cuando quizás sean más lentas o débiles de lo que nos gustaría.

El vestuario en cambio no recorta sus opciones y se presenta con gran acierto. Dispondremos de varios maniquíes con algunos trajes adquiridos que podremos elegir al completo, combinar en distintas zonas (cabeza, torso, piernas...) y teñir, al igual que teñiremos nuestro pelo cambiando de peinado y aderezándolo todo con varios tatuajes si así lo queremos. Dispondremos además de tres maniquíes en blanco donde guardar cualquier creación para volver a ella siempre que nos plazca.

Por su parte la sala de Trofeos nos permite conocer todos los logros obtenidos durante la aventura y representará nuestras riquezas con una montaña de oro. De igual forma podemos consultar el estado de nuestro héroe y comprobar cómo anda de habilidad con magias, armas, si está delgado o es atractivo.

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Puede parecer lioso así contado, pero el juego en sus primeras misiones busca siempre la excusa para que Jesper nos vaya explicando cada una de las utilidades de la sala así como diversos aspectos del juego que "nos obliga" a no pasar por alto (ya puedes dormir tranquilo, Molyneux). De este modo las primeras misiones nos harán cambiar de arma, vestirnos de maleante, ganar unas monedas trabajando o cortejar a una dama para después ofrecerle un hogar y así, una vez pasado el trámite (algo tedioso aunque tal vez necesario) tengamos una idea de que hay vida más allá de avanzar en el ascenso al trono y decidir qué hacemos con él.

Otra innovación que Fable III aporta al género se basa en reproducir el progreso del juego con una metáfora visual, representada como un camino envuelto en niebla donde iremos superando tramos a medida que sumemos seguidores y que acaba justo a las puertas del castillo, nuestro anhelo final, el trono y la consecución exitosa de la revolución.

Cada uno de los tramos ofrece una serie de cofres con un coste en forma de sellos del gremio. Estos sellos podrán conseguirse de muchas maneras, las mayores sumas vienen al completar con éxito distintas misiones - las más completas y peligrosas nos reportarán más sellos, claro, variando de 5 a 50 - pero también los obtendremos acabando con cualquier enemigo que se cruce en nuestro camino a lo largo de la aventura y cualquier tipo de interacción que hagamos con los aldeanos, ya sea un apretón de manos, un baile, un eructo o un regalo de pedida.

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Estos cofres se dividen en dos tipos: Habilidades de combate y sociales. Los de la derecha nos irán subiendo de nivel en magia, armas a distancia y armas cuerpo a cuerpo y también desbloquearán distintos hechizos. Por su parte la izquierda no requiere el gasto de tantos sellos y se centra en distintas habilidades sociales - expresiones de maldad, humor, comercio... - y aspectos como nuevos tintes o mayor habilidad en cada uno de los trabajos con los que podemos ganarnos el sustento. Este aspecto es positivo ya que permite de una forma muy simple y visual evolucionar al personaje de la forma que queramos, si preferimos el combate o queremos montar un emporio inmobiliario, y desde luego conseguir abrir todos los cofres del camino nos llevará a cumplir muchas misiones principales y secundarias y echarle horas. El problema, repetimos, es que la simplificación puede que no guste a todo el mundo y aleja a Fable, aún más, del rol en pos de la aventura.

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8.2

Lo mejor

Las constantes gotas de humor que refrescan una aventura de lo más entretenida.

El diseño artístico de personajes y escenarios, con ese toque a cuento tan característico.

El refugio ofrece una simplicidad visual muy de agradecer, gran variedad de opciones a golpe de vista.

Convertirse en rey y enfrentarse a decisiones difíciles que afectarán a todos.

Un trabajo de doblaje al castellano de gran nivel.

Lo peor

Un comienzo tedioso y un final descafeinado lastran la impresión final y no aprovechan el enorme potencial.

El sistema de combate podría ser más complejo y difícil.

El aspecto gráfico apenas ha evolucionado en 2 años y presenta ralentizaciones preocupantes.

La duración de la historia principal, un suspiro en cuanto nos colocan la corona.

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