Análisis Fable III

(360)

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Página 2

Plataforma analizada: Xbox 360
05/11/2010 11:18

Apartado técnico

No acabamos de entender cómo un juego que ve la luz dos años después de su secuela, de una factura técnica casi sobresaliente, no sólo no es capaz de superar el listón sino que lo rebaja. Fable III no sólo es terriblemente continuísta respecto a Fable II, sino que además cuenta con algunos defectos que deberían haberse superado al retornar al mismo motor gráfico, que se presupone optimizado.

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El juego mantiene el mismo diseño de personajes y escenarios que el estudio británico nos tiene acostumbrados, con ese estilo preciosista, como de cuento de hadas, caricaturesco - varios carteles que acompañan las pantallas de carga son impagables - y algunos fondos que parecen de postal e invitarán al jugador a pararse a contemplarlos. Los personajes siguen gozando de un modelado discreto pero correcto y el peor parado vuelve a ser el protagonista, aunque se entiende por su personalización y los cambios que va tomando a medida que usamos la magia, nos hacemos malvados o engordamos.

Donde se nota mayor mejoría es a la hora de mostrar en pantalla distintos efectos gráficos en las invocaciones de magias a niveles superiores, más por su cantidad que su calidad. Curiosamente en esos momentos el motor gráfico suele portarse y la tasa de frames no cae demasiado, en cambio en distintos momentos de la aventura esta tasa tiene bajones importantes y a veces incomprensibles, como en los minijuegos del trabajo basados en la pulsación de botones. ¿Cómo diablos puede ralentizarse en esas situaciones? Que alguien me lo explique...

Estas caídas de frames junto a la generación espontánea de elementos (no muy habitual tampoco ni demasiado molesta) empañan un poco el resultado final aunque tal vez llegue un parche salvador que las solucione. Quizás el intensivo - y preocupante - uso del lector del disco (y lo hemos probado en varias consolas) tenga algo de culpa aunque la instalación del juego en el disco duro lo soluciona y reduce significativamente los tiempos de carga - que también son algo menores respecto a Fable II - por lo que desde aquí no podemos dejar de recomendarlo.

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Tampoco luce demasiado bien una de las novedades del juego, la posibilidad de coger de la mano a otro personaje y desplazarte con él, un recurso usado en distintas misiones y aspectos sociales como mudarse con la parienta a una nueva casa, por ejemplo, pues rara vez las dos manos permanecen unidas. El clipping también es habitual aunque de nuevo entendible, curiosamente veremos con más asiduidad a nuestro fiel y perruno compañero atravesar nuestro cuerpo en una de sus muchas carreras por el campo o mientras cavamos.

Por otra parte hay que volver a destacar - y digo volver porque no es algo que no viésemos ya en Fable II - la gran iluminación dinámica en los ciclos día/noche y la variedad general de escenarios, que sí que crece respecto a su secuela, desde palacios, bibliotecas, cloacas hasta desiertos o profundas grutas con caminos secretos. No todas las texturas tienen la calidad deseada, pero en un juego con un mapa tan extenso y con tantos elementos es normal.

En definitiva, gráficamente Fable III tiene claroscuros, bebe del gran trabajo con el que nos deleitó su antecesor pero no evoluciona apenas nada, si acaso da un pasito atrás en cuanto a la fiabilidad del motor, y lo que hace dos años lucía genial hoy no luce tanto. Quienes descubran la saga por primera vez quedarán maravillados cuando visiten el lago de Bowerstone y comprueben cómo el sol indice en el agua reflejando destellos dorados mientras la bruma difumina de azul grisáceo el entramado de árboles que descansa alrededor. Si vienes de Fable II pensarás "sí, es bueno, pero ya lo he visto antes".

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Jugabilidad

Si tuviese que definir con una sola palabra el apartado jugable de Fable III usaría un adjetivo del que también me valdría para hablar de su precuela, aunque esta vez la palabra adquiriría aún más fuerza: Sencillez, para bien y para mal.

Porque uno de los aspectos que más se ha trabajado en Lionhead ha sido ese, simplificar el entramado de menús que convertían cada pulsación del botón "Start" en listas y más listas donde seleccionarlo todo, desde qué poder incrementar de nivel, qué sombrero colocarse o qué arma revender. Una de las frustraciones de Molyneux viene al comprobar que la mayor parte de las opciones, de la riqueza que Fable ofrece, pasa desapercibida por un porcentaje demasiado alto de usuarios, que se limitan a seguir la historia principal sin salirse del camino marcado (nunca mejor dicho) y sin probar la reventa, el alquiler de negocios, los tatuajes o el matrimonio.

Para ello se ha definido un nuevo sistema de lo más acertado: El Refugio. Un lugar al que el protagonista podrá viajar siempre que quiera y al instante con tan solo pulsar el famoso "Start" y servirá como centro de operaciones. Una gran estancia donde Jesper, nuestro redicho mayordomo, nos servirá de guía para que no perdamos detalle y sepamos en cada momento para qué sirve qué cosa y cómo usarla. La sala principal está dominada por una maqueta que hace las veces de Mapa y en el que podremos navegar en los diferentes pueblos que integran Albión, hacer zoom para destacar casas o personas que inicien misiones, marcarlas para que la senda nos lleve hacia ellas e incluso viajar rápido si no queremos pasarnos un rato recorriendo el extenso mapeado. En la misma sala podremos consultar nuestros logros y promesas y comprobar el estado de evolución de nuestro perro, al que también podremos poner nombre al igual que a todas las armas.

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8.2

Lo mejor

Las constantes gotas de humor que refrescan una aventura de lo más entretenida.

El diseño artístico de personajes y escenarios, con ese toque a cuento tan característico.

El refugio ofrece una simplicidad visual muy de agradecer, gran variedad de opciones a golpe de vista.

Convertirse en rey y enfrentarse a decisiones difíciles que afectarán a todos.

Un trabajo de doblaje al castellano de gran nivel.

Lo peor

Un comienzo tedioso y un final descafeinado lastran la impresión final y no aprovechan el enorme potencial.

El sistema de combate podría ser más complejo y difícil.

El aspecto gráfico apenas ha evolucionado en 2 años y presenta ralentizaciones preocupantes.

La duración de la historia principal, un suspiro en cuanto nos colocan la corona.

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