El Futuro de la saga 'Fable'

Decepción conla tercera entrega

Pese a que poca gente esperaba una tercera entrega de la saga mediocre, el lanzamiento de 'Fable III' en el año 2010 levantó más odios que elogios entre los jugadores y fans de la saga. Corroborando este hecho, Metacritic muestra una bajada de diez puntos entre las dos primeras entregas y la tercera.

Para entender esta negatividad inicial, cabe destacar el papel que jugó Peter Molyneaux durante el desarrollo de los tres títulos. Experto en crear “hype” entre los jugadores, muchas fueron las promesas incumplidas en las tres entregas de 'Fable'. En el primer título la esperanza de que todas nuestras acciones tuvieran consecuencias quedaron reducidas a unas pocas (comentadas anteriormente). Por su parte, en 'Fable II' no hubo ningún rasgo del vínculo sentimental y emocional que se produciría entre el jugador y los diferentes personajes. Aún así, esto no impidió dos títulos de gran calidad. Con 'Fable III' tanto expectativas como elementos que se “daban por sentado” no llegaron al producto final, creando un sentimiento de “vacío” entre los jugadores.

Alguna de las nuevas armas de Fable III

Para empezar, 'Fable III' se presentó como el juego que pondría sobre los hombros del jugador el peso de la responsabilidad de ser el salvador del mundo. De un entorno aún más grande, con más posibilidades de interacción, de consecuencias “reales” de todo lo que hiciéramos desde que comenzáramos nuestra andadura, de una cantidad de armas nunca antes vista y de una accesibilidad diseñada para cualquier tipo de jugadores. Accesibilidad, quedaros con esta palabra. 'Fable III', en parte, sí ofreció mejoras sustanciales desde las entregas anteriores, pero se puso tanto empeño en que fuera sencillo (fácil de principio a fin), que se acabó creando una historia, una ambientación y una mejora visual para que el jugador pudiera completar el juego pulsando “dos botones” durante horas.

A nivel de posibilidades, 'Fable III' incluyó numerosas misiones secundarias, que volvían a caer en el mismo error: sencillas, repetitivas y nada desafiantes. Elementos de rol que pasaban de ser complejos (entendidos como personalizables y muy variados) a secundarios, frente a una mejora de las ayudas en combate y la simpleza de la mejora de habilidades. Por último, la historia no se presentaba nada novedosa, repitiendo esquemas de las dos primeras entregas e innovando lo justo.

Con estos fallos no queremos decir, ni dar a entender, que estemos ante uno de los peores juegos de rol de la generación. Queremos hacer hincapié en que 'Fable III' no continúa con esa tendencia a la mejora, a aprovechar las nuevas capacidades de la consola para mejorar las virtudes que lo hicieron grande. Estamos ante una conversión de la “complejidad” de los anteriores títulos frente a la accesibilidad a todo tipo de jugadores. Y ésto es lo que realmente “dolió” a los seguidores más fieles, tanto de la saga como del género. Nadie puede negar que llegar a más jugadores es cuanto menos un desafío para los desarrolladores, y más en géneros como este. El caso de 'Fable III' es que no debes eliminar los elementos clave de tu saga en favor de la sencillez.

Para terminar con la cadena de “despropósitos” de 'Fable III', cabe destacar que la versión lanzada para ordenadores llegó al mercado con innumerables “bugs” que producían la pérdida de las partidas guardadas, una pésima optimización (al tratarse de un “port” directo de Xbox 360) y una serie de ralentizaciones aleatorias durante toda la aventura. Aunque muchos de los errores fueron solucionados mediante el lanzamiento de parches, este hecho creó mucha controversia entre los jugadores habituales de PC.