El apocalipsis gamer

Alzamiento zombi

Se mire como se mire, los zombis molan. Fuente de relatos de terror desde tiempos inmemoriales, los zombis viven actualmente, valga la ironía, una segunda juventud que les mantiene en la cima de esas modas raras que nadie sabe por qué comienzan pero terminan por inundarlo todo. Y es que la idea de que la civilización termine en medio de un apocalipsis plagado de humanoides patosos y medio podridos que campan a sus anchas sedientos de sangre es tan súmamente grotesca que termina por resultar atractiva.

Ya sea a través de un violento brote infeccioso de origen gratuitamente desconocido o bien como resultado de los experimentos de algún malévolo científico u oscura organización, lo cierto es que los zombis han sido una constante en el mundo del videojuego. Desde el añejo 'Zombies Ate my Neighbors' hasta los recientes 'The Walking Dead' y 'ZombiU', los muertos vivientes han sido una fuente inagotable de carreras desesperadas, muertes horribles y jefes de lo más asquerosamente horripilante. ¿No es genial?

Abarrotando un centro comercial de forma surrealista en 'Dead Rising', metidos con calzador al estilo 'Call of Duty', invadiendo nuestro jardín trasero en 'Plants vs. Zombies' o protagonizando momentos épicos como el primer encuentro en la mansión de 'Resident Evil'. Verdosos, grisáceos, medianamente recompuestos o directamente podridos del todo; avanzando renqueantes o corriendo como si huyeran de su propio reflejo. Tratando por todos los medios, en definitiva, de destriparnos y poner fin a nuestra agonía como jugones. Y además por puro vicio, puesto que su sistema digestivo ni siquiera funciona...

Aparezcan como aparezcan y sean lo feos que sean, es inútil negar que estas amigables abominaciones se han hecho un huequecito en el corazón de muchos jugones. Si es que, como ellos mismos dirían... ¡están para comérselos!

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El alzamiento de una tropa de muertos con ganas de marcha no es de por sí un hecho probable, pero eso no quita que uno no pueda -e incluso deba- estar preparado. 

Si algo han enseñado numerosos videojuegos es que las armas, la munición y las medicinas pueden encontrarse allanando la casa de cualquier vecino e incluso tiradas por la calle en cajas inmaculadas, por lo que la principal preocupación debería ser contar con un buen refugio y llenarlo de provisiones.

Un piso con una puerta reforzada que se abra hacia fuera debería bastar para frustrar a cualquier zombi con ganas de marcha que se acerque, aunque ya de paso un par de aperturas de seguridad que permitan repartir escopetazos a diestro y siniestro desde dentro nunca están de más.

Para una preparación más completa, se recomienda la lectura de 'Zombi: Guía de Supervivencia'; una obra de Max  Brooks totalmente imprescindible.