Análisis Dragon Quest IX: Centinelas del Firmamento

Gráficos

El cell shading en las actuales consolas de Nintendo es como el chocolate para un Magnum, cuanto más se vea mejor pinta tiene. Okamiden es el siguiente paso de esta técnica en Nintendo DS, y por ahora luce brillante en Dragon Quest IX. Se utiliza muy suavemente, sin ser tan basto como en otros títulos, haciendo que se mezcle el 2D, con el 3D.

Empezamos analizando las cinemáticas. Si os gustan los mangas japoneses, el anime y todo este mundo de dibujo animado, os encantarán los mini-videos del juego. Como alguno diría, son pocas pero valientes. Con esto me refiero a que no encontraremos más de 7 cinemáticas durante el juego, pero los modelados y el mimo con el que se han creado podrían dar lugar a una completa serie de animación.

Es comprensible el reducido número de cinemáticas ya que, como hemos dicho anteriormente, al protagonista lo creamos nosotros. Aún lo es más si vemos la cantidad ingente de texto y conversaciones existentes entre los personajes. Éstas podrían considerarse las "segundas cinemáticas del juego", que a pesar de no estar realizadas como un video y con estética anime, se mueve fluidamente por obra del propio motor de juego.

Tendremos tres puntos de vista diferentes a la hora de jugar, eso si, todas en un estupendo cell shading. La historia la vivimos a lo largo y ancho del mundo que se nos presenta. Un gigantesco mapeado clásico de la saga Dragon Quest que podremos recorrer de distintas maneras. Un dibujado estupendo el de este universo de IX, todo tipo de zonas diferentes bien elaboradas: terrenos montañosos, grandes llanuras, prados verdes, páramos helados, ciénagas, cuevas... impresionante repertorio de lugares.

En las ciudades, mazmorras y demás, la cámara se acerca un poco al protagonista. Vemos a los personajes que pueblan el lugar, ya sean monstruos o personas, estáticos o móviles por la pantalla, dando una sensación de juego vivo, cálido y sólido.

Pero siempre hay un "pero", y Dragon Quest IX tiene un problema que a algunos les resultará un tanto pesado: las ralentizaciones por sobrecarga de contenido. Si bien en juegos como el reciente RedSteel 2 de Wii o The Legend Of Zelda: Phantom Hourglass de DS, el cell shading se mueve como una bailarina interpretando El Lago de Los Cisnes, en Dragon Quest IX el símil equivaldría a un elefante en una cacharrería.

Puede que haya exagerado un poco. Resulta algo chocante ver ciudades o mazmorras en las que el motor del juego fluye cual río cristalino y, acto seguido, se juntan en pantalla 3 o 4 "objetos" y comienzan las ralentizaciones, no muy grandes pero que se convierten en una pequeña molestia... hasta que te acostumbras. Por mi experiencia (más de 60 horas y subiendo), cuando empiezas a ver estos primero problemas se te hace extraño, pero tras un tiempo, nos acostumbramos a ese ritmo de juego. Por supuesto, esto no es una excusa para Level 5, y se merece un buen tirón de orejas por no haber optimizado completamente el motor de un juego que, en los demás aspectos, sobresale por encima del 90% catálogo de Nintendo DS.

Otro de los apartados más importantes del juego en cuanto a nivel gráfico son las batallas, pilar jugable de toda la saga Dragon Quest. En IX podremos ver a los monstruos danzando por el escenario, entablando pelea con ellos si entramos en contacto. Por supuesto no serán tontos, y si nos ven tendrán diferentes reacciones: si nuestro nivel es alto, huirán de nosotros como pajarillos. En cambio, si tenemos un nivel bajo, nos perseguirán hasta darnos caza. Otra opción es que obvien de manera olímpica nuestra presencia y así no nos molestarán mientras recorremos cualquiera de sus hábitats.

El momento en el que comienza la batalla nos hará recordar las anteriores entregas de la saga, siendo estos combates muy parecidos a los que acontecían en Dragon Quest VIII, con la pequeña diferencia de la pantalla de selección de ataque. Arriba se situará la acción del combate, mostrando a los enemigos mientras elegimos nuestra táctica de ataque en la pantalla táctil, y cuando comienza la acción, veremos animaciones a todo color y con todo tipo de movimientos en una batalla realmente dinámica, incluso con daños cuerpo a cuerpo.

Por supuesto, cada conjuro, ataque, arma y habilidad tendrá una animación distinta asociada.

Destacar que nuestro protagonista podrá realizar más de 20 expresiones distintas, para usarlas tanto en el modo multijugador como en el modo para un jugador. Desde bailes sensuales hasta saltos de alegría, cada expresión tendrá una representación gráfica diferente.

Sonido

Demos gracias a los encargados de la parte musical del juego por traernos (remasterizada), una vez más, la pieza más conocida de Dragon Quest: su sintonía de inicio. Podéis escucharla a continuación:

Todo tipo de sonidos inundan el amplio mundo de Dragon Quest IX, los más destacables los de las batallas. La magia, las armas y los trucos tienen unos sonidos característicos, algunos clásicos de la saga, como el de sanación o el de mejora de características.

Las melodías que escuchamos a lo largo del juego son, en su mayoría, composiciones originales de esta entrega. En los combates se recicla la clásica que pudimos oír en Dragon Quest VIII, algo remasterizada para la incursión portátil. Por lo general, melodías tranquilas por ciudades y campos abiertos, mientras que en cavernas y mazmorras la música sera tensa.

Ninguno de los personajes estará doblado, ni en cinemáticas ni en el desarrollo normal del juego, pero podemos imaginarnos perfectamente la voz "lomana" de Estela o la severa de Astracán.

Durante los videos, y a pesar de lo que ya hemos comentado sobre la ausencia de voces, podemos encontrar los mismos rasgos sonoros que vemos en series de animacion como One Piece o Pokémon, con todas sus explosiones, movimientos rápidos y golpes que suelen aparecer. Todo ésto acompanado siempre de una musica trepidante y dinámica para dar más emoción a la situación.

Jugabilidad

Lo principal que debe tener un gran videojuego es una buena jugabilidad, un buen manejo y control con el que podamos llevar a nuestro personaje, puntero o lo que se tercie, exactamente dónde nosotros queremos y cómo queremos. Para ello, la consola Nintendo DS tiene  arsenal de elemento para potenciarlo, pero que lamentablemente no se utilizan.

Bien se podría haber hecho un control basado en la pantalla táctil como en Spirit Tracks. Una navegación por menús más rápida, sistemas de batalla únicamente táctiles y fluidos, y un movimiento del personaje elaborado, pero Dragon Quest IX no es uno de esos juegos que luzcan por un uso intensivo de las posibilidades de DS.

Para movernos podremos, o bien con la cruceta o bien estirando una flecha con la pantalla táctil hacia donde queramos ir. Éste último método resulta bastante más incómodo e indirecto que la cruceta (que extrañamente no desentona en un juego con entornos 3D). Para interaccionar con los elementos de pantalla tendremos que pulsar A, mientras que para abrir el menú "de resumen" pulsaremos X. Con Y tendremos acceso a un completo diario al estilo Pokémon Perla o Diamante, pero mucho más completo. Nos servirá para no perdernos en el transcurso de la historia y hasta darnos pistas de qué hacer a continuación. Con B pulsado y inclinando la cruceta hacia un lado haremos una expresión anteriormente configurada.