Análisis Deadlight

(PS4, One)

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Deadlight: Director's Cut Edition. Supervivencia en las sombras

Puzzles, plataformas y acción se dan la mano en este nuevo concepto de survival horror en dos dimensiones, que ahora vuelve a PS4 y Xbox One

Plataforma analizada: PS4
27/06/2016 20:55
Corría el año 2012 cuando ‘Deadlight’ hizo su primera aparición a través de Xbox Live Arcade y poco después en PC mediante la plataforma Steam. Su original apuesta trataba la temática zombi desde un enfoque pocas veces visto al mezclar géneros tan distintos, y a priori incompatibles, como son plataformas 2D y survival horror. Gracias al resultado de la colaboración conjunta de Tequila Works y Abstraction Games, tenemos ahora la posibilidad de disfrutar de este ‘Deadlight: Director’s Cut’ con diversas mejoras implementadas tanto a nivel jugable como a nivel visual. Volveremos a ponernos en la piel de Randall Wayne, quien se ha visto separado de su grupo de compañeros en medio de un mundo apocalíptico repleto de zombis; cegado en la dolorosa búsqueda de sus seres queridos. Revivamos lo que ocurrió en aquel verano de 1986, en esta ocasión en PC, Xbox One y PlayStation 4.
Deadlight

En buscado del Punto Seguro de Seattle

Estamos ante un título que sabe coger perfectamente lo mejor de diferentes géneros y mezclarlo de tal forma que el resultado final entre por los ojos. En ‘Deadlight: Director’s Cut’ nuestro objetivo seguirá siendo alcanzar el denominado Punto Seguro de la ciudad de Seattle, sorteando distintos obstáculos que irán más allá de simples oleadas de zombis. Al comenzar el juego nos encontraremos en seguida aislados de nuestro grupo de compañeros, solos ante el peligro y teniendo que sobrevivir en las condiciones más adversas.

En un primer momento nos vemos desarmados y avanzar por los distintos escenarios se consigue a base de saltos y triquiñuelas para despistar a los zombis o hacerles caer en distintas trampas (por ejemplo atraer la atención del enemigo hacia zonas electrificadas). A medida que progresemos sí que tendremos acceso a distintas armas (desde un hacha hasta una escopeta) pero con un uso más que limitado al escasear la munición. Aun así no nos engañemos, ‘Deadlight: Director’s Cut’ es sobre todo un título 2D de plataformas en el que la mejor opción muchas veces es echar a correr y medir bien los saltos, dichosos saltos.

Tanto la historia como la ambientación destacan por ser cruda y seria, manteniendo el tono oscuro durante todo el juego. A ello contribuyen en gran medida las distintas escenas de vídeo que nos acompañarán de forma casi constante. Se tratan de imágenes estáticas que sirven como medio de narración de la historia principal, con un dibujo que nos recuerda al cómic y que se apoyan totalmente en el trabajo de doblaje de los personajes; recordando mucho a lo visto en ‘Metal Gear Solid: Peace Walker’ (y la verdad que funcionan igual de bien).

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Lavado de cara para ponernos al día

A lo largo de los distintos escenarios a recorrer, encontraremos además hojas perdidas del Diario de Randall que sirven para conocer mejor el trasfondo de los personajes y la historia que se nos cuenta. Además de estos secretos ocultos, encontraremos otros que sí que aportan ventajas jugables al aumentar nuestros stats de vida o de resistencia.

Gráficamente el modelado de personajes y sobre todo los entornos lucen mejor que nunca, sentando de maravilla la alta resolución a 1080p y el trabajo realizado con las nuevas animaciones. Los escenarios, tanto exteriores como interiores, cumplen de sobra con las expectativas. Mención aparte merecen las fases de “El sueño” y “Pesadilla” que visitaremos durante la historia principal, con un nivel artístico exquisito y en las que merece la pena detenerse a mirar cada detalle del tenebroso paisaje.

La duración de ‘Deadlight: Director’s Cut’ es definitivamente corta, pudiendo completar los tres actos que forman el modo historia en unas tres horas aun parándonos a explorar un poco todo. Los contínuos puntos de control y el sistema de autoguardado no ayudan a alargar la experiencia, pero lo cierto es que la calidad alcanzada a lo largo del puñado de horas excusa este principal punto flaco. Además, una vez terminado el juego desbloquearemos el Modo Pesadilla, hasta ahora exclusivo de la versión PC de ‘Deadlight’. Este modo de juego hace honor a su nombre, ya que se nos plantea el reto de superar la aventura con una única vida. El progreso no se guardará, por lo que si morimos tendremos que empezar desde el principio (algo similar a lo visto en el laureado ‘Diablo 3’ y su modo Incondicional).

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Con extras, pero enfocado en los que no lo jugaron

Otra de las modalidades disponibles, en esta ocasión desde un primer momento, es el Modo Supervivencia. El objetivo es aguantar durante el máximo tiempo posible en un hospital abandonado frente a oleadas infinitas de zombis, buscando alcanzar nuestro propio record. El resultado se puede comparar con el del resto de la comunidad y aunque en un primer momento la idea puede resultar atractiva, no da para mucho más.

Por último, encontramos la sección llamada “Memorias de Randall” que nos dará acceso a distintos bloques de contenido. Es aquí donde podremos volver a leer todos los fragmentos del Diario de Randall que hayamos descubierto durante el modo principal del juego, examinar la gran variedad de objetos ocultos que hemos ido recopilando e incluso acceder a tres minijuegos si es que hemos recogido las consolas portátiles ocultas (una en cada acto del juego). Y para terminar, los amantes de los making of y el contenido extra podrán deleitarse con una sección de galerías del juego, arte conceptual, un “cómo se hizo” a través de imágenes y distintos vídeos promocionales entre los que se incluye el primer tráiler del ‘Deadlight’ original.

Lo que ‘Deadlight: Director’s Cut’ nos ofrece es una nueva visita a un escenario postapocalíptico que es de sobra conocido por todos pero con unas mecánicas de juego originales, que se desmarcan de los shooters clónicos y hacen de la experiencia un viaje único. Prevalece el ensayo y error, combinando como pocas veces se ha visto momentos de acción con plataformas de saltos imposibles y zonas con puzzles; haciendo la experiencia jugable variada, intensa y divertida. Aunque la historia no es para nada nueva, la manera en que se cuenta es todo un acierto, con un tono adulto y serio que nos mantendrá pegados a la pantalla hasta conocer el desenlace final de la historia de Randall Wayne.

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La experiencia es totalmente recomendable para los que nunca jugaron al ‘Deadlight’ original, y puede resultar una oportunidad atractiva para aquellos que quedaron enamorados del juego en su día, el lavado de cara merece la pena. Viendo la calidad de ‘Deadlight: Director’s Cut’ y otros títulos en 2D da la sensación de que, por muchos años que pasen, el scroll lateral seguirá al pie del cañón.

Y recordad: “los vivos son tan peligrosos como los que no lo están.” El Ratero, 1986.

8

Lo mejor

Lo original de la propuesta, mezclando géneros distintos y arriesgando

Lavado de cara notable, con unos escenarios ahora más atractivos y en ocasiones sobresalientes

El tono serio y oscuro crea una atmósfera única que se mantiene hasta el final

Lo peor

Pequeñas imprecisiones en los controles

La duración es muy corta, apenas 3 horas

Los modos extra no acaban de cuajar

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