Y entonces FIFA recuperó el trono (1ª Parte)

Pero para llegar hasta este punto, un punto casi de perfección, FIFA ha tenido que sufrir drásticos cambios de su planteamiento jugable en gran medida obligados por la fuerte competencia. Que un jugador aparezca en la portada de sus títulos es el equivalente a que alguien pose para la revista Rolling Stones: lo hace todavía más prestigioso y conocido por todos, popularizando tanto al jugador como a la propia franquicia futbolera.

Títulos anuales, conmemorativos por las competiciones mundiales más importantes o incluso permitiéndose spin-offs, más allá de colocar en el mercado el título de turno por navidades, Electronic Arts ha querido que su producto sea un referente dentro de los juegos deportivos durante años y sin duda alguna lo ha conseguido.

Este primer artículo contiene los pasos iniciales de la franquicia desde sus dos dimensiones hasta la evolución en el plano tridimensional, incluyendo el auge que supuso FIFA Rumbo al mundial 98 y viendo si realmente lo que ofrecía era superior a Konami con sus sagas Perfect Striker y Winning Eleven. ¿Por qué no hablar de otros títulos del género? Sencillamente porque son los únicos que tras tanto tiempo siguen en lo más alto del panorama videojueguil, al menos en lo que a nivel comercial se refiere.

FIFA International Soccer

Corría el año 1993, el mercado estaba repleto de títulos deportivos, y más concretamente de juegos basados en el deporte rey, todos ellos con enfoque lateral o cenital. Fue entonces cuando asomó un proyecto para Mega Drive donde destacaba por su curiosa perspectiva: una vista isométrica poco convencional en el género que ofrecía una jugabilidad totalmente distinta y directa.

Con un apartado técnico más que notable, sus fluidas animaciones y su fantástica ambientación gracias a los cánticos del público durante los partidos, el recién nacido FIFA llegaba con fuerza y haciendo ver que todavía quedaban muchas cosas por demostrar en los títulos deportivos. Su rotundo éxito hizo que apareciesen versiones para prácticamente todas las plataformas disponibles, estando la de 3DO un paso por encima técnicamente del resto, y prolongándose algunos de sus lanzamientos hasta 1994. Por otro lado teníamos las versiones para portátiles, flojas en todos sus apartados y lejos de ser recordadas ni en esta ni el resto de ediciones publicadas.