El retraso como especulación

Por suerte el desarrollo en Europa esta cada vez más presente - y varios años de desarrollo en el que equipos de decenas y hasta cientos de personas se afanan por exprimir los motores de última generación o construir los propios, llenar los juegos de texturas en alta definición y cuidar hasta el último detalle, jugabilidad, duración, diseño de escenarios... hasta el apartado sonoro se mima para resultar productos redondos que consigan vender un buen puñado de millones de copias, crear una franquicia y poder explotarla durante años para rentabilizar la inversión, y a ser posible, con creces.

No es de extrañar que cada proyecto, con varios años de desarrollo, suela venir acompañado de sus correspondientes retrasos. Grandes teaser mostrados en pomposas ferias y una primera fecha que rara vez se acaba cumpliendo, minando la moral de cientos de seguidores cuyo interés se sitúa por las nubes despues de la cantidad de material mostrado y las bondades que sus desarrolladores han tenido a bien hacerles llegar regularmente. Todos recordamos la cantidad de proyectos anunciados en un grandioso E3 que finalmente fueron retrasados para 2010, convirtiendo este año en uno de los más espectaculares en cuanto a lanzamientos.

Algunas compañías se escudan en la depuración y perfeccionamiento de sus títulos como motivo principal de sus retrasos, con el fín de que el usuario pueda disfrutar de una experiencia completa (respuesta coorporativa donde las haya). Otros, directamente y sin tapujos, prefieren atrasar sus lanzamientos para no hacerlos coincidir con otros monstruos de la mercadotecnia (el caso más flagrante: Modern Warfare 2, cualquiera coincidía con él en las estanterías...).