Análisis The Legend of Zelda: A Link Between Worlds

(3DS)

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Dos mundos, un único héroe

Analizamos el primer 'The Legend of Zelda' totalmente nuevo para Nintendo 3DS, donde Link se las tendrá que ver con un poder nunca visto en Hyrule

Plataforma analizada: Nintendo 3DS
14/11/2013 19:01
Ya está aquí, la nueva aventura de Link, el nuevo ‘Zelda’. Nintendo 3DS obtiene el que probablemente sea uno de sus juegos más deseados y esperados. Esta vez no es un remake, no es un experimento, es un nuevo ‘Zelda’, el primero para Nintendo 3DS. Descúbrelo en nuestro análisis.

Nuestra historia comienza aquí

El maligno ante nosotros, su poder parece insuperable, las armas de Link parecen inútiles, su cara es de sufrimiento, el final se acerca hasta que… ¡toc toc!, golpes en la puerta nos despiertan, todo ha comenzado con una terrible pesadilla, pero por suerte, estamos en nuestra casa, aunque parece que sí tenemos un problema.

El que nos despierta es Guri, el hijo del herrero, según parece trabajamos para él, y no le ha parecido bien que durmamos mientras hay trabajo. Guri nos anima a que vayamos corriendo a la herrería y que nos preparemos para una buena bronca.

The Legend of Zelda: A Link Between Worlds

La familia del herrero

Salimos de casa, una preciosa melodía nos acompaña, seguimos a Guri y llegamos a nuestro destino. Un trabajo imprevisto nos salva de una bronca mayor, el capitán de los soldados de Hyrule se ha dejado olvidada su espada, y debemos ir al castillo a devolvérsela cuanto antes.

En el castillo comprobamos una peculiar ocupación de los soldados, están borrando unas extrañas y siniestras pinturas que han aparecido en los muros, nadie sabe quién lo ha pintado y porqué.

Un soldado nos informa que el capitán no se encuentra en la zona, sino que está en el santuario. Sin perder tiempo, nos dirigimos allí y nos encontramos una sorpresa agradable, Dampé el enterrador, al que ya conocemos de otros 'Zelda', se encuentra allí hablando con Zeres, su guía y señora.

Sabemos que el capitán está dentro del Santuario, pero cuando Zeres entra, la puerta se cierra de golpe, y algo extraño ocurre en su interior. Dampé nos ruega que salvemos a su señora, nos indica un camino secreto para acceder.

Es hora de desenvainar la espada que teníamos guardada, en el interior del santuario conoceremos a Yuga, el malvado ser que ha convertido en un cuadro al capitán, y a la desdichada Zeres, para su regocijo personal, ya que parece ser que además de villano es un gran amante del arte, aunque en un sentido bastante cruel.

The Legend of Zelda: A Link Between Worlds

Link ante el malvado Yuga

El mal acecha de nuevo a Hyrule, es preciso salvar como sea el encuentro con Yuga, e informar a la princesa Zelda. Seguro que ella sabrá qué hacer, y nos pondrá en contacto con las personas capaces de despertar las defensas de Hyrule ante la nueva amenaza, en la que se ve involucrada un pueblo paralelo a Hyrule (aunque totalmente diferente) llamado Lorule.

Ravio, el vendedor

De toda guerra hay quien saca beneficio económico, y en 'A Link Between Worlds' ése es Ravio. Aunque de buen corazón, su espíritu vendedor trasciende toda frontera. Un personaje que oculta su rostro con un llamativo disfraz que, como la propia Nintendo ha dicho, hay  quien le recuerda a Caco Gazapo de 'New Super Luigi U', aunque sus roles son muy distintos.

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¿Amigo o aprovechado?, tendrás que jugar para sacar tus conclusiones

La tienda de Ravio, que por cierto la montará en un lugar muy familiar para nosotros, ofrece el alquiler de artículos necesarios para nuestra aventura. Comprarlos de golpe sería inasumible, pero alquilarlos es más barato.

Este detalle cambia totalmente el desarrollo de la aventura. En anteriores 'Zelda' teníamos que conseguir un nuevo objeto en cada mazmorra, y ésta se convertía en una galería temática de los diversos usos de ese objeto.

Ahora podremos ir casi a cualquiera de ellas, permitiéndonos cargar con buena parte de la artillería desde el principio. Podría parecer que de este modo es más fácil, y en enfrentamientos con enemigos desde luego que lo hace más asequible, pero a la hora de resolver un problema en una mazmorra, nos dará mucho donde elegir, y ya no estará tan claro qué ítem tenemos que usar.

Pero ojo, alquilar no es lo mismo que vender, y si perdemos toda nuestra vida, su acompañante volador se encargará de recoger los objetos alquilados y devolverlos a la tienda, obligándonos a volver a pagar por su renta. Así que vigilad vuestra vida también en función de vuestro inventario.

Estilo gráfico

Cada Zelda suele traer consigo un estilo gráfico característico. En el caso de 'A Link Between Worlds' tenemos un juego que trata de aunar el estilo clásico de 'A Link to the Past', con un videojuego moderno.

De este modo, de inicio nos encontraremos con el mapeado del título de SNES, transformado a un 3D de una calidad nunca vista en Nintendo 3DS. Pero con un aspecto tridimensional, sólido, con un toque realista.

La perspectiva cenital nos ayudará a ver los personajes más bajitos y bonachones, aunque muchos enemigos se escapan totalmente de esta descripción. Precisamente esa perspectiva aérea consigue que Hyrule y Lorule se salgan de la pantalla, todo crece hacia nosotros: árboles, construcciones, personajes…

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Los cambios de perspectiva resultan estimulantes

En las últimas impresiones definíamos los gráficos como si tuviésemos una reproducción de una especie de juego de mesa de Hyrule bajo nuestros ojos, al que podemos jugar desde la pantalla de nuestra Nintendo 3DS, comprobando cómo cobra vida y cómo todos sus integrantes están perfectamente animados.

Una calidad gráfica que se traduce en solidez, con texturas trabajadas, por ejemplo cuando tenemos agua bajo nuestros ojos distinguimos perfectamente el oleaje. Muchas de las cinemáticas, creadas con el propio motor del juego pero desde una perspectiva más cinematográfica, suponen un gran contraste y nos hace pensar que quién sabe si veremos un nuevo 'Zelda' portátil con una perspectiva más parecida a los de sobremesa, tal y como pudimos ver en el remake de 'Ocarina of Time'.

La solidez también bebe de sus 60 FPS a los que se desarrolla el juego que hoy nos ocupa, incluso en 3D mantiene esta tasa de frames, fomentando el buen ritmo de juego y que todo fluya sin ralentizaciones.

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9.6

Lo mejor

Ritmo de juego trepidante

Efecto 3D impecable

Los cambios estructurales de Zelda

La nueva habilidad de Link, convertirse en pintura

Apartado audiovisual

Lo peor

La espera hasta el próximo Zelda

Se echa en falta una mayor curva de dificultad entre los enemigos finales

¿Cómo analizamos?