Análisis Risen 2: Dark Waters

(Ps3, 360)

Página 2

Plataforma analizada: PS3
27/08/2012 10:00

Una de piratas, tesoros y grog. Ante todo grog.

La historia

Hace mucho tiempo y cuando, a pesar de las continuas disputas entre los piratas y la Inquisición, la humanidad parecía gozar de cierta paz y tranquilidad, cuatro jóvenes y osados capitanes pirata se adentraron, guiados por un maestro en común, en un viejo y peligroso templo con la intención de, cómo no, hallar todo tipo de tesoros y riquezas en forma de botín del que apropiarse.

Nadie sabe qué ocurrió realmente durante dicha expedición, pero por todos es sabido que los capitanes encontraron cuatro objetos místicos, fueron maldecidos y despertaron al mayor mal al que la humanidad se hubiera enfrentado en mucho tiempo: Mara, una señora de los titanes cuya única intención era (y es) gobernar sobre mar y tierra sometiendo a todos aquellos a los que se encuentre a su paso.

Cansado de ver como los líderes de la Inquisición se cruzaban de brazos, de como los capitanes piratas peleaban entre sí y de, en definitiva, observar como nadie parecía darse cuenta del tremendo enemigo que iba haciendo sucumbir al mundo en las tinieblas poco a poco, un comandante de la Inquisición, en una arranque de valentía y decisión, llamó a las armas a su mejor hombre, y dejando a sus superiores a un lado, le encargó a éste la ardua tarea de derrotar a Mara.

¿Cómo? “Muy fácil”, obligándole a abandonar la Inquisición, infiltrarse en la tripulación de uno de los capitanes pirata que participó en el saqueo de aquel templo y aprovechar la oportunidad para buscar los cuatro objetos mágicos que se extrajeron del mismo, los únicos que, una vez juntos, les permitirían desterrar a Mara y sus monstruos.

¿Que quién era ese hombre? Al que nosotros encarnaremos, por supuesto.

Risen 2: Dark Waters

Esa es en resumidas cuentas la historia de Risen 2: Dark Waters, que tiene lugar tiempo ha de los acontecimientos del primer juego, está protagonizada por el mismo héroe sin nombre y repite temática y universo en su ambientación, lo que hará que, si jugamos al primer Risen, reconozcamos de nuestros antiguos ires y venires algunos de los personajes, lugares y objetos que harán acto de aparición en esta nueva odisea.

A pesar de ello no es necesario haber jugado a la anterior entrega para entenderla, pero sí muy recomendable, dado que como diremos más adelante, el mayor problema de la historia de Risen 2: Dark Waters es lo mal narrada que está, y durante los primeros compases de la aventura lo único que nos evitará sufrir la sensación de estar perdidos y confusos será el conocer a los protagonistas de antemano.

Lo que nosotros os hemos narrado es el eje principal de la trama, y no se nos descubrirá hasta tener un buen puñado de horas de juego a nuestras espaldas, e incluso cuando se nos haga partícipes del mismo, no se nos contará de la misma forma de la que lo hemos hecho nosotros, si no de otra mucho más enrevesada, fragmentada y como decíamos, confusa.

Risen 2: Dark Waters

A pesar de ello la historia no es mala, y aunque está repleta de clichés y tópicos, éstos son parte de su encanto, ya que recogen los elementos clásicos de toda historia pirata: viejos lobos de mar convertidos en leyenda, tesoros escondidos y portadores de riquezas inigualables, monstruos mitológicos surgidos de las profundidades del océano, bebida, mucha bebida, y combates, robos, vudú, bravuconadas y cierta prostitución.

Entrar a formar parte de la tripulación de una leyenda de la piratería, llegar a convertirse en capitán, reunir una tripulación a la altura, obtener nuestro propio barco, explorar y sobrevivir a tupidas y densas junglas inexploradas llenas de peligros, ser abandonados en una isla desierta de la que escapar, tener que adaptarnos a tribus indígenas, indagar en antiguas ruinas a rebosar de espíritus y trampas, enfrentarse a monstruos sacados de los cuentos de hadas, hacer frente a un bloqueo naval, conocer nuevas razas y criaturas, batirnos en “duelos al amanecer” con otros corsarios...

Sin duda alguna el juego hará las delicias de todos los amantes de las aventuras de piratas con una serie de momentos que, como veréis, no es precisamente pequeña. Seremos constantemente sorprendidos y entretenidos con situaciones inesperadas, variadas y ante todo muy divertidas.

Risen 2: Dark Waters

Uno de los elementos más importantes para el desarrollo de la trama serán, sin ningún atisbo de duda, los diálogos, en los que como era de esperar podremos decidir la respuesta a dar, cuando finalizar nuestra charla, engatusar a la gente para que haga lo que queremos o distraerlos con distintas tretas (como emborracharlos) para robarles.

Las frases elegidas serán las mismas que nuestro personaje de (y no interpretaciones de la misma, como en Mass Effect) y tendrán distintos efectos en nuestro interlocutor, que podrá llegar a cobrarnos más por un objeto que queríamos comprarle, a ponerse agresivo y llegar a las armas o incluso a dejar de hablarnos y hacer que tengamos que buscar otro modo para cumplir y solucionar nuestra misión.

Y es que las misiones podrán ser completadas a menudo de formas muy diferentes: mediante la fuerza, mediante nuestra labia y por último, mediante distintas tretas "de pillo", lo que se traduce en la mayoría de casos en el robo. También habra que estrechar lazos con las facciones que elijamos y enemistarnos con las que no. A pesar de ello en el juego dichas decisiones no tienen demasiado peso, no hay distintos finales, y solo cambiarán determinadas misiones (de forma muy pero que muy puntual).

No es un juego que se preste en exceso a ser rejugado. Solo cambiarán un número muy reducido de misiones de elegir una facción u otra. Tampoco hay un sistema kármico que nos haga ser buenos o malos o un medidor de lo bien que nos llevamos con determinadas personas o civilizaciones, aunque eso no evitará que, en ocasiones, y debido a nuestros actos, en algunas no seamos bien recibidos y se nieguen a hablar y comerciar con nosotros.

Por desgracia, y por inexplicable que parezca a estas alturas con rivales directos como Age of Pirates 2: City of Abandoned Ships, que ofrece abordajes, saqueos, raptos y demás características, no se nos ofrecerá la opción de hacer frente a batallas en alta mar, viajes a bordo de nuestro barco y a la exploración de un océano de impresionantes dimensiones en el que encontrar tesoros, enfretarnos a demonios marinos o, simplemente, disfrutar de una tranquila travesía.

Tampoco contaremos con editor para nuestro personaje, distintos finales o cambios de peso en la tram en función de lo que elijamos en nuestras conversaciónes o bonificaciones por haber jugado al anterior Risen en el caso de Xbox 360.

Risen 2: Dark Waters

Su mayor problema, como anunciábamos antes, es lo mal narrada que está, y es que no será hasta pasadas las primeras diez-quince horas de juegos cuando empecemos a conocer los objetivos reales de nuestra aventura, los motivos por los que la emprendemos y aquellos detalles que componen su argumento, que, simple pero resultón, logra mantenerse bien hilado y entretenernos en todo momento.

Eso sí, a partir de ese momento al que siendo sinceros pocos llegarán (muchos cabreados por la lentitud del desarrollo en primera instancia y por ese galimatías de nombres, lugares y problemas que se opta por contarles), la misma va in crescendo y mejora por momentos hasta un final, lógico y previsible, pero acorde a lo vivido.

No hay grandes giros de guión, una trama retorcida y personajes con un trasfondo en el que ahondar y una personalidad por desarrollar, no, lo que hay son todos los elementos clásicos de una odisea pirata, personajes cuyo carisma consiste en reconocer estar completamente estereotipados y humor, ante todo mucho humor, alocado, fácil y basado en la mordacidad y la ironía.

En ocasiones debido a dicho humor, dicho carisma y dichos elementos hemos recordado al gran Guybrush Threepwood, y ese es el mejor de los elogios que se le puede hacer a las situaciones en las que se nos pone, a los personajes y, en definitiva, a la historia de Risen 2: Dark Waters.

Risen 2: Dark Waters

Una historia que nos durará entre 50 y 60 horas en caso de que queramos completar al cien por cien el juego, y que reducirá sus números a entre las 20 y las 30 horas en caso de que solo queramos completar la aventura principal.

El guión, la trama, la narrativa, las situaciones que viviremos y los personajes no son candidatos al premio Pulitzer, tampoco son los mejores vistos en un videojuego y puede que tampoco ayuden a evolucionar a la industria, pero sin duda, componen la aventura pirata más grande, completa y variada jamás contada, una vez más con permiso de la protagonizada por Guybrush & cía.

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Lo mejor

La aventura principal, por su duración, su humor y la cantidad de situaciones en las que nos pone.

El apartado artístico y la ambientación, que construyen uno de los mejores universos pirata vistos en videojuego alguno.

El aire old school que exhala por cada poro de su piel: es difícil, desafiante, profundo, largo, adictivo y con una progresión muy satisfactoria.

Lo peor

Taras gráficas importantes: popping, clipping, animaciones faciales-corporales muy robóticas, repetición habitual de modelados y caras, carga de texturas...

El apartado sonoro: un doblaje mediocre, una traducción al castellano con errores, unos efectos sonoros simples y una banda sonora que pasa completamente desapercibida

Defectos técnicos que afectan a lo jugable: una tasa de frames muy inestable, bugs pequeños pero constantes y una inteligencia artificial muy pobre.

El sistema de combate, que peca de ser algo tosco, machacabotones, simple y carece de opciones importantes.

Faltan opciones importantes: un editor, más peso de nuestras decisiones, viajes, abordajes, saqueos y secuestros en alta mar, búsqueda de tesoros bajo el océano...

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