Análisis Pullblox

En América su nombre es Pushmo.

Han tenido que ser Intelligent Systems los que consiguiesen que al fin la eShop de 3DS mostrase “algo” interesante más allá de los clásicos de la monocroma Game Boy o la revisión 3D de varios títulos que inundan nuestra memoria.

Creadores de auténticas joyas del entretenimiento como la serie Paper Mario, Advance Wars o el inmortal Tetris Attack, siempre han demostrado que una de sus obsesiones es hacer pensar al jugador para poder completar sus títulos. Esta precisamente es la senda que Pullblox toma como punto de partida y que le hace convertirse desde su propio concepto en un proyecto brillante.

Arrastro, empujo y…¡salto!

Millo será el simpático personaje que manejaremos para rescatar a los más jóvenes de su villa y que han quedado encerrados en los pullblox, los bloques que dan nombre al juego. Para llegar hasta lo más alto de ellos donde normalmente se encuentran los pequeños, tiraremos de los bloques para crear plataformas por las que poder subir.

Bajo esta sencilla premisa se esconde una mecánica tremendamente adictiva a la par que compleja y es que entre tanto empujar y tirar tocará buscar la manera más lógica de poder avanzar. Cada bloque podemos desplazarlo tres casillas (nunca lateralmente) siendo esta limitación el punto de enlace de todos los puzzles y lo que nos provocará quebraderos de cabeza sobre qué o cuales bloques tienes que mover para poder saltar al siguiente.

En la pantalla táctil vemos vista esquemática del puzzle actual.

Es ahí donde efecto 3D de la máquina toma sentido para ubicarnos espacialmente en la zona de juego ayudando en nuestra comprensión del puzzle y que es recomendable tener activado para una mejor y contundente experiencia de juego.

Pero Millo además de saltar y mover objetos puede rebobinar la acción un determinado tiempo en el caso de que nuestros últimos razonamientos no hayan hecho más que complicar la situación. Aunque si esto no es suficiente siempre podemos pisar el botón que resetea el nivel al completo, herramienta a la que recurriremos cuando vayamos progresando y pudiendo hacer nuevas acciones.

Los solucionemos en pocos segudos o varios minutos hasta encontrar el modo de hacerlo, la versatilidad de su mecánica y la inmersión que provoca en el jugador moverse por el propio puzzle le otorgan una personalidad única que le aleja de cualquier otro producto del género.

Esto sí es 3D

Visualmente sencillo y colorido sin más pretensiones que la de transmitir de la forma más clara posible sus enrevesados puzzles. Por este mismo motivo todas sus formas son tan básicas y de tonos pastel para el escenario, dejando su viveza para los propios pullblox y los gorditos personajes protagonistas.

Combinando elementos 2d con los tridimensionales para menús y elementos de los fondos hace que el resultado sea idóneo para aprovechar el 3D estereoscópico, herramienta que hacen destacar como pocas veces los elementos que realmente importan en el apartado jugable.

La percepción de los pullblox no es lo mismo sin el 3D activado.

No hay nada más a mencionar a parte de las formas que toman los propios puzzles gracias a su naturaleza cúbica ofreciendo imágenes de lo más sugerentes para los amantes de lo retro.