
(Ps3, 360, Pc, PS4, One)
PES 2018: Konami sigue luchando por el trono futbolístico
Konami sigue la fórmula de los últimos años con su simulador de fútbol; se aleja de revolucionar y se amolda a la optimización de lo jugable
Plataforma analizada: PS4Las intenciones de Konami este año con 'Pro Evolution Soccer 2018' estaban claras desde meses antes de su lanzamiento. Si los jugadores que siguen las entregas anuales están satisfechos y prefieren una mejor jugabilidad, este es el punto al que la desarrolladora se debe enfocar. De esta manera, el simulador de fútbol regresa un año más con una mejorada fórmula jugable, que vuelve a ser robusta, dinámica y divertida. Lo más característico de PES está de vuelta: su estilo directo y precisión con los mandos, es decir, su realismo táctico.
Siendo claros, PES 2018 llega a PlayStation 4, Xbox One y PC, junto a PlayStation 3 y Xbox 360, con una línea de calidad ascendente lejos de las cuestionadas primeras entregas de la pasada generación que tantó degradó a la franquicia. Debido a que Konami ha encontrado su camino, siguiendo la estela de las últimas entregas, un año más, la jugabilidad regresa depurada y corrigiendo ligeros errores para dar una mejora a la precisión de los pases y al tiempo de reacción de los jugadores. De esta manera, en cada consola podemos ver a un equipo con su propio estilo de juego, pues hablamos de un sistema de juego cada vez más perfeccionado.
Cuando hemos jugado los primeros partidos de PES 2018, la sensación ha sido de estar jugando con un muy bien cuidado sistema de control, denominado Strategic Dribbling, para manejar el balón con los jugadores. Cambiando la posición, realizando pases o incluso regateando, la precisión es muy correcta. Entre los cambios de este año, se nota una acertada reducción de la velocidad, lo suficientemente ligera como para dar un mayor toque de realismo a los partidos de fútbol. Al fin y al cabo, lo que se busca con este tipo de juegos es no caer en la monotomía para que el título pueda dar horas y horas de diversión durante todo el año, algo a lo que la franquicia de PES se ha sabido abonar.
Que el jugador y el balón sean físicas distintas es algo evidente en este título, pero sus posibilidades siguen aumentándose un año más. Un pase con la cabeza o con la tripa son algunas de las opciones que podremos realizar gracias al sistema Real Touch +, que ofrece más realismo al simulador, que también es capaz de reflejar la dificultad de manejar el balón en situaciones adversas como cuando llueve. El abanico de movimientos de un futbolista vuelve a ser agrandado, aunque no implica ningún cambio en los movimientos con el mando. Al fin y al cabo todo depende la posición del jugador a la hora de recibir el balón, el resto lo hace el videojuego. Por otro lado, si optamos por querer hacer movimientos más avanzados como regates, PES 2018 sí nos invita a aprender destrezas con los mandos desde el modo Entrenamiento para poder realizar incluso grandes tiros a puerta.
También hay que destacar el cambio en los porteros, uno de los aspectos más criticado en los últimos años y que cada vez más se está mejorando más. A pesar de que aún presentan ciertos errores, ahora son más efectivos, no porque paren lo que parecía un gol directo, sino porque se han convertido aún más realistas si cabe. Sus acciones son más seguras tras ciertas acciones como un rechace e incluso le podemos ver despejando de puños y en posiciones nunca antes vistas. Todo esto que estamos mencionando también queda relacionado con el nivel del guardameta. Mucho cuidado si no son de élite, que los fallos en los saques de esquina y situaciones similares serán muy frecuentes y el peligro será real.
Lejos quedan los movimientos robóticos que la saga tuvo hace tiempo. El realismo sigue evolucionando y en PES 2018 es representado cada vez mejor en los porteros, quienes cada vez tienen más reacciones dependiendo de lo que suceda en el campo del juego. Otro ejemplo es en las colisiones entre jugadores, donde somos libres o de seguir luchando contra el equipo contrario o bien optar por simular una falta.
Como ya hemos mencionado más arriba, PES 2018 no es una revolución en lo jugable, ni mucho menos. Este año se ha apostado en mejorar aspectos negativos visto tiempo atrás y poco más. Basándonos en los modos de juego que no requieren conexión a internet, el más destacable es Liga Master, donde creamos nuestro propio club de fútbol y lo vamos evolucionando a través de una modalidad cuyo desarrollo está muy trabajado pero vuelve a ser algo monótomo a lo de años anteriores. Tampoco destaca este año la faceta más individual del juego, el modo Leyenda en el que crecemos hasta alcanzar el estrellato. Ambos modos presentan los mismos problemas: nula evolución y una mala apariencia si la comparamos con otros títulos del sector deportivo. Por último, en Jugar Ahora, disputamos partidos como los de la UEFA Champions League, UEFA Europa League o AFC Champions League.
El apartado en línea, probado desde una PlayStation 4 y que nos ha dado un buen rendimiento, demuestra que cada año recibe más atención debido al gusto actual de los jugadores. Nos encontramos con la mayor novedad del año: el Cooperativo, que también puede ser jugado de manera local. Este modo es aquel en donde los jugadores se enfrentan divididos en equipos o de 2v2 o de 3v3. Inevitable decir que el modo exige cooperación ya sea entre amigos o entre jugadores unidos graciás al matchmaking, pues no solo vale con ganar el partido, sino que tamibén se premia al rendimiento del equipo.
Destaca también el regreso del modo myClub, en el que los cromos cobran vital importancia para formar el equipo ideal. El embajador de este año es el ex-futbolista David Beckham, que militó en equipos como Manchester United y Real Madrid, por lo que está disponible en cinco etapas diferentes de su carrera. Consiguiéndole a él y a otros jugadores viviremos al tanto de sus contratos como si de un entrenador se tratase, algo crucial en esta interesante modalidad.
No podemos concluir este apartado del análisis sin recordar otros modos como Partida Rápida, Divisiones, Campeonato, Vestíbulo de juego (los partidos de hasta 22 jugadores) y PES League. En conjunto suman un sinfín de horas de diversión gracias a que repite la fórmula de cada año sumando pequeños detalles que se van agradeciendo no sin olvidar antes que se espera una mayor revolución en los próximos años.
FOX Engine es el motor gráfico asentado y que repite en este título de la saga que se convierte en el más potente gráficamente de la historia. Son muchos los jugadores, mayoritariamente las estrellas, a los que se ha dedicado tiempo para poder representarlos mejorados, ya sea por sus característicos movimientos o tatuajes. Mientras tanto, otros aspectos como el césped siguen en la cuerda floja. Tampoco podemos obviar que no es lo mismo ver estadios como el recién estrenado Wanda Metropolitano del Atlético de Madrid, con otros menos ambiciosos que quedan descuidados.
En lo sonoro, PES 2018 vuelve apostar fuerte dejando atrás canciones originales desconocidas y de baja calidad. Artistas como Bruno Mars, Linkin Park, John Legend o The Chainsmokers con Coldplay encajan a la perfección en los menús del juego. No podemos decir lo mismo de los comentarios de Julio Maldonado y la narración de Carlos Martínez, que a pesar de ser grandes profesionales siguen sin ser lucidos en la grabación del juego, que se reproduce en los partidos con incómodos silencios o repetitivas frases.
Pero, si hay un gran problema en el juego es con las licencias. A pesar de contar con las mejores competiciones actuales como lo son la UEFA Champions League, la UEFA Europa League y la Champions League Asiática, es muy triste encontrar que LaLiga Santander - en el juego sin promoción es Primera División - solo está compuesta por los equipos oficiales del Atlético, el Valencia y el Barcelona. También sucede con la Premier, que solo cuenta con el Arsenal y el Liverpool, o con la Primera División de Portugal, que contiene al Benfica y al Oporto. Sí encontramos a los rostros futbolísticos del momento, aunque no estan tan trabajados en detalle y cuentan con equipaciones que simulan a las oficiales, tristemente.
Dicho esto, la verdad es que el resultado final sí luce bien, pues además hemos podido disfrutar de una tasa de 60 fotogramas por segundo constantes. En resumen, PES 2018 es impecable en cuanto todo es ponerse a controlar a los jugadores, incluyendo en los modos en línea, que son estables y rápidos de empezar. Por tanto, estamos ante un nuevo Pro Evolution Soccer que, aunque no revolucione, sí presenta presenta novedades interesantes como el adictivo modo cooperativo y ha mejorado tanto en su jugabilidad como en su calidad gráfica.
Lo mejor
Mejorada y divertida jugabilidad
Sistema de control impecable
Algunas ambientaciones sorpredentes
Porteros más eficaces
Lo peor
Las escasas licencias siguen siendo un gran problema en el resultado final
Innovaciones insuficientes en los modos de juego
Comentarios en español irregulares
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