Pre-Análisis Metal Gear Rising: Revengeance

Ha costado, pero ya lo tenemos casi entre nosotros. 'Metal Gear Rising: Revengeance' ha pasado un auténtico calvario hasta llegar a donde se encuentra ahora, en forma de demo en vuestras Playstation 3 y Xbox 360 o bien en reserva esperando que llegue la fecha de lanzamiento.

Tras tener cambios en el nombre y lo que es más importante, cambiar de estudio; la propuesta llevada a cabo por sus desarrolladores, Platinum Games y Kojima Productions, se presenta cuanto menos prometedora.

Sabido es por todos que el personaje levantará más de un dolor de cabeza y que muchos prefieren hacerle el vacio existecial de por vida. Referirse directamente al juego como un "falso" Metal Gear entre otras tantas de cosas. Nadie dijo que ésta polémica fuera recomendable, pero igual consigue generar más expectación de la que ya tiene a los que amamos el género del hack'n slash y por supuesto picar el gusanillo a aquellos que reniegan de él.

¿Quién sabe lo que puede pasar? Realmente es imposible vaticinar si el juego será todo un éxito o pertenece a ese pequeño reducto de obras infravaloradas. De momento nos quedamos con lo qué conocemos, sacamos algunas conclusiones y esperamos ansiosos a su llegada el 21 de febrero.

Raiden 2.0

Si sois fieles seguidores de Platinum Games, tal vez la historia de 'Metal Gear Rising: Revengeance'  os suene mucho a títulos como 'Vanquish' donde los mechas y en general la ciencia ficción se dan la mano de una manera espectacular. En cambio, aquellos que acudáis al Hack'n Slash esperando ver una de las complejas tramas de Kojima con personajes profundos y bien elaborados puede que quedéis algo decepcionados.

El argumento tendrá lugar 4 años después de lo ocurrido en 'Metal Gear Solid 4: Guns of Patriots'. Raiden, personaje cargado de polémica desde su aparición en la segunda entrega de la saga; ha decidido encauzar su vida retirándose de los conflictos bélicos perteneciendo en la actualidad al grupo CMD (Maverick Security Consulting), una organización a favor de la paz.

Precisamente ésta no tardará en romperse. Durante una de las misiones cotidianas de su equipo y en la que debían salvaguardar la vida del Primer Ministro, la corporación terrorista Desperado Enforcement hace acto de presencia atacando no solo al político sino eliminando al grupo CMD destinado a la tarea.