Análisis Mario Party 9

Desde el pasado E3, Mario Party 9 ya demostró que la nueva fiesta que nos tenía preparada Mario iba a ser algo diferente de lo que estábamos acostumbrados a ver. Decimos adiós a movernos por un tablero circular, a recaudar monedas y a conseguir estrellas para convertirnos en el vencedor de la partida. En esta nueva entrega los personajes se han hecho con un vehículo que les transportará a lo largo de un tablero, esta vez un circuito con principio y fin, y con la única misión de recolectar miniestrellas. El máximo poseedor de estas miniestrellas será declarado Superestrella al final de este circuito, pero conseguir dicho puesto no será nada fácil: habilidad y suerte entran en juego de una manera nunca vista.

Este es el modo Fiesta habitual, pero en Mario Party 9 podremos disfrutar además de otros cuatro modos de juego. Veamos poco a poco qué nos ofrece cada uno de ellos.

De fiesta, sólos o acompañados

El núcleo de cualquier Mario Party es su modo Fiesta, tradicional modo en el que escogemos un tablero y lo recorremos de cabo a rabo. Efectivamente, en Mario Party 9 este modo no podía faltar, pero como ya adelantábamos, trae unos cuantos cambios, incluso ya desde el primer momento de configuración.

Tendremos un total de 5 tableros a los que jugar la primera vez que juguemos a Mario Party 9: Valle Toad, Fábrica de Bob-omb, Mansión Boo, Océano Blooper y Mina Volcánica. Otros dos tableros estarán disponibles más adelante, pero que tendrán que ser desbloqueados. Además contaremos con un plantel de diez personajes: Mario, Luigi, Peach, Daisy, Wario, Waluigi, Yoshi, Birdo, Toad y Koopa.

Cada uno de los tableros tendrá una duración variable entre 15 y 45 minutos. De esta forma, podremos pasarnos un tablero rápidamente o entretenernos un poco más, pero nunca se nos hará algo interminable como podía pasar con los antiguos tableros por rondas. Además, no tendremos por qué jugar necesariamente con cuatro jugadores, sino que podremos jugar dos, tres o cuatro, con una mecánica exactamente igual independientemente de este número de participantes. Los minijuegos también serán los mismos juguemos más o menos personas.

Una vez que tengamos todo configurado, entraremos al tablero. Obtendremos un orden según el número que obtengamos al tirar un dado, como ya ocurría habitualmente. El jugador que tenga el turno será denominado Comandante, puesto que ira rotando según quién golpee el dado. A partir de entonces, la partida se irá desarrollando en ese orden de mayor a menor que hayamos obtenido, viendose interrumpido por los diferentes eventos de las casillas.

En esta ocasión no tendremos casillas que nos dan o nos restan tres monedas predominando todo el tablero, sino que tendremos hasta 18 tipos de casilla diferentes. No todas aparecerán en todos los tableros, sino que dependiendo de la temática de cada uno, aparecerán unas u otras. Podremos hablar de las más básicas y que aparecerán siempre, como la casilla verde, en la que no ocurrirá nada; la casilla azul, que nos dará uno de los tipos de dados; o las casillas de minijuego. De estas dos últimas vamos a hacer una explicación un poco más extensa en los siguientes parrafos.