Análisis Ivy the Kiwi

(Wii)

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Plataforma analizada: Wii
22/02/2011 23:05

Sonido

Si hay algo que se queda grabado en la cabeza es sin duda su pegadizo tema principal. Lo escucharás una y otra vez, tardarás varias horas en quitártelo de la cabeza incluso después de acabar tu sesión de juego, lo que dice mucho a su favor.

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Lamentablemente su calidad no va acompañada de variedad y lo que podía haber sido algo excelente se queda por el camino con algunos simpáticos y agradables temas que se desinflan por sí mismos por su repetición.

¿El resto? Diferentes expresiones de Ivy y algunos escasos, y tampoco necesarios, efectos de sonido que simplemente cumplen su función sin nada especial a destacar.

Jugabilidad

Si de algo pueden presumir los títulos de Prope y la gran mayoría de lanzamientos para Wii de calidad es de su apartado jugable. Atrás dejamos ese aspecto de superproducción para centrarnos en divertir a los usuarios con un control sencillo y accesible para todos ellos.

Apuntando, que es gerundio

Ivy, nuestro simpático protagonista, ha nacido sin tener a su madre cerca motivo suficiente para correr y salir a buscarla. Bajo esta sencilla premisa Ivy avanzará de forma automática y seremos nosotros los que tendremos que evitar un desagradable final para nuestra ave, como ya hemos visto con Bit Trip Runner en WiiWare.

Pero en esta ocasión todo está adaptado para aprovechar el mando de la consola, lo que exige un poco más de habilidad y destreza al jugador. A base de puntero y botón A trazaremos líneas rectas que se convertirán en hiedras cuando soltemos el botón. Estas hiedras permitirán a Ivy superar todo tipo de obstáculos evitando barrancos, escalones y otros varios peligros.

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Las precauciones que debemos tomar para convertirlas en puntos favorables son la posiblidad de crear hasta un máximo de hasta tres hiedras al mismo tiempo, con la cuarta desaparecerá la más antigua; y la longitud de las mismas teniendo cuidado de no estirar demasiado para evitar romperla.

Además de esto, con B podremos estirar de ellas para propulsar a Ivy y abrirle paso a través de bloques agrietados. Y es que los elementos que componen los niveles del título fuerzan al jugador a nuevas situaciones que le hacen enfrentarse a ellos de forma diferente, mucho más atento y siempre listo para lanzar su hiedra.

Hiedras que pueden servir para evitar las gotas que caen del techo, encerrar a las ratas enemigas para que no te molesten e incluso transportar rocas para romper muros específicos. Todo en niveles de unos pocos minutos de duración y en los que podremos recolectar diferentes objetos sólo para los jugadores más hábiles.

¡A batir récords!

Si de algo puede alardear Ivy the Kiwi? es de su alto valor rejugable gracias a la posibilidad de conseguir diferentes medallas tras completar los niveles cumpliendo dos requisitos: conseguir todas las plumas repartidas por los escenarios y llegar lo antes posible a la meta.

kiwi_psd_jpgcopy.jpgPero para conseguir las mencionadas plumas tendremos que inspeccionar los escenarios a fondo en busca de nuevos y estrechos caminos siempre teniendo en cuenta que cuando Ivy choca con una pared cambiará de dirección sin miedo a quedar aplastado como si ocurre en otros títulos. Esto acción puede llevar a más de uno a perder un tiempo valioso en las primeras partidas pero nada que no se solucione con la práctica.

¿Qué ocurre si llegamos lo más rápido posible sin recolectar nada? Simplemente no obtendremos el metal que buscamos como recompensa por lo que la dificultas a la hora de superar cada nivel aumenta y mucho.

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8.6

Lo mejor

Su artístico aspecto visual.

Simplicidad y diversión.

Todo un reto para completarlo al 100%.

No podrás evitar tararear sus melodías…

Lo peor

…a pesar de su poca variedad musical.

Su sencillez, tanto visual como jugable, impedirá a muchos disfrutar de una de las joyas del catálogo de Wii.

El multijugador podría mejorarse.

Ajeno al título, su pésima distribución en nuestro país.

¿Cómo analizamos?