
Impresiones
Fire Emblem llega por segunda vez a Nintendo Switch en una entrega que le da un mayor peso a todos los personajes vistos hasta la fecha en la saga.
Siendo un título que fue anunciado en el pasado Nintendo Direct de septiembre, pero con rumores que ya hablaban de su existencia desde mucho antes, hay que decir que el próximo 20 de enero se lanzará en tiendas Fire Emblem Engage, la nueva entrega de la emblemática saga de Intelligent System en Nintendo Switch.
De esta forma, hay que señalar que durante estos días he tenido la oportunidad de exprimir al máximo el juego, siendo así que, pese a no estar cerca del final todavía, sí que he avanzado lo suficiente para tener un juicio preliminar de todo lo que tiene que ofrecer la nueva apuesta de la saga japonesa en Nintendo Switch.
Y es justo bajo esta misma premisa que quiero hablaros de cinco razones por las cuales debéis estar atentos a Fire Emblem Engage, ya que, con un cambio que lo hace un título más anime en lo estético, hay que decir que podemos estar ante uno de los primeros grandes juegos del año. Sobre esto ya hablaré con un mayor peso en el correspondiente análisis, pero hasta entonces, debéis tener en cuenta estos puntos:
Por razones más que obvias no puedo ni quiero contaros demasiado sobre la historia de Fire Emblem Engage, siendo así que me limitaré, al menos de momento, por deciros que en esta ocasión tomaremos el control de Alear, un Dragón Divino que cuenta con la capacidad de invocar a las entidades que viven dentro de los Emblemas, unos anillos que, a fin de cuentas, no son más que los protagonistas de pasadas entregas de Fire Emblem.
Ante esto hay que decir que si bien el toque más anime e incluso infantil en comparación a la anterior entrega de la saga puede chocar, lo cierto es que no os debéis dejar engañar, ya que el título hace gala de unos giros de guion y momentos que son bastante serios incluso para los estándares de Fire Emblem.
Eso sí, si algo tengo que echarle en cara al título, al menos en estas primeras horas de juego, es algo que me suele pasar bastante con aquellas sagas que ya tengo muy machacadas por todos los juegos que he disfrutado en anteriores ocasiones, siendo así que el inicio se me ha hecho muy lento, siendo los tutoriales los que me han mostrado la impaciencia que he ido ganando con la edad. No obstante, y sin querer eclipsar el buen trabajo hecho por Intelligent System, solo puedo decir que, una vez superado este trámite, vais a tener una entrega increíble. Y hasta aquí puedo leer.
Si bien los tutoriales pueden servir para enseñar las mecánicas, lo cierto es que una vez aprendáis estas (o ya las sepáis por experiencias anteriores), vais a tener un juego de RPG de estrategia táctica sublime, siendo así que el poder manejar a todo un ejército es todo una gozada, aunque esto también trae consigo una serie de consecuencias de las que ya hablaré en el correspondiente análisis de Fire Emblem Engage.
Sea como fuere, solo puedo decir que si el conocimiento jugable de antaño era una gozada, en este nuevo título se añade una nueva mecánica que parece heredar los emparejamientos que vimos en la época de Nintendo 3DS con Awakening y la trilogía de Fates, solo que esta vez se llamarán Fusiones (Engage en inglés y que da título a esta entrega de Fire Emblem) y no serán con los personajes que controlemos, sino con los Emblemas.
Esto abre todo un abanico de estrategias a tener en cuenta, tales como poder decidir cuando conviene aumentar el poder de nuestras unidades y usar sus correspondientes movimientos especiales, ya que, para no abusar de la misma, tendrá un uso limitado. Y es justo por todo esto que podemos ver que Fire Emblem Engage consigue darle una nueva evolución a la saga con este componente estratégico que gustará a los más veteranos.
No podía pasar por alto el hecho de que Fire Emblem Engage ha corregido una de las cosas que menos me gusta de la saga. Y es que desde que jugué Fire Emblem Sacred Stones, la tercera entrega de Game Boy Advance y segunda en dar el salto a Occidente, me daba rabia cogerle cariño a los personajes para luego no volver a verlos, siendo este el motivo por el cual Fire Emblem Warriors Three Hopes me ha gustado tanto.
Y es por ello que Fire Emblem Engage nos trae nuestra buena dosis de fanservice (en el buen sentido), trayendo de vuelta a Marth, Lucina, Roy, Ike y otros tantos personajes que no han aparecido en Super Smash Bros, siendo así que el peso de estos radica en que podremos ver no solo a personajes relativamente modernos, sino también algunos que ni siquiera son conocidos por nuestras tierras fuera de Internet.
Obviamente esto va a traer cola, ya que puede abrir el debate sobre quiénes merecen estar y quiénes no en el juego, pero con el anuncio de un pase de expansión podemos esperar que habrá un elenco cerrado (o al menos quiero pensar eso) que se irá incorporando poco a poco a las filas de nuestro ejército.
No podía pasar por alto el hecho de que Fire Emblem ha evolucionado en Nintendo Switch, dando con ello lugar a que lo que antes era un menú clásico ahora se ha convertido en toda una base de operaciones por la que nos podremos mover libremente, siendo esto algo que Fire Emblem Three Houses introdujo de una forma sumamente satisfactoria.
En ese sentido, El Sommiel es la versión mejorada de lo visto hasta ahora, siendo esta una base en la que podremos llevar a cabo toda clase de actividades tales como prepararnos para la batalla, mejorar nuestras habilidades e incluso interactuar con otros personajes de nuestro ejército, lo que mejorará también nuestra afinidad con los mismos y nos contará más sobre sus historias y trasfondos.
De lejos El Sommiel es hasta la fecha la mejor base que hemos visto en Fire Emblem, siendo esto algo que, por otro lado, tampoco es muy meritorio si tenemos en cuenta que solo hemos tenido dos previas, pero todo se resume en que han mejorado lo visto hasta la fecha para darnos un lugar en el que si ya antes íbamos a querer explorar hasta la saciedad, ahora con muchos más motivos.
Es más que probable que alguno quiera poner mi cabeza en una pica por poner este punto como algo positivo, pero, siendo claros, es una opción que el juego da y que, sin duda, habrá ayudado al crecimiento de la saga, ya que el hecho de que podamos poner varios modos de dificultad ayuda a que la experiencia que cada uno busque en Fire Emblem Engage se pueda personalizar.
En mi caso no he visto necesario bajar del Modo Clásico, en el cual al final de las batallas, todos los personajes que hayan muerto se quedarán así por el resto de la partida, pero al mismo tiempo empatizo con aquellos que quieran una experiencia más ligera, siendo esto algo que es de agradecer si tenemos en cuenta lo frustrante que llega a ser estar durante media hora gestionando a la perfección una batalla para que un crítico en el último turno te obligue a reiniciar la partida.
Como digo, es algo que puede chocar a los más veteranos, pero lo cierto es que las opciones de dificultad se han mantenido tanto en un extremo como en otro, siendo así que no debéis perderle la pista al juego en el caso de que la complicidad del mismo pueda ser un elemento decisivo para que os lancéis a por él o no.
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