Probamos Everybody 1-2 Switch! para Nintendo Switch y esto es lo que nos ha parecido

Artwork principal de Everybody 1-2 Switch!

Impresiones de Everybody 1-2 Switch!

Puede que sean muchos los que piensan que el título del que vengo a hablar puede ser una continuación sin más de un juego que no terminó de triunfar tanto como sus antecesores, ya que, a fin de cuentas, 1-2 Switch!, lanzado en el lanzamiento de la consola, no consiguió ni emular el éxito de Wii Sports ni ganarse el cariño de sus usuarios como Nintendoland, el cual siempre reivindicaré como uno de los títulos con fanservice mejor implementado de Nintendo. 

No obstante, la realidad que hay detrás de Everybody 1-2 Switch! es que este título se desliga por completo de lo que hemos podido ver con el ya mencionado juego de 2017, ya que el único factor común que tiene es las similitudes en el nombre y estar centrado en disfrutar con amigos. Lejos ha quedado el poder demostrar el poderío de los Joy-Con con su Vibración HD y demás bondades de la consola, siendo así que en esta ocasión Everybody 1-2 Switch!: a pasarlo bien. 

En ese sentido, he tenido la suerte de poder disfrutar de toda una tarde de juego y en muy buena compañía el mismo día que pude probar Pikmin 4 y daros cinco razones para estar pendiente de él, dando con ello pie a que, en apenas unas horas, haya sido capaz de hacerme una idea de todo el contenido que tiene por ofrecer este título. Y si bien al final veréis que le encuentro una gran traba, lo cierto es que me ha sorprendido para bien, ya que he sido muy reticente con el mismo desde su anuncio sin tráiler siquiera. Y tras haberlo jugado, entiendo el motivo por el que lo han hecho así. 

Everybody 1-2 Switch! es un juego que hay que jugar

En parte entiendo las razones por las que este título ni siquiera ha tenido un tráiler de presentación en el que se muestre su gameplay, ya que, en esencia, estos no expresan todo lo que debería mostrar.  Por el contrario, Everybody 1-2 Switch! es un juego que se dicta por la experiencia jugable y por las sensaciones que transmite cuando tienes el Joy-Con (en singular) entre las manos y sigues todos los pasos que se indican en la pantalla para ganar el juego o al menos para poder llegar a superarlo. 

Podría explicaros de qué va cada juego (y lo haré de forma escueta), pero me gustaría destacar que más allá del propio gameplay, lo que más caracterizó a la tarde que dedicamos a jugar a Everybody 1-2 Switch! fueron las constantes risas. Y no por el juego en sí, sino por lo que producía este en nosotros. 

Everybody 1-2 Switch! no es un juego que esté pensado para vivir épicas aventuras enfrentando a antiguos demonios ni viviendo odiseas por el mundo, sino que la magia de este título se encuentra en devolvernos en cierto sentido a nuestra infancia, siendo esta la asignatura en la que Nintendo saca mejor nota. No por nada, ya con mis 30 años, lo último que esperaba era divertirme jugando al pollito inglés (me niego a decir escondite inglés porque así es como lo llamamos en Andalucía) o correr como un loco sin moverme de mi sitio con tal de poder derrotar a un amigo con el que existe cierto pique desde hace años. 

El clásico juego del escondite inglés está en Everybody 1-2 Switch!

Everybody 1-2 Switch! ofrece diferentes juegos para disfrutar en grupo

En ese sentido, todo esto vino acompañado además de la complicidad de aquellos que no estaban jugando por el límite de mandos, pero que reían y disfrutaban al vernos hacer el parguela (una expresión que usamos mucho por aquí). De hecho, incluso hubo mensajes de ánimo para poder superar ciertas pruebas, incluyendo una en la que (no por echarme flores) fui el único capaz de superarla. Sin tener ni idea de cómo lo hice, pero que me quiten lo bailado. 

No he podido exprimir al máximo Everybody 1-2 Switch! debido a que mi experiencia con este juego se redujo únicamente a esa tarde (siendo esta la razón por la que lo que estáis leyendo no es un análisis), pero es que, sin querer extenderme demasiado, no puedo más que decir que, en lo personal, Everybody 1-2 Switch! me ha encantado. 

Y la prueba que tengo para afirmar esto es doble, ya que, por un lado, ni me di cuenta del tiempo que había pasado una vez finalizó la jornada de prueba, de la misma forma que mi reacción al acabar la misma fue pensar ¿Ya?. Es aquí donde radica la magia de este tipo de juegos, ya que, aún con todo lo bueno y lo malo que puede ofrecer, la realidad es que quieres seguir jugando porque te lo estás pasando bien. No obstante, si soy capaz de percibir esto, también lo soy de hacerlo con el mayor de sus problemas. 

Everybody 1-2 Switch!  está pensado para jugarse en grupo

Everybody 1-2 Switch! tiene exigencias para ser disfrutado

Durante todo el texto he mencionado que lo mejor de Everybody 1-2 Switch! fue la experiencia en grupo, siendo aquí donde radica el principal de sus problemas, ya que si bien quería seguir jugando, lo quería hacer con la gente que me acompañaba (y eso que a algunos los conocí ese mismo día o solo los he visto dos veces). 

Everybody 1-2 Switch! puede ser un muy buen juego, pero solo en el caso de que estéis acompañados de varias personas, siendo así que incluso me parece poco que se limiten a 2 o 3. Cuantos más mejor. No obstante, ahí radica otro de sus problemas, ya que, a mayor número de personas, requieres de mayor número de Joy-Con y de un mayor espacio, siendo esto algo que no todo el mundo puede permitirse hoy en día. 

No es que de por sí sea una limitante determinante para sentenciar el juego, pero me doy cuenta de que si la propia Nintendo ha hecho que puedan jugar hasta 100 personas, es porque son conscientes del objetivo que buscan con Everybody 1-2 Switch!. 

En definitiva, puedo decir que Everybody 1-2 Switch! es el juego ideal para las grandes fiestas y celebraciones (de hecho, debería negociar si llevarlo a mi boda) en las que un gran grupo de gente se reúne, pero lo cierto es que son tantas las circunstancias para sacarle el jugo que puede que no esté hecho para todo el mundo. Sea como fuere, si sois un grupo de amigo que os reunís a menudo, os lo recomiendo encarecidamente. Lo último que vais a hacer es aburriros.